Jorge Lorenzo amenazaba hace unos años con convertirse en el piloto más ‘broncas’ del circuito y, sin embargo, se ha transformado en uno de los más centrados y comedidos. Hablamos con un piloto que busca nuevos desafíos… fuera de la pista. Por Ana Tagarro / Foto: Chesco López

«Acabo de sacarme el carné de moto». Lleva desde los tres años subido a una y ha ganado dos mundiales GP, lo que no ha conseguido ningún otro piloto español en la historia, pero hasta hace unos meses Jorge Lorenzo no tenía permiso para circular con una moto. «Para competir tienes que tener licencia, pero no carné. En el circuito no hay señales ni normas de circulación; cuenta la habilidad, no la prudencia. Ahora tengo carné, pero apenas conduzco. Le tengo mucho respeto a la moto en la ciudad. No me siento seguro».

Oír hablar a Lorenzo con tanta cautela resulta chocante porque en el imaginario popular ha quedado aquel adolescente que irrumpió en los circuitos con aire chulesco y mirada desafiante y que era casi más temerario en las ruedas de prensa que en las pistas. Pero el chico ha cambiado. Ha madurado, dice. Tiene solo 25 años, pero lleva vida de profesional, al frente de equipos y presupuestos millonarios, desde los 15. Después de ganar su primer mundial en 2010 decidió bajar algunas revoluciones; no de su moto, obviamente, sino de su vida. Sea por una decisión personal, por marketing (este año ha cambiado de representante y de responsable de comunicación) o porque así es la vida – uno es más maduro con 25 que con 20 y menos, si Dios quiere, que con 30 , dice él con cierta sorna-, lo cierto es que Lorenzo es otro. Tanto que este año hasta ha dejado de celebrar estruendosamente y con gestos característicos sus victorias, incluso el triunfo en el mundial.

Jorge Lorenzo. He estado muy ocupado pensando en ganar el mundial y se me han pasado las celebraciones. A veces, te dejas guiar por lo que sientes y este año he sentido que no me hacía falta celebrar tanto o pasar mucho tiempo pensando en cómo hacerlo. He cambiado mucho. Ha cambiado mi manera de pensar, de actuar y de sentir.

XLSemanal. ¿Han influido en esta ‘madurez’ hechos tan impactantes como la muerte de Marco Simoncelli el año pasado?

J.L. No, la verdad es que no. Su muerte o la de Tomizawa el año anterior han sido golpes muy duros para todos los pilotos. Cuando suceden estas desgracias, eres más consciente del riesgo que corres, pero mi evolución como persona no se ha visto influida por esos sucesos negativos. Ha sido un cambio natural al darme cuenta de que hacía cosas que no eran buenas para mí y pensar que, si actuaba de otra manera, iba a ser mejor para todos.

«He cambiado. En el pasado hice declaraciones que no debía haber hecho para mostrarme más fuerte de lo que era. Pero no tengo malicia, espero que la gente se dé cuenta»

XL. Una muestra evidente de ese cambio es su actual relación con Dani Pedrosa, que ha pasado de una enemistad manifiesta a una buena relación…

J.L. A ver, la realidad es que no nos vemos fuera de los circuitos. No somos amigos. No quedamos. Pero nuestra relación dentro de los circuitos es muy cordial; cuando nos vemos, nos saludamos y hablamos de temas que no necesariamente tienen que ver con las carreras. Si lo comparamos con la relación que teníamos hace unos años, ahora hay mucho más respeto. Y es mejor así, pero no, no hay una amistad.

XL. ¿Tiene algún amigo en el circuito?

J.L. Sí, mi mejor amigo es un piloto que corre en moto 2. Ricky Cardús. Pero me llevo bien con los cuatro pilotos de Yamaha vamos a ver, amigos de verdad tengo tres o cuatro, como todo el mundo. Luego tienes amistades, gente conocida y luego está lo de Facebook, que lo llaman ‘amigos’, pero es otra cosa. Yo tengo tres o cuatro amigos que sé que no me van a fallar, que si lo necesito, si sucede algo grave, me van a ayudar. Esos son los de verdad.

XL. Pero dice que no llama a nadie después de las carreras… 

J.L. No soy muy llamador, digamos. No me gusta mucho hablar por teléfono. Me comunico mucho por WhatsApp y, cuando estoy tranquilo en mi casa, sí llamo a mi familia, pero durante las carreras no llamo por teléfono.

XL. Y eso que es de los pocos pilotos que viajan sin familia y sin novia. Empezó con su padre muy cerca, pero en un momento decidió apartarlo. ¿Fue también parte del proceso de madurez?

J.L. Bueno, cada familia es un mundo. Es mi opinión personal y otros pilotos tienen otra. Pero, para mí, mi trabajo es como ir a una oficina, y tú no llevas a tu padre a la oficina ni a tu novia. Llevar a tus padres cuando viajas tanto está bien porque te sientes protegido y te cuidan, pero, por otra parte, necesitas estar pendiente de ellos, lo cual te resta tiempo para trabajar.

