No dejan a nadie indiferente. Ni encima del escenario ni fuera de él

El flamenco viaja al norte. Por segundo año consecutivo, Pamplona se convierte durante ocho días (del 22 al 30 de agosto) en la capital del cante y del baile. La segunda edición de festival Flamenco on Fire está a punto de abrir sus puertas con un cartel excepcional. el Ballet Nacional de España, Carmen Linares, Pepe el Habichuela, Estrella Morente, Manuela Carrasco, Antonio Canales, Farruquito y Remedios Amaya. Con los dos últimos nos hemos citado antes en Sevilla. Puro arte. Vea si no

FARRUQUITO

Gitano con mando en plaza, es el patriarca de los suyos. Controla, marca las distancias y pone condiciones. Si me vas a preguntar sobre el accidente, me levanto y me voy. Hablamos solo de mi trabajo . Juan Manuel Fernández Montoya (Sevilla, 1982) no es el personaje dulce que aparenta cuando se pone en marcha una cámara; es un bailaor de genio y carácter.

XLSemanal. ¿Lo puedo llamar Juan?

Farruquito. Claro, me lo llama muchísima gente.

XL. ¿’Ponerse farruco’ es ponerse violento o chuleta?

F. ‘Ponerse farruco’ es ‘avalentonarse’, demostrar mucho carácter; pero no chuleta. Si ‘te pones farruco’, es que te propones algo y lo consigues. Mira la definición en el diccionario.

XL. ¡Ya, ya! 

F. Mi abuelo era muy farruco, le echó muchísimo valor a la vida. En plena posguerra aprendió a bailar por necesidad. Y luego fue a buscarse la vida por las tabernas, con su hermano más pequeño. Lo de ‘farruco’ le viene como anillo al dedo.

XL. Su abuelo, que era el patriarca de la familia, decidió. Este es el que me va a seguir y le tenéis que hacer caso .

F. No es exactamente así. Cuando mi abuelo se fue, yo tenía quince años. A él le gustaba que yo siguiera sus pasos y, cuando se puso malo y se iba a ir, lo único que dice es que quiere que yo siga con su tradición.

XL. No parece que su abuelo se refiriera solo al baile cuando pidió que los demás lo obedecieran a usted como antes a él.

 F. Los medios de comunicación siempre engordan las cosas. Es verdad que yo me quedé con la compañía de baile; pero aquí no hay autoridad, no hay patriarca, todos consultamos a todos. No somos una mafia, somos una familia que se quiere muchísimo y que tiene presentes las tradiciones.

XL. Al final, siempre hablamos de lo mismo. que si la raza gitana, que si los payos, que si la pureza

F. Es que hay racismo en todas partes. Dentro del mundo flamenco también.

XL. Pero si en el flamenco los gitanos son los amos.

F. Existen celos porque el flamenco lo traen los gitanos que se afincan en la baja Andalucía. Hay una rivalidad muy fea, muy tonta entre gitanos y payos en el cante y en el baile. No se dan cuenta de que ser flamenco es otra cosa. no es ser payo ni ser gitano. Yo bailo porque mi alma lo necesita. Para mí, la pureza es todo lo que se haga con el corazón.

XL. Su padre murió en un escenario, cantando, mientras usted bailaba.

F. Fue un shock. Me quedé parado, estuve un año sin bailar, no asimilaba lo que me había pasado. Pero luego me di cuenta de que la vida es muy corta y volví a disfrutar de las cosas. Empecé a bailar más lento, con otro ritmo. Tras la muerte de mi padre, mi velocidad cambió sustancialmente.

XL. ¿Hasta dónde llegó en el colegio?

F. Hice segundo de bachillerato, pero no me dio tiempo a estudiar más porque ya tenía mucho trabajo; era muy buen estudiante. Después quise estudiar Derecho, pero he terminando aborreciéndolo.

XL. ¿Desde que tuvo problemas con la ley?

F. Sí, aborrecí el entramado de las leyes. Pero siempre me ha gustado estudiar y leer.

XL. ¿Qué lee ahora, Juan?

F. Últimamente estoy leyendo la biografía de Mahatma Gandhi y estoy alucinando de cómo era esa persona.

XL. ¿Por qué eligió ese libro?

F. No lo elegí, me cayó en las manos; yo nunca he elegido un libro, siempre me los he encontrado o me los han regalado.

XL. ¿Es un hombre disciplinado?

F. ¡Por favor! Si yo no tuviera mucha disciplina, no podría bailar ni podría crear un espectáculo. letra, música, coreografía, escenografía, sonido Sin disciplina no llegas a ningún lado.

XL. ¿Cómo se organizó cuando estuvo 18 meses en la cárcel?

F. Allí entrenaba y bailaba todos los días. Cogí una tabla y me busqué un sitio para hacerlo.

XL. ¿Y otros presos le echaban palmas?

F. Nadie. Allí bailaba solo para estar concentrado. Durante aquellos meses compuse letras, música, escenografía, vestuario todo un espectáculo puro que presenté en Mallorca, en el Palma Arena, al salir.

