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EL BLOC DEL CARTERO

Hispanidad

Lorenzo Silva

Lunes, 31 de Octubre 2016

Tiempo de lectura: 5 min

Con motivo de la reciente celebración del día de la Hispanidad, que es también la fiesta nacional de España, surgieron una vez más voces airadas contra la festividad de la fecha. Quizá la más original fue la de un edil catalán que manifestó que no podía conmemorarse como acontecimiento feliz el día que dio lugar al «genocidio latino» (sic). Tan delicioso anacronismo pone de manifiesto la paradoja que encierran las actitudes antihispánicas (he ahí lo que late, en el fondo) referidas al hecho del descubrimiento y ulterior conquista de América. Con sus episodios oscuros, que los tuvo, la empresa que se inició con el viaje de Colón dio lugar al mundo que conocemos y a lo que es América hoy. Aquel genocidio dejó tantísimos testigos que hoy son cientos de millones sus descendientes que hablan español. LA CARTA DE LA SEMANA

A lo mejor la rara soy yo

Lo que vas a leer es solo la opinión de una adolescente de 16 años. Si ahora mismo coges tu móvil y entras en cualquier cuenta de cualquier adolescente... Por ejemplo, Instagram. Una chica, Lucía, de 17 años, sube una foto. Se la ve apoyada en un árbol; a los diez minutos ya tiene un comentario. «Deja algo pa los demás mi reina». Lucía responde: «Mira quien lo dice t as visto bb». Otro comentario, de un tal Bryan24: «teamooo bebeee» y Nerea le responde. «yo a ti si q te love mi reeeey». Entramos ahora en otra cuenta, de Marina. En la foto, con su hermana. Comentarios. «Perooo mi gorrrdi k guapa»; «Que zorris como sois tan bellas». La mayoría de estos comentarios se intercambian entre quines si se ven por la calle ni se saludan, pero aquí lo que importa es hacer lo que hacen los demás, usar las palabras o los 'piropos' que los demás escriben, la mayoría falsos, en las redes sociales. Puede que comportarse así sea un modo de integrarse en la sociedad. El problema es que de los comentarios ya han pasado a la forma de vestir e incluso de hablar. Al final, todos los adolescentes logran ser un mismo muñeco que cambia dependiendo de la moda y las nuevas tendencias. I. G. R. Errenteria (Guipúzcoa)
Por qué la he premiado... Por traernos noticia puntual (y pertinente) de ese lugar que tanto nos interesa, dónde se cuece lo que hemos de ser.

A continuación el resto de cartas de la semana.

Mi derecho a mirar al vacío

Leo tristemente que Metro de Madrid ha lanzado una iniciativa pionera. publicidad en los túneles de metro. No ya en las estaciones. en los túneles. No utilizo mucho ese transporte, pero cuando lo hago me gusta ir tranquila, sin que se me someta a mensajes que dudo sean de mi interés. Cada vez sufrimos más contaminación acústica y lumínica a través de mensajes publicitarios. Esto va unido a la malísima educación de cierta gente que se cree con derecho a ver vídeos en sus móviles en lugares públicos utilizando el máximo volumen, sin ponerse unos auriculares. Quiero 'mis' espacios. Los exijo. Lugares en los que pueda leer un libro, una revista, escuchando con mis auriculares la música que yo elijo, o simplemente mirando a la nada, a veces tan bueno y necesario. Lo que desde luego no es necesario es ese incesante bombardeo publicitario que evita, sin nuestro permiso, esos momentos de introspección. Tengo derecho a mirar al vacío sin que nadie me moleste. María José López-Francos Hernández (Madrid)

 La Hispanidad

Cansa escuchar cada año los mismos falsos tópicos contra la colonización española de América. En España la conquista de nuevas tierras fue siempre acompañada de una óptica religiosa y ética y de una iglesia que defendió a la población autóctona. Por ello, pocos años tras el Descubrimiento de América ya se instauraron las Leyes de Indias que otorgaban los mismos derechos a los indios que a los españoles. Fueron las normas más avanzadas éticamente de su época y diferenciaron la colonización española de la de otras potencias europeas, más enfocadas a la explotación económica que exterminó a la población local. Solo hace falta constatar la numerosa población de origen autóctono existente hoy en América del Sur y la casi nula en América del Norte. La leyenda negra contra la Hispanidad solo puede ser fruto de la ignorancia o la mala fe. O de ambas a la vez. Carmen B. Fernández (Tarragona)

 Quien no ha leído un libro

Dice un amigo que gente que no ha leído un libro en su vida no puede dar muchas lecciones. Hay profesiones increíbles que ya son realidad. analista de macro datos, agricultor urbano, epidemiólogo, especialista en networking, en ingeniería biomédica o ambiental, en impresión 3D, en nanomedicina; y luego está el youtuber. alguien que hace algo, lo que sea, lo graba en vídeo y lo cuelga en YouTube. ¿Se requiere un conocimiento especializado? No parece... ¿Se gana dinero? Al parecer, sí (si eres bueno, como en todo). No conocía a ninguno. Ahora sí. la revista Time opina que un youtuber español podría ser uno de los líderes del futuro. ¡Un líder! La curiosidad me ha animado a ver un vídeo de este chico. Con uno me ha bastado. Definitivamente, soy de otra generación... José Ramos Vivas (Cantabria)

 Menor de 30

Desde niño mis padres me aconsejaron sobre muchas cosas, entre ellas: «Cuanto más estudies, más cultura y formación tengas, más lejos llegarás». Me conciencié sobre eso y estudié: soy titulado superior, tengo un máster, muchos cursos de formación para complementar mis estudios, publicaciones en revistas científicas, alguna que otra investigación-estudio e incluso un título de grado medio, aparte de muchísima experiencia, entusiasmo, capacidad de superación... Me entero de ofertas de trabajo que tienen que ver con mi campo... y no tengo ninguna respuesta porque me falta un nuevo título, en estos momentos es esencial. tener menos de 30 años. Las empresas contratan, claro que sí, pero a menores de 30 porque obtienen una serie de beneficios fiscales, e incluso reza esa máxima en la propia oferta de empleo. Se me ocurren muchas preguntas; pero hay una esencial: ¿Dónde estudio para tener menos de 30 años? Nadie puede imaginar mi frustración. Tengo más de 50 y ¿qué hago ahora? J.S.J. Correo electrónico.