XL. Pero su padre no iba en calidad de padre, fue él quien lo metió en este mundo, actuaba como agente.

J.L. Y gracias que fue así porque, si no, no hubiese llegado a ningún sitio. Mi padre es mi padre y, junto con mi madre, es la persona más importante de mi vida. Él me hizo la primera moto, me metió la pasión, pero en la vida necesitas diversas figuras para alcanzar tu objetivo, y mi padre no puede ser mecánico, mánager y jefe de prensa a la vez.

XL. Y novias tampoco lo acompañan, aunque si googleas salen unas chicas estupendas en portadas de revistas que aseguran ser sus novias…

J.L. No, esas chicas no han sido mis novias. Para nada. Solo he tenido una novia en mi vida y hace mucho tiempo. Desgraciadamente he tenido una mala experiencia con ese tipo de chicas que se quisieron aprovechar de mi fama para salir en las revistas. Lo consiguieron. Ellas tuvieron su minuto de gloria y yo aprendí una lección importante.

«Hay chicas que se han aprovechado de mi fama para salir en las revistas. Ellas tuvieron su minuto de gloria y yo aprendí una lección importante»

XL. ¿Tiene novia ahora?

J.L. No, desde 2006 estoy soltero.

XL. Practica un deporte de riesgo en el que se producen accidentes mortales y caídas con tremendas consecuencias. ¿Cómo vive esto? ¿No siente miedo?

J.L. Soy consciente de que es un deporte de riesgo, como todos los pilotos de la parrilla; no hace falta mirar muy atrás prse cuenta de ello, pero es nuestra pasión y, cuando sales a la pista, no sales pensando en lo que te puede pasar. Le tengo miedo a la muerte, como cualquier persona. A nadie nos gusta que nos llegue la hora. Lo afrontas, pero intentas no pensar mucho en ello.

XL. ¿A qué le tiene miedo?

J.L. A las preguntas peligrosas… y a las cucarachas [sonríe].

XL. ¿En qué piensa cuando va en la moto a 300 kilómetros por hora, si es que da tiempo a pensar en algo?

J.L. Cuanto menos pienses, mejor, para no perder la concentración. En cuanto aparecen pensamientos en la cabeza, puedes equivocarte e ir más lento. Lo mejor es sentir la moto y no pensar.

XL. Sin cuestionar sus méritos, cuando empezó esta temporada, las cosas no pintaban fáciles y, sin embargo, la lesión de Stoner al principio, la caída de Pedrosa al final… Todo ha ido cuadrando para que ganase, incluso antes de lo previsto. ¿Diría que ha tenido suerte?

J.L. A principio de año no éramos los favoritos, era Casey Stoner. Y pudimos luchar contra ese pronóstico. Stoner ha hecho una gran temporada hasta su lesión. Pero las lesiones y las caídas forman parte de este juego y a veces, cuanto más arriesgas, más posibilidades tienes de hacerte daño; digamos que tienes más papeletas. Este año le ha pasado a Stoner. En 2010 le pasó a Valentino. Y claro que la suerte influye, influye muchísimo. Yo he tenido mucha suerte durante toda mi carrera. Siempre he estado en el momento justo donde tenía que estar, pero también he sido valiente cuando lo he tenido que ser.

XL. Hay otros pilotos, en cambio, como Dani Pedrosa, que dan la impresión de tener muy mala suerte… 

J.L. Bueno, muy mala suerte es la que han tenido pilotos que han perdido la vida en un circuito o que se han hecho mucho daño. Dani no ha conseguido todavía su sueño de ser campeón del mundo de moto GP, pero la verdad es que como todos nosotros -los pilotos de moto GP- tiene un trabajo maravilloso, éxito, dinero, y ha sido campeón del mundo de 250. No creo que eso sea mala suerte…

XL. Ya imagino que la crisis a usted no le afecta mucho, pero ¿es consciente de la situación que viven en nuestro país la mayor parte de los jóvenes de su edad?

J.L. Claro que soy consciente. Al motociclismo le ha afectado la crisis, como al resto de los deportes. Antes, los pilotos de 125 cobraban por correr; ahora, solo hay dos o tres pilotos que están cobrando y los demás están poniendo dinero para correr. En moto 2 pasa algo parecido. Ahora bien, si hablamos de los cinco mejores de moto GP, aunque tenemos más dificultades para encontrar patrocinadores, somos muy afortunados por tener el salario que tenemos y hacer el trabajo que amamos. Si me pongo en el pellejo de los que tienen tanta dificultad para encontrar empleo… debe de ser muy, muy duro. Entiendo que se manifiesten y que se quejen.

XL. Es sabido que entre sus aficiones está escuchar música, sobre todo Red Hot Chili Peppers o Linkin Park, pero ahora le gusta también ¡la bachata!

J.L. Todo el mundo se extraña. Parece que no me pegara mucho, pero tiene una explicación. Desde los 15 años viajo a Santo Domingo, me gusta mucho el país; allí escuchan bachata y me enganché.