XL. Con todo aquello que pasó, ¿ha necesitado un psicólogo o algún otro profesional que lo ayude?

 F. Yo he tenido la suerte muy grande de tener a mi lado una familia y unos amigos maravillosos.

XL. ¿Los de su raza no van al psicólogo?

F. ¿Por qué no? Aunque un buen amigo que sabe escucharte y sabe decirte, al fin y al cabo es un psicólogo, aunque no sea profesional. Pero estoy pensando alguna vez fui a uno y, la verdad, me ayudó; pero, al final, me di cuenta de que lo mío tenía más que ver con seguir para delante y con rodearme de cariño.

XL. Sorprendió muchísimo que, después de aqute y antes de entrar en la cárcel, celebrara una boda espectacular para la que incluso llegó a pedir un crédito.

F. Yo no, lo pidió mi madre. En ese momento la pilló, como ella dice, ‘tiesa’. Y, como no podía hacernos los regalos que quería, pidió un crédito para que celebráramos la boda.

XL. ¿No le pareció una provocación en aquel contexto?

F. ¿Sabes por qué fue así? Porque nosotros tenemos la tradición de que nos casamos para toda la vida y nosotros tenemos por tradición que todas las familias aporten algo el día de la boda. Y yo tengo mucha familia. Hubiera sido imposible que nosotros pagáramos solos todo aquello. unos pusieron los caballos; otros, el traje

XL. Pero la novia estaba muy seria.

F. ¡Pobrecita mía!, estaba agobiadísima. Había muchísima gente y muchos se colaron, pero nos lo tomamos con unas risas y dijimos. ¡Qué le vamos a hacer! Que coma y que beba todo el mundo, y cuando se acabe la comida y la bebida, pues nos vamos para casa .

XL. ¿Su mujer trabaja?

F. Más que yo, pero en mi casa. Tengo un niño de casi tres años, que va a ir al colegio, y dos gemelas que no nos dejan dormir. Ella siempre ha sido ama de casa.

XL. ¿Es de los que llevan a gala que la mujer no debe trabajar, que para eso ya está el marido?

F. Ella me conoció a mí bailando, cuando yo tenía 13 años y ella, 12. Y ella decidió estar siempre en casa y nos va bien así. Un día le pregunté si le gustaría hacer algo y me dijo. Es que no hay nada que me guste más que estar aquí, esperando a que tú llegues, con mis niños .

XL. A raíz del problema que tuvo, que no podemos nombrar, hay países en los que no puede trabajar.

 F. A Nueva York no me dejaban ir, pero ya se está arreglando y voy en marzo. Y en Japón todavía no puedo entrar por lo de la ley y por las historias esas, y me duele mucho. Yo tenía un contrato con mi hermano Farru, con Juan de Juan y yo me quedé en casa llorando. Pero he aprendido a ver el éxito en lo personal, no en lo que la gente ve desde fuera.

REMEDIOS AMAYA

Te clava la mirada mientras habla, como si te escrutara el alma. Es gitana guapa y despachada, y acude a nuestra cita rodeada de amigas y de la mano de una de sus nietas. Es pura espontaneidad.

XLSemanal. ¿Es la primera vez que canta en Navarra?

Remedios Amaya. Sí, nunca había cantado en Pamplona, pero estoy muy contenta. Allí gusta mucho el flamenco.

XL. Tendrá que demostrarles por qué la llaman la Camarona.

R.A. Para mí es un orgullo, aunque me da mucha vergüenza. Es muy fuerte que digan que soy Camarón en mujer.

XL. Se la ve contenta.

R.A. Sí; y te voy a revelar algo que no he dicho a nadie

XL. Que, por fin, va a grabar el tan cacareado disco producido por Alejandro Sanz.

R.A. No; con Alejandro lo haré más adelante, si Dios quiere.

XL. ¿Se ha rajado Alejandro? 

 R.A. No, cuando me dijo que me lo produciría fue de corazón. Yo a él lo amo porque es una bellísima persona y como artista, chapó, ¿vale? Yo muero con él. Tú no te preocupes, Alejandro, que si Dios quiere, cuando tú puedas, pues lo hacemos .

XL. Entonces, ¿cuál es la exclusiva?

R.A. Es la primera vez que lo digo. me ha cogido la casa de discos Warner y estoy muy contenta, amiga. Voy a hacer un disco de versiones por primera vez. Yo nunca he cantado por boleros ni canciones de esas lentas, tan bonitas.

XL. ¿Cuándo saldrá?

R.A. Si Dios quiere, en Navidad. Estoy superfeliz, amiga.

XL. No para de nombrar a Dios, ¿es usted muy religiosa? 

R.A. Yo amo a Dios por encima de todo; lo amo, lo amo.

