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Consumir frutas y hortalizas europeas, un hábito con el que ganamos todos

FruitVegetablesEUROPE y la Unión Europea lanzan la campaña “CuTE-4 You”, un homenaje al trabajo esencial de los productores de frutas y hortalizas europeos durante la pandemia

Galo Martín Aparicio

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Cuando hacemos la compra nos abastecemos de alimentos y, de alguna manera, damos las gracias a los miles de agricultores europeos que durante la pandemia han continuado trabajando para que no nos faltara de nada. Consumir frutas y hortalizas de aquí es la mejor manera de agradecerles su labor durante una época tan complicada.

Los agricultores españoles reconocen que, como consecuencia de la pandemia, mucha gente se ha dado cuenta de lo importante que es el papel que desempeñan en nuestra sociedad. Gracias a ellos, en los momentos más difíciles, se ha podido garantizar el abastecimiento de alimentos, en cantidad y calidad. Esta situación en la que estamos inmersos ha demostrado el papel fundamental que desempeña la agricultura dentro de la sociedad y el reconocimiento que se merecen los hombres y mujeres que la trabajan.

Con el esfuerzo y el sacrificio de los agricultores hemos ganado todos. Por un lado, los consumidores que en ningún momento durante la pandemia hemos dejado de alimentarnos de manera saludable y variada. Y por el otro, los productores y comercializadores europeos han mantenido vivas las economías locales. Todo esto son motivos que debemos tener presentes a la hora de hacer la compra. Incluir en nuestra lista frutas y hortalizas producidas en Europa nos convierte en unos consumidores agradecidos y bien alimentados.

El alto contenido en agua es una de las características del melocotón. Un fruta con piel aterciopelada amarilla y/o roja y de un sabor dulce, de carne jugosa

Es el momento de las frutas de hueso

Con el verano a la vuelta de la esquina se acerca la temporada de las frutas de hueso; el melocotón, la nectarina, el paraguayo, la ciruela, el albaricoque y la cereza. Preferencias aparte, todas ellas, además de ser dulces y refrescantes, son fuente de fibra y ricas en minerales como el magnesio, potasio y calcio, las tres aportan las vitaminas A, B y C.

Su consumo es muy recomendable tanto para deportistas, como para aquellas personas que quieren cuidar su peso, por sus propiedades hidratantes y su capacidad de saciar el apetito. Hay que tener presente a la hora de comprarlas que, excepto la cereza, estas frutas maduran después de la cosecha. Climatéricas es la denominación técnica, por lo que se recomienda para su consumo en fresco, conservarlas en el frigorífico, para posteriormente consumirlas al gusto, dejándolas a temperatura ambiente para que alcancen el punto de madurez deseado.

Melocotón: una fruta con un 80% de agua

Sin duda, su alto contenido en agua es una de las características del melocotón. Una fruta con piel aterciopelada amarilla y/o roja y de un sabor dulce, de carne jugosa. Ese 80% de agua le convierte en una de las frutas veraniegas por excelencia. Por si fuera poco, es una fruta muy versátil ya que se puede consumir tanto en fresco, como en conserva, así como en compotas, mermeladas o en refrescantes bebidas. La suerte es que entre abril y septiembre el melocotón está de temporada.

Nectarina: versatilidad y sabor refrescante

La nectarina, una variante del melocotón, fruta con la que comparte temporada, se caracteriza por su brillante color rojo, su piel lisa y su carne firme, que puede ser blanca o amarilla según la variedad. Un poco antes de madurar es algo más crujiente que el melocotón, pero a medida que va madurando se hace más tierna y jugosa.

El dulzor y frescor que posee está matizado por un sabor ácido, por lo que combina con texturas amargas y también picantes. Al poder consumirse tanto en fresco, como cocinada, por ejemplo, a la parrilla, asada, o como guarnición de carnes y pescados, hacen de ella una fruta muy versátil.

Paraguayo: una fruta muy carnosa y dulce

El paraguayo es una fruta que proviene del melocotonero, que hace miles de años experimentó una transformación espontánea. Su forma es plana, de color rojo y su piel es aterciopelada. Se caracteriza por tener una pulpa carnosa y jugosa, y un sabor dulce.

A la hora de su consumo se puede hacer al natural o añadirla en la elaboración de postres, confituras, tartas, macedonias… Su temporada es entre junio y septiembre, luego el verano es el momento de disfrutarla.

