A los cuarenta y tres años sigue siendo una de las mejores modelos del mundo. Ni el paso del tiempo ni su carácter volcánico han logrado deshacer su reinado. Veinticinco años después de su primera portada, Naomi hace balance de su carrera. Por J. C. M. 

Llega tarde. Naomi Campbell siempre llega tarde. La impuntualidad es tan consustancial a ella como su belleza. Tras 2 horas y 51 minutos de espera, la puerta se abre y aparece envuelta en un vestido negro y con el móvil pegado a la oreja. Campbell cruza con paso firme el estudio, con las caderas oscilando con ese compás que Vogue describió como su mágico «vaivén de la pasarela».

El cuerpo de Naomi no es que resulte asombroso para una mujer de 43 años; es asombroso… y punto. Estamos hablando de una mujer que durante la adolescencia compartió habitación con Christy Turlington y es la nieta honoraria de Mandela; que ha aparecido en vídeos musicales de Bob Marley y George Michael; y entre sus exnovios se encuentran Robert de Niro y Mike Tyson. Cuando estaba saliendo con Campbell, el exboxeador dijo de ella: «Naomi no le tiene miedo a nada».

En su día se reconoció culpable de agredir con un móvil a su secretaria, de haberle tirado un Blackberry a una asistenta y de agredir a dos policías en el aeropuerto de Heathrow.

 «Soy muy mandona. No me gusta ir de perdedora y trato de salirme con la mía»

Y ahora, un cuarto de siglo después de su primera portada, la historia de Campbell entra en un nuevo capítulo. Hoy es presentadora y productora de The face, un concurso televisivo para aspirantes a modelo. Sobre el programa asegura: «Me gusta porque en él actúo como mentora, no como jueza. No quisiera que una chica sintiera que sus sueños se han ido a tomar viento por mi culpa. Ahora, soy directa y digo lo que pienso. Si mis chicas hacen algo bien, las elogio. Pero si se equivocan, se lo digo. No me ando con medias tintas, porque en la vida real nadie se anda con ellas».

Aunque los profesionales de la moda tienen claro que Campbell no es una muñequita, también elogian su lealtad y su compromiso. Su amiga Donatella Versace ha dicho de ella: «La gente siempre está repitiendo que es una irritante niña mimada. Pero no es así. Naomi tiene las ideas muy claras y es muy generosa». En 1985, campbell tenía 15 años estudiaba en el sur de Londres cuando fue descubierta por una representante de modelos. No había cumplido los 16 y ya era chica de portada. «Yo no me gastaba el dinero en revistas, así que no sabía ni lo que era posar. Improvisé. Recurrí a lo que había aprendido en las clases de baile, me puse a saltar, y a los fotógrafos les gustó».

«Como modelo -agrega- aprendí de los mejores. Yves Saint Laurent, Alaïa… Gianni Versace se desvivía por sus modelos. Estábamos muy unidos, y por eso Donatella y Allegra son como de mi familia. Yo confío en ellas, y ellas en mí; las vacaciones las pasamos juntas». Para Campbell, los últimos años ochenta y los primeros noventa fueron no solo sus años de esplendor, sino la edad de oro de su profesión. En mis tiempos era normal que John [Galliano] te llamara antes de un desfile y te pidiera tu opinión. Lo hablábamos… De forma que teníamos claro cómo había que plantear el desfile». Ahora, a su juicio, las modelos han pasado a un segundo plano. «Nosotras [Christy Turlington, Linda Evangelista, ella misma] estábamos a un nivel superior, porque teníamos una relación personal con los diseñadores, una verdadera colaboración. Lo mismo pasaba con los fotógrafos. Estábamos muy unidas a Steven Meisel, a Mario [Testino] En mis comienzos era normal que los diseñadores te escogieran directamente. Luego íbamos a cenar y salíamos de noche. Pero ahora todo está en manos de los directores de casting. La distancia entre modelo y diseñador es mayor, hay más intermediarios».

