Elector en los últimos dos cónclaves, este cardenal franciscano tiene fama de prudente y moderado.

Tarancón lo llamaba el «Amigo Amigo» y lo ha sido también de políticos de diferentes colores. Es moderado y tolerante, prudente y reflexivo, y tiene inmenso porte de Príncipe de la Iglesia. Mido 1,93 y es una desventaja, porque siempre me utilizan para limpiar el polvo donde los demás no llegan . No es de risa fácil, pero sí de sonrisa permanente y gesto amable. Detrás de la púrpura prevalece fray Carlos, como lo llamaban antes de ser nombrado cardenal y como le gusta que lo sigan haciendo. En dos ocasiones recibió a Juan Pablo II como huésped del Palacio Episcopal de Sevilla, ofició la boda de la infanta Elena, impulsó los derechos de la mujer en las cofradías de Semana Santa -con el consiguiente revuelo- y fue elogiado por el colectivo gay al despedirse de la archidiócesis hispalense.

Se considera un fraile rebelde, «pero sin ningún tipo de agresividad». Es un gran conversador, inteligente y simpático, que cita de manera recurrente los consejos que le daba su padre. «De entre todos hay uno que me gusta recordar. ‘Es mucho mejor pasar por la vida mil veces por tonto que una por malo’.  Nos reunimos con el cardenal Carlos Amigo Vallejo en uno de los conventos franciscanos de Madrid cuando está a punto de publicarse su último libro, Un aire nuevo (Editorial Planeta).

XLSemanal. «Francisco, un Papa sorprendente». ¿También para usted?

Carlos Amigo. En algunos aspectos, sí; y en otros, no. Hace muchos años que conozco al cardenal Bergoglio y teníamos una relación muy cercana. Dos días antes de comenzar el cónclave comimos juntos y estuvimos comentando lo que el nuevo Papa debería hacer. Después de ser elegido, en el primer saludo me dijo. Carlos, y nosotros decíamos que si el Papa tenía que hacer esto o lo otro .

XL. La renuncia de Benedicto XVI ¿le sorprendió?

C.A. Al principio sí, pero luego al leer las palabras del Papa – renuncio porque no puedo llevar adecuadamente el ministerio petrino que se me ha encargado – quedó todo aclarado. Lo que será totalmente indigno es que su renuncia fuese -como se ha dicho- porque el Papa estaba harto por el Vatileaks, la pederastia, las intrigas de la curia

XL. El Papa también dijo que renunciaba porque le faltaba el vigor físico y espiritual para ejercer el mandato y seguro que esos casos que menciona le debieron de producir bastantes dolores de cabeza.

C.A. Sin duda alguna, pero no sería digno pensar que, ante las dificultades, el Papa renunció. Debía de tener muy viva la imagen de los últimos años de Juan Pablo II, de quien fue su colaborador inmediato. Por eso dijo no puedo llevar adecuadamente . Pensó que él no podía viajar a rastras

XL. Lo que usted llama ‘dificultades’ otros lo califican de distinta manera. El propio cardenal Bertone comentó que la curia vaticana era una cueva de víboras y cuervos

C.A. Bueno esto de las víboras y los cuervos es una anécdota, una forma de hablar y no hay que exagerar. De hecho, cuando llega el Papa Francisco, todos estos asuntos que parecían tan escandalosos se quedan en la penumbra ante la luz tan grande que ha llegado.

XL. ¿No le parecen gravísimos los casos de pederastia?

C.A. Sin duda. Es verdad que estos problemas son ciertos y que, aunque solo hubiera un caso, sería motivo de preocupación. Y lo peor que se puede hacer con los problemas es soslayarlos; hay que afrontarlos.

XL. Precisamente por eso, ¿no es increíble que la Iglesia mirara para otro lado ante las denuncias?

C.A. Aunque comprendo que es difícil, hay que situar el problema en el momento y en las circunstancias en que se produjeron, porque no aparecieron todos estos casos de golpe. De estos tantos casos que se presentaron, algunos de ellos buscando indemnizaciones, los jueces desestimaron muchos y no se publicaron con tanto alarde las sentencias como las denuncias.