Ciruela: todo variedad

Para gustos, los colores, y para colores, la ciruela. Las hay amarillas, rojas, negras y verdes, y cada una tiene sus propias cualidades. Por ejemplo, las amarillas, tienen un sabor más ácido y mucho jugo, mientras que las rojas son más dulces, aunque no tanto como las verdes, que son las más dulces de todas. Por otro lado, las negras, son ideales para cocinar y utilizar en repostería. Hay una amplia variedad pero se puede destacar la ciruela morada.

Posee una piel fina y una carne dulce y jugosa, que normalmente se consume entera y con piel. Su temporada es el verano, entre junio y septiembre. Las ciruelas contienen vitaminas A, C, B1, B2, B3, E y K, así como minerales como el fósforo, hierro, sodio, magnesio, calcio, cobre, boro o zinc. Son ricas en fibra y tienen un sabor entre ácido y dulce.

A la hora de seleccionarlas para su consumo hay que tener en cuenta que los frutos que transpiran desprenden cierto frescor porque aún presentan actividad metabólica. Sin embargo, si transcurre mucho tiempo se ponen muy blandos. Por esta razón, deben seleccionarse aquellas ciruelas que sean firmes al tacto, sin magulladuras ni golpes.

En lo que respecta a su conservación, se deben mantener en el refrigerador, donde se conservarán durante unos días, ya que tienden a madurar muy rápidamente. No obstante, también se pueden congelar. Las variedades de color oscuro son las que mejor admiten la congelación.

Albaricoque: una fruta tan dulce como aromática

El albaricoque, que se cultiva en el sureste de España, pasa por ser una de las frutas más populares entre los meses de abril y septiembre. Tiene forma amarilla anaranjada, con una zona rojiza en la parte más expuesta al sol.

Su piel es suave y aterciopelada, y su carne es muy jugosa y dulce, a lo que hay que añadir un aroma muy característico. Los albaricoques, además de su consumo en fresco, se emplean mucho en la repostería, para elaborar mermeladas y confituras o en almíbar. Con ellos también se pueden elaborar postres e incluso acompañar carnes asadas, a las que le confieren su sutil aroma y sabor.

Entre los productos más recomendables se encuentran las variedades de cerezas que hay se recolectan y consumen todas en verano, entre los meses de mayo y agosto, cuando alcanzan su punto óptimo de madurez

Cereza: el snack perfecto para picar en verano

Las muchas variedades de cerezas que hay se recolectan y consumen todas en verano, entre los meses de mayo y agosto, cuando alcanzan su punto óptimo de madurez. Al no madurar una vez cosechadas hay que asegurarse a la hora de comprarlas que están en su punto óptimo.

Para saber cuándo se deben consumir hay que fijarse en su color. Lo recomendable es comprar aquellas que no están ni muy rojas (eso significa que están poco maduras), ni muy negras (lo que significa que están pasadas). El color tiene que ser intermedio, un rojo oscuro profundo.

El color no es lo único que caracteriza a las cerezas, también su jugosa pulpa y su dulce sabor. Es por eso que combinan muy bien con ingredientes intensos, como el café, el chocolate, la vainilla o la canela, para los más golosos, del mismo modo que se pueden combinar con pescados ahumados y quesos de cabra, entre otros. Sus usos también funcionan en la repostería, en la preparación de mermeladas, compotas, cremas, o zumos. Y son el snack perfecto para picar en verano sin remordimientos.

Contando con todas las garantías del Modelo de Producción Europeo

Cada una de estas frutas de hueso se enmarca dentro del Modelo de Producción Europeo, basado en los estándares de calidad y seguridad más exigentes del mundo, tanto para el consumidor como para los trabajadores. Un modelo que garantiza la máxima frescura de los productos y que van del campo a cualquier supermercado europeo en 24 horas.

Toda esta garantía se recoge en el etiquetado, por eso es muy importante fijarse, para saber qué frutas y hortalizas compramos y para comprobar su origen, y así elegir las que se producen aquí. El origen europeo es sinónimo de calidad, sostenibilidad, entornos laborales con las máximas garantías y riqueza para los territorios europeos. Aspectos todos ellos muy a tener en cuanta cada vez que hagamos la compra.

 

Mas información en www.cute4you.eu

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