«En mis tiempos, las modelos tenían un nivel muy superior al tienen hoy»

Campbell se muestra muy preocupada por la marginación de los modelos de raza negra. «Vienen a hablar conmigo, me dicen que no encuentran trabajo y me piden ayuda. Me lo tomo a pecho. Llevo 27 años en este negocio, y las cosas no han mejorado. Tenemos que denunciar la situación y ayudar».

Campbell ya solo trabaja como modelo si se cumplen determinadas condiciones: subirse a la pasarela como invitada especial del diseñador. Su última aparición la realizó como protagonista inicial y final del desfile de Versace celebrado en julio en París.

Durante las siete horas que dura la sesión, Campbell no levanta la voz ni monta un numerito. Le pregunto si considera justa la imagen que se tiene de ella. «Bueno, todo el mundo tiene su mal genio. El mal genio es solo una emoción. Pero ¿me importa lo que diga la gente? Todo el mundo tiene derecho a tener su opinión».

¿Y cuál es la suya?, le pregunto. ¿Se siente feliz tal como es? «Yo estoy en evolución constante. Pero sí, me siento feliz tal como soy. Soy observadora e instintiva. En la vida cometes errores. Yo he sido lo bastante honesta como para reconocerlo. Ya sabes de qué te estoy hablando, así que no voy a volver otra vez sobre lo mismo. Y, bueno, yo reconozco mis errores, pero no me arrepiento de nada. No soy de esas que siempre están arrepintiéndose de las cosas. ¿Que si soy mandona? Mucho. No me gusta perder, y cuando me dicen que no, me las arreglo para que al final sea un sí. Pero también soy leal. Generosa. Y voy con la verdad por delante. Para ser modelo, una debe ser capaz de trazarse un camino, pero a la vez ha de seguir siendo quien es, conservar su personalidad. En el programa, a mis chicas siempre les digo que están en una competición. Y que no pueden dormirse, pues siempre estás compitiendo. Una no está aquí para hacer amigos».

Diez secretos de Naomi

1. En 2007 entrevistó para la revista masculina GQ a Hugo Chávez, el ya fallecido presidente de Venezuela. En vez de hablar de política, lo hicieron sobre los uniformes de Fidel Castro y la vuelta de las Spice Girls. «Es un ángel revolucionario», afirmó más tarde la modelo.

2. Naomi Campbell nunca sale de casa sin Pickapeppa. Siempre tiene a mano esta salsa de vinagre jamaicana, incluso la lleva en el bolso cuando va a comer a un restaurante.

3. Con 18 años, y después de que Yves Saint Laurent amenazara con retirar sus anuncios si Naomi no era portada, se convirtió en la primer negra en ocupar la cover de Vogue.

4. Una variedad de rosa lleva su nombre desde 2006. La Red Naomi también tiene medidas de ensueño, con 90 cm, su tallo es casi tan largo como las piernas de la supermodelo (97 cm).

5. A Naomi le gusta posar desde niña. Su primera aparición fue en 1978, a los 7 años, junto con el músico de reggae Bob Marley, que se encontraba en Londres grabando un vídeo.

6. Deportistas, músicos, actores… Todos los ex de Naomi tienen algo en común: son ricos y poderosos. La modelo lo ve de otra manera. «A la mitad de ellos los hice famosos yo», afirma.

7. En 1996 vendió millones de copias y ocupó el número uno de las listas en Japón gracias a su colaboración con el cantante Toshinobu Kubota. La canción: La la la love song.

8. Campbell fue condenada en 2007 a barrer aceras y limpiar baños públicos para los servicios de limpieza de Nueva York por haberle tirado un móvil a la cabeza a una empleada.

9. En 1994 se dejó fotografiar desnuda junto con otras modelos para una campaña de la organización de defensa de los animales PETA y se manifestó contra el uso de pieles. Sin embargo, aquello no le impidió protagonizar la publicidad del peletero Dennis Basso 15 años después. En su opinión, no hay motivo para enfadarse. «Ya lo aclaré con la gente de PETA».

10. Naomi Campbell mantuvo una estrecha amistad con Nelson Mandela. El político decía c  cariñosamente de ella que era su nieta honoraria.

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