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Mujeres que hicieron historia Intrigas de alcoba Las poderosas amantes de los reyes

Los reyes han sido infieles desde antiguo. Algunas concubinas han sido públicas y poderosas, asesoraron a los monarcas en cuestiones de Estado, les dieron hijos… Otras amantes más discretas, los manejaron desde la alcoba. Son muchas más que Ana Bolena o Corinna Larsen…

Miércoles, 10 de Noviembre 2021

Tiempo de lectura: 6 min

Conmoción en el convento de las benedictinas de Moret cuando la marquesa de Maintenon, institutriz de los hijos ilegítimos del monarca Luis XIV de Francia, presenta a una joven negra para que tome los hábitos. La muchacha aporta una pensión del rey.

Madame de Pompadour y Madame du Barry tuvieron un lugar destacado en la corte. Se reconoció su poder

Podía ser hija del propio rey o de la reina. Voltaire creía que sor Luisa María Teresa era uno de los muchos bastardos de Luis XIV. Otros sostenían que la chiquilla era fruto del amor furtivo entre la reina María Teresa y su joven paje negro. El escándalo de la monja negra es solo uno de los muchos que jalonan la historia de las monarquías. María Pilar Queralt del Hierro recogió en el libro Reinas en la sombra, las peripecias amorosas de otros monarcas.

Algunos reyes llegaron a oficializar sus relaciones extramaritales, sobre todo los franceses, inventores de un nuevo cargo en la corte: la maîtresse-en-titre o amante oficial del rey, que tenía una asignación económica, apartamentos en palacio, un lugar en el protocolo y mucho poder. Así vivieron, entre otras, Madame de Pompadour o Madame du Barry.

Ha habido monarcas muy fogosos que han mantenido relaciones con dos hermanas, como hizo el rey Enrique VIII de Inglaterra, con María y Ana Bolena, y Pedro I de Brasil, con María Benedicta y Domitila de Castro. Y otros sinceramente enamorados que en cuanto fue posible se casaron con su amante: el zar Alejandro II de Rusia lo hizo con Katia Dolgoruki, aunque no consiguió para ella el estatus de zarina.

Isabel II tuvo novios de todas las condiciones y once embarazos ‘oficialmente asumidos’ por su marido

Las infidelidades se aceptaban con indulgencia: las de ellos. Las de las reinas consortes eran inaceptables. Por su cama solo debía pasar el rey para garantizar la sangre legítima de los herederos al trono. Si las reinas eran ellas, el linaje de la descendencia quedaba garantizado, pero había un problema de decoro cuando se hacían evidentes embarazos que no encajaban. Le sucedió a nuestra Isabel II, que tuvo novios de todas las condiciones (el general Serrano, el cantante José Mirall, el compositor Emilio Arrieta, el coronel Gándara, el marqués de Bedmar). Tantos amoríos provocaron a la reina once embarazos oficialmente asumidos por su marido, su primo Francisco de Asís.

Desde Ana Bolena hasta Camilla Parker Bowles, las protagonistas de los ‘reales’ enredos amorosos han sido tan relevantes para la historia, o más, que las esposas oficiales.

Las amantes que cambiaron la Historia

Etiquetas: Casas reales