Steven Pinker, el padre de la psicología evolutiva

A Steven Pinker lo conocí en la Universidad de Harvard cuando ya era uno de los profesores más reconocidos como fundador de la psicología evolutiva y experimental.

Pinker sabía de casi todo y de todo lo que no sabían los demás: que los sentimientos cuentan más que la razón y que cualquier tiempo pasado fue peor.

A Pinker le debemos, gracias a los estudios que ha dirigido a lo largo de los años, el gran descubrimiento de que nuestros antepasados fueron mucho más violentos que nosotros; que los índices de violencia han estado disminuyendo sin interrupción a pesar de dos guerras mundiales; y que nuestra manera de vivir es hoy mucho más tranquila y pausada que en el pasado. Los estudios académicos realizados demuestran que, si la tasa de mortalidad característica de las guerras en el pasado hubiera prevalecido en pleno siglo XX, se hubieran producido dos mil millones de fallecimientos en lugar de los cien millones efectivamente acaecidos.

«A Pinker le debemos el gran descubrimiento de que nuestros antepasados fueron mucho más violentos que nosotros»

Cualquier manual de historia social revelará que la tortura y la mutilación eran formas rutinarias para cumplir con una condena social. El tipo de infracción que conllevaría hoy una simple multa solo se vería compensada entonces con penas de muerte impuestas por meras críticas al Rey o por haber robado una lonja de pan. El resto eran casi todo condenas para hacer reír, como la del famoso descenso paulatino del gato castigado a la hoguera para que todo el mundo reventara a carcajadas mientras el animal se debatía con el terror de la muerte.

No es que trate de menospreciar la violencia o el sufrimiento en nuestro tiempo, sino de valorar la evolución positiva que en este sentido ha experimentado el ser humano. Pinker ha descubierto los cimientos del optimismo.

¿Quién es?

Psicólogo experimental, científico cognitivo y lingüista canadiense. 60 años. Es profesor de Psicología en Harvard. Defensor de la psicología evolucionista, la que sostiene que la mente humana evolucionó por selección natural, de la misma forma que lo hicieron otras partes del cuerpo.

¿De dónde viene?

Nació en la comunidad judía de habla inglesa de Montreal en 1954, pero se declara ateo. Su padre abogado trabajó como vendedor y su madre ama de casa fue después profesora. Su especialidad empezó siendo el desarrollo del lenguaje en niños, explicado en su libro El instinto del lenguaje, de 1994.

¿Qué ha aportado?

Plantea que el cerebro es cambiante y moldeable: por lo que es importantísimo saber gestionar los propios sentimientos, que contribuyen a definir nuestro cerebro. A partir de sus trabajos, se ha podido analizar el nacimiento de la empatía y su evolución.

La anécdota

Se ha casado dos veces, con dos psicólogas, y ahora vive con una profesora de Filosofía. No tiene hijos, lo cual se le ha recriminado, ya que defiende que estamos programados para beneficiar a nuestros genes. Él responde con humor: «Soy feliz así; si a mis genes no les gusta, que se tiren de un puente».

Nuevo XL Semanal
El nuevo XLSemanal

A partir de ahora consulta los nuevos contenidos en la web de tu periódico

Descúbrelos