«Soy consciente de que hago un deporte de riesgo. Tengo miedo a la muerte, como todo el mundo, pero no salgo a la pista pensando en lo que me puede pasar»

XL. ¿Y la baila?

J.L. Un poquito, no mucho. No soy muy bueno.

XL. En cuanto al cine sigue diciendo que su película favorita es Pulp fiction. Pero no suele mencionar ningún libro. ¿Le gusta leer?

J.L. Sí, leo. No me gustan las novelas, la ficción. Me gusta la realidad. Biografías de personajes que me llamen la atención. El último que he leído es el de Tyler Hamilton, el ciclista que habla del dopaje.

XL. En los tiempos muertos en los circuitos ve series de televisión…

J.L. Sí, la última que he visto es Crónicas vampíricas. También Californication, Entourage y una española que se llama Punta Escarlata.

XL. ¿Qué sueño le queda por cumplir?

J.L. En lo deportivo, repetir porque ya no puedo conseguir nada más importante que el Mundial GP, lo que no será fácil porque los jóvenes -más jóvenes que yo- vienen apretando fuerte desde moto 2, como Marc Márquez. Y Rossi vuelve a Yamaha, con lo cual irá muy rápido. Pero ahora el sueño es más personal: encontrar a una chica que valga la pena para tener hijos y formar una familia.

XL. ¿Cómo le gustaría ser recordado?

J.L. Como un piloto con mucha capacidad para superarse a sí mismo y esforzarse por mejorar. Ganar titulos está bien, pero llegan si trabajas. Personalmente, me gustaría que la gente me conociese más por cómo me comporto cuando estoy fuera de los circuitos, lo que a veces es difícil.

XL. ¿Cree que se ha dado una imagen de usted que no es la real? Que eso de la chulería o el tipo duro no era tan así como parecía…

J.L. Eso espero que haya pasado a mejor vida. Por suerte, muchas personas han cambiado la opinión que tenían de mí. Quitarse esa fama de encima no ha sido nada fácil. En el pasado hice declaraciones que no tenía que haber hecho, para mostrarme más duro o más fuerte de lo que era. No solo en los medios, sino en mi vida privada no sabía la mejor forma de tratar a las personas, pero poco a poco he ido aprendiendo y mejorando esos aspectos.

XL. ¿Lo ha hecho por su cuenta o con la ayuda de un psicólogo?

J.L. Yo, por mi cuenta. El gran mérito que he tenido en mi cambio es que lo he hecho yo mismo; me he autoayudado. Por lo que me ha enseñado la vida, por libros que he leído, por fijarme en gente que tenía cualidades que yo no tenía… así es como lo he hecho.

XL. Dice que quiere ser más ángel que diablo, pero quizá la imagen de chico malo se ajusta más a usted, de forma natural, y por eso la prensa la ‘compró’…

J.L. Espero que ahora me veáis de manera diferente. Mis facciones son duras y mi voz es grave, pero espero que de ese aspecto de diablo, entre comillas, que dicen que tengo, vean lo positivo. No tengo malicia ni me creo superior a nadie. En realidad tengo buen fondo.

El chico de los records

CON TRES AÑITOS. Comenzó en la competición de minicross con solo 3 años, con una moto que le hizo su padre.

PERMISO ESPECIAL. Debutó en el Campeonato de España con un permiso especial: solo tenía 13 años.

EL MÁS JOVEN. Es el piloto más joven en participar en una carrera del Campeonato del Mundo, con 15 años. Hizo su debut con una Derbi de 125 cc en Jerez.

EL «POR FUERA». En 2004 obtuvo su primera victoria en un gran premio. Fue en Brasil, donde una impresionante maniobra de adelantamiento sobre Casey Stoner y Dani Pedrosa le valió el apodo de Por Fuera.

RECORD DE POLES. En 2006 gana el Campeonato del Mundo de 250. Logró 8 victorias e igualó el récord de poles en una temporada, con 10…

DOMINAR LA CATEGORÍA. En 2007 retuvo el título del cuarto de litro con 9 victorias en carreras que inició desde la pole. Con tan solo 20 años se había convertido en doble campeón del muno de 250 cc.

DEBUT ARROLLADOR. En su primera carrera en moto GP logró la pole, lo que no hacía nadie desde Max Biaggi 10 años atrás. Logró también pole en las dos siguientes carreras; el primer piloto que sumaba ‘3 de 3’ en su debut.

EN LO MÁS ALTO CON 23. En 2010 hizo podios en las 12 primeras carreras y ganó 7. Con 23 años se convirtió en el segundo español campeón del mundo en la categoría reina, 11 años después de Álex Crivillé.

EL DOBLETE. En 2012 fue el primer español que gana dos veces el Mundial GP. Se clasificó primero o segundo en todas las carreras que terminó. Solo que no pudo hacerlo en Holanda, al ser derribado por otro piloto.

HACIENDO HISTORIA. Es el tercer piloto en los 64 años de historia que conquista más de un título mundial tanto en la categoría intermedia como en la categoría reina.

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