XL. ¿Que haya denuncias falsas minimiza el problema?

C.A. No, no, ni mucho menos; el tema es muy grave y Benedicto XVI lo asumió de diversas maneras. primero, dando unas normas a las conferencias episcopales; segundo, pidiendo que la justicia siguiera su camino y se la apoyase en cuanto necesitase; tercero, discerniendo en las vocaciones y en la personalidad de los candidatos Se dictaron una serie de normas para ayudar a solucionar los problemas. Pero en la historia de la humanidad, por mucho que queramos perfeccionar las cosas, está ese aguijón del pecado.

XL. Respecto a la homosexualidad, parece que son muchos los homosexuales que se refugiaron en los conventos para no ser señalados con el dedo por sus vecinos.

C.A. Ciertamente he conocido a personas de esta tendencia dentro de la Iglesia, pero ninguna de ellas me ha dicho que haya venido aquí por esa razón. Lo que pueden ser unos casos particulares no son ni muchísimo menos lo común.

XL. El cardenal Bertone asegura que hay estudios científicos que demuestran que no hay relación entre celibato y pedofilia, pero sí que la hay entre homosexualidad y pedofilia.

C.A. Vamos a ver, habría que señalar algunas cosas. Si la pederastia es con niñas, parece que no se le da importancia

XL. ¡Hombre, no diga eso! Es igual de grave.

C.A. Los medios de comunicación le dan menos importancia que si la pederastia es con niños varones. Y también se da la pederastia en la heterosexualidad y en muchos ambientes. Parece que se tiene un poco de fijación en unir la pederastia a la homosexualidad y yo no sé si está tan clara esa relación.

XL. El Papa ha dicho que hay que integrar a los homosexuales, pero ¿cómo se consigue esa integración si la Iglesia no acepta la práctica homosexual?

C.A. Son cosas distintas, hay que respetar unas normas éticas. Una persona porque sea heterosexual no puede pensar que todo el monte es orégano Tampoco para un homosexual todo el monte es orégano. Una cosa es la tendencia y otra las acciones morales que tú estás realizando. Una persona que tiene tendencia a robar

XL. No va a comparar la homosexualidad con un delito, ¿no?

C.A. No, yo no hablo de delito, aunque puede haber delito igual que en el heterosexual. Lo que la Iglesia no admite son las prácticas inmorales, sean homosexuales o heterosexuales.

XL. ¿Le parece inmoral la práctica homosexual?

C.A. Igual que toda práctica heterosexual que no se ajuste a las normas de la ética.

XL. Sabe lo que le pregunto

C.A. Usted me hace una pregunta libremente y tiene que aceptar que yo libremente responda.

XL. ¡Pero se me escurre!

C.A. Eso ya es cosa suya [sonríe]. Vamos a ver, hay muchas personas heterosexuales que tienen una conducta inmoral y muchas más que la tienen moral. Y hay personas homosexuales que tienen una conducta no ética y homosexuales que a lo mejor llevan una conducta ética.

XL. Se lo pregunto de otra manera. ¿la Iglesia condena  o no condena la práctica homosexual?

C.A. Aquí se condena el pecado, sea del heterosexual o del homosexual.

XL. ¡Me rindo! Otra cuestión. ¿pueden comulgar los católicos divorciados que se han vuelto a casar civilmente?

C.A. Aqui hay que ver los derechos de unos y de otros. de las víctimas y de las personas que han decidido seguir su camino y ya está. No solo es el tema de admitirlos a la comunión; hay otros temas muy importantes, como el ver la posibilidad de que esta persona rehaga su vida. Si un día estuvo enamoradísima y, por lo que fuera, aquello se fue al garete, a esta persona hay que ayudarla a rehacer su vida, y no solamente se rehace la vida en pareja.

XL. Pero gran parte de los divorciados acaban volviendo a enamorarse

C.A. Este es un tema sobre el que el Papa Francisco ya ha anunciado que debemos reflexionar. En ello estamos y tenemos por delante dos sínodos sobre la familia para hacerlo.

XL. Otro asunto espinoso es la fecundación in vitro. Usted participó en la Comisión Pontificia sobre Bioética. ¿Qué solución da a los católicos con problemas para concebir?

C.A. La ciencia avanza y puede haber unas técnicas de extracción que no maten el embrión, es decir, al niño. Hoy puede haber unas técnicas tan depuradas que lo que ayer era matar al embrión hoy ya no tiene ese riesgo.

