Humanidad: La organización social más sofisticada.

La eusocialidad es la organización social más compleja que existe y sólo se da en ciertos animales. En principio se refería solo a invertebrados, pero, gracias a nuevos estudios, los científicos han incluido también al hombre, que ahora encabeza la lista en sofisticación social. La aportación de Wilson es defenser que la eusociabilidad es resultado de una modificación genética y no sólo de un aprendizaje cultural.

Hormigas: el ejército más avanzado.

Conocemos 14.000 especies de hormigas. Todas con un comportamiento eusocial avanzado: sus individuos no solo se dividen en castas (como los trabajadores y los soldados), sino que también tienen morfologías distintas para las hormigas reproductoras -las reinas- y las que no lo son. Además, dos o más generaciones de adultos pueden vivir en el mismo nido.

Termitas: cucarachas desarrolladas.

Podríamos definirlas como cucarachas que han alcanzado una compleja evolución social. Los únicos individuos reproductivos de la colonia son el rey y la reina. Hay también casos sorprendentes: por ejemplo, colonias sin parentesco alguno de la especie Zootermopsis angusticollis pueden unirse, tras un combate previo, para formar una supercolonia en la que estar más protegidos. La unión hace la fuerza.

Abejas: el trabajo en cadena.

La forma en que organizan el trabajo es un claro síntoma de su eusocialidad. Si las abejas no lo fueran, cuando una de ellas empieza a construir un panal, no iría a por comida hasta no terminarlo… Sin embargo, las abejas de los géneros Lasioglossum y Ceratina muestran una tendencia a realizar o a continuar trabajos que ya están haciendo otros miembros de su colonia.

Tisanópteros: La casta de los vigilantes.

Se conocen unas 5000 especies de estos pequeños insectos haplodiploides del orden Thysanoptera; y 300 de ellas forman nidos en las plantas, alimentándose de su tejido. Pero solo seis especies han sido clasificadas como eusociales: tienen castas e individuos específicos, cuya misión es proteger a las plantas donde viven de los parásitos. Al fin y al cabo, la salud de la planta es la de su casa y su comida.

Ratas topo: Todos para uno.

Son los únicos vertebrados eusociales, junto con el hombre. Una de las hembras es la reina. Cuando alcanza ese estatus -tras su primer embarazo-, la parte inferior de la espina dorsal se alarga un tercio más. Solo un par de machos de la colonia se aparean con ella. El resto, machos y hembras, se convierten en trabajadores que cavan, buscan comida y defienden el nido.

Quisquillas: amigos por interés.

Los carídeos (más conocidos como camarones o quisquillas) son los últimos llegados al club de los eusociales. En el género Synalpheus se han visto colonias de cientos de individuos con fuertes lazos entre ellos. Viven como parásitos en esponjas tropicales: hay pocas y dispersas, así que mejor no lanzarse a la aventura de formar nuevos nidos.

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