Una exposición y un libro homenajean a harry gruyaert, de la agencia magnum, que logró transformar en arte la fotografía en color.

«Lo aprendí todo de las películas , dice Harry Gruyaert, quien cuando era joven iba seis veces a la semana al cine en su ciudad natal, Amberes (Bélgica). Más tarde, ya radicado en París, se hizo un asiduo de los museos. Iba a mirar cuadros y aprendí a ver . Luego consiguió que William Klein lo recibiese. Lo vi y pensé. este tipo es igual que sus fotos. Y fue la lección más importante que aprendí de él. la fotografía es sobre todo personalidad . Ahora, con 73 años, las lecciones las da él, aunque no le gusta hacerlo. Sobre sus fotos se limita a decir. No hay una historia. Es solo una cuestión de formas y luz . Gruyaert, que se pasó los años setenta y ochenta recorriendo el mundo en una furgoneta Volkswagen, es un pionero del uso del color cuando no se consideraba serio. Se lo compara con pintores y, sobre todo, con Edward Hopper, algo que le agrada, y que se puede comprobar en el libro que ha editado Thames and Hudson y en la exposición en Magnum Print Room de Londres a partir del 15 de septiembre. Estoy influenciado por la forma en que un pintor compone un cuadro igual que lo estoy por cómo un director de cine compone una escena. En el momento en que cada elemento se funde con otros para formar un todo. el amarillo aquí, el azul allí, la estructura, alguien camina ¡es mágico! .

L. Gómez

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