XL. ¿Reza al Cristo de los gitanos?

R.A. Yo creo que el tuyo y el mío es el mismo Cristo. Yo no soy muy de procesiones ni de la Iglesia católica.

XL. Pero se la ve siempre en el Rocío.

R.A. Voy al Rocío a divertirme, cariño. Yo no creo en las imágenes. Creo en la tradición de tu familia. Hay costumbres en mi raza que son muy bonitas.

XL. No todas, ¡eh!

R.A. ¿Lo dices por lo del pañuelo? Pues es una costumbre muy bonita y no se debe perder.

XL. Ellos, bien vividos, le piden a la mujer que sea virgen ¿Por qué ellas no les exigen lo mismo a sus hombres? 

R.A. Bueno, el hombre es el hombre. A mí no me gusta que una gitana se case jovencita, pero sí que guarde su virginidad. La mujer gitana, si quiere sacar la alegría para sus padres y para su familia, la honra tiene que guardársela. Y el hombre se supone que también.

XL. ¿Conoce a muchos hombres que se guarden la honra? 

R.A. Sí, claro que los habrá, si es jovencito ¿por qué no?

XL. ¿Está cansada de que le recuerden su paso por Eurovisión? [No obtuvo ningún voto].

R.A. Pues te voy a contar una cosa que no he contado nunca, ¿vale? Para mí es como si hubiese ganado, porque me sirvió mucho para mi carrera. Si hubiese quedado la quinta o la octava, no me hubiesen recordado tanto La barca como me la recuerdan.

XL. ¿Qué pasa por su cabeza cuando, años después, nos representa Chikilicuatre y le conceden 55 puntos?

R.A. ¡Hombre, compañerita! A mí aquello me mató [ríe]. Yo fui representando a España y a mi raza. Pero, amiga, eso me perjudicó.

XL. ¿El ser gitana?

R.A. Claro, había actitudes muy racistas. Esto tampoco lo he contado nunca. allí, en Múnich, me dio mucha pena cómo me trataron por ser gitana, se me partía el alma. Recuerdo la mirada del regidor, era de desprecio. No me gustó cómo me miraba aquel hombre, amiga.

XL. Pero por una mirada no se pierde un concurso.

R.A. Nunca he dicho toda la verdad de lo que pasó, pero te la voy a decir ahora, compañerita. Yo no ensayé como los otros artistas, yo ensayé solo una vez y no me dejaron terminar la canción. Es la primera vez que lo digo. allí había mucho politiqueo, mucho racismo y yo era muy jovencita y me manipularon los de Múnich.

XL. ¿Cree que la miraban mal también por ser gitana?

R.A. Entonces y ahora; el racismo sigue; aunque entonces era peor, a mí no me dejaron ir al colegio por ser gitana.

XL. ¿Cómo fue eso?

R.A. Pues, mira, me acuerdo de que iba muy contenta con mi maletita, con mi cuaderno, con mi lápiz era el primer día de clase. ¡Ay! ¡Que voy al colegio, que voy a aprender a leer y a escribir! . Pero, al llegar, sale la directora del colegio una mujer seria, muy seria y dice. Aquí no se admiten niñas gitanas . Y me fui de vuelta para mi casa. Entonces mi abuela, que en gloria esté, me dijo. Tú no te preocupes, hija, que tú vas a saber leer como todas las demás .

XL. ¿Y quién le enseñó?

R.A. Al principio, nadie; porque mi abuela tampoco sabía. Años después, cuando empecé a bailar, mis amigas bailaoras me enseñaron. No sé mucho, cariño; pero un poquito, sí.

XL. Es paradójico que no la admitieran en el colegio por gitana y, sin embargo, la llevaran a representar a España en el festival más importante que había de la canción.

R.A. Paradójico, además de verdad. De pequeña, incluso, como las cosas en mi familia estaban regulares, tuve que salir a pedir. No me da vergüenza decirlo, empecé a salir a la calle a pedir para llevar de comer a mi casa. Y muy orgullosa.

XL. Luego se casó con un payo.

R.A. Con un payo maravilloso, que se dedicaba a la construcción, pero murió hace ocho años y me quedé con dos hijos. con mi José Luis y mi hija, Samara, ¿vale?

XL. ¿Por qué dejó de cantar durante once años?

R.A. Te voy a contar la verdad, y esto no lo he contado nunca. me sentí engañada por algunos representantes.

XL. A lo mejor por no saber leer.

R.A. Puede ser, puede ser, amiga. Me engañaron y se me quitaron las ganas de vivir y de trabajar. Por eso, me aparté un poco.

XL. ¡Once años!

R.A. Como mis hijos eran chiquititos y vivía bien, no me hacía falta nada, ¿vale? Me dije. Estoy cansada, no soporto a las personas que me engañan, prefiero dejarlo por ahora y ya llegará mi momento .

XL. ¿Y ese momento ha llegado?

R.A. He sufrido mucho, compañerita. ¡Ya no más!

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