XL. ¿Admite la Iglesia, entonces, técnicas de reproduccion asistida que no maten embriones? Inseminaciones, selección de espermatozoides, células madre

C.A. A lo único que la Iglesia puso reparos es a la obtención de células madre embrionarias; pero la Iglesia lo único que hace es ofrecer su pensamiento moral sobre estos temas, no da soluciones técnicas, solo ofrece su doctrina para iluminar la conciencia del católico.

XL. Entonces, ¿puedo obrar de acuerdo con mi conciencia? 

C.A. Ahí está el tema, en formar la conciencia de cada uno.

XL. Robar niños para entregárselos a otras familias fueron, sin duda, ‘decisiones erróneas’. ¿En qué pensaban los religiosos que colaboraron en estos casos?

C.A. La Iglesia estaba pensando en ayudar a los niños y las madres por caminos que a lo mejor no eran legales. Aunque la intención de dar una familia a esos niños podía ser recta y buena, no quiere decir que el camino que se siguió al margen de la ley fuera aceptable. No todos los niños fueron robados, ni mucho menos.

XL. Pero los hubo.

C.A. Entonces, cada uno tendrá que asumir sus responsabilidades. En mejor actitud no puede estar la Iglesia en este tema. Solo deseo que se aclare cuanto antes este asunto, pero que no se eche toda la culpa a la Iglesia de pecados o acciones que no eran responsabilidad únicamente suya, porque se dejaban a las puertas de los conventos muchos niños que sus madres no querían o que, desgarrándose el corazón, abandonaban porque no podían darles de comer.

XL. La relación entre la Iglesia y la política es controvertida. Algunos obispos incluso se llegaron a manifestar

C.A. Yo no fui a esa manifestación a la que se refiere. Nunca me han gustado ni las manifestaciones ni las cartas colectivas; solo asistí a una manifestación con motivo del atentado de Atocha #que era un clamor popular# y aquel día me convenció de que no debía volver a ninguna más porque, en lugar de estar pendientes de las víctimas, se estaba pendiente de ver quién había sido el autor, porque según fuera uno u otro podía afectar en un sentido o en el contrario a las elecciones que se celebraban unos días después.

XL. Los obispos vascos se han pronunciado sobre cuestiones políticas. Y también los obispos catalanes. ¿Qué piensa sobre la deriva independentista?

C.A. Yo no tengo

XL. Sobre lo que sí se pronuncia es sobre el fútbol. ¿Sigue siendo  del Atlético de Madrid? 

C.A. Sí [sonríe]. Y cada día más, pese a los tropiezos que tenemos de cuando en cuando y que son muy propios de nuestra queridísima institución.

XL. Usted ha sido arzobispo de Tánger y seguro que entiende muy bien el problema de los que emigran huyendo de la miseria. ¿Qué me dice de las medidas que se usan para evitar que crucen la frontera, como los objetos lacerantes o los disparos? 

C.A. Todo eso es una barbaridad que el Papa Francisco ha calificado de ‘vergüenza’. Hay que ayudar a las personas a que puedan vivir con dignidad y compartir con los necesitados lo que tenemos.

XL. Pero Europa exige medidas contra la emigración ilegal

C.A. La solución es la que le he dicho, todo lo demás es poner parches. Yo no tengo soluciones técnicas, qué más quisiera yo. Ni las personas son mercancías ni se les pueden poner lazos y trampas en los alambres como si fueran animales.

XL. Se avecinan cambios en la Conferencia Episcopal Española. ¿Cómo calificaría la etapa del cardenal Rouco al frente de la Conferencia?

C.A. Él dejará la presidencia porque los estatutos determinan un tiempo máximo para poder ejercerla. Dicho esto, creo que ha dado a la Conferencia Episcopal una proyección exterior importante. Ocurre que, al ser presidente, sus opiniones tienen una trascendencia y a unos les gustan y a otros no.

XL. ¿Y a usted le han gustado?

CA. Sí, creo que ha sido coherente. Es una persona muy bien formada y muy segura en su doctrina.

XL. Sin embargo, se tiene la percepción de que usted discrepó en ocasiones con el cardenal Rouco.

C.A. No soy consciente de ello. De hecho, todos los años que he estado aquí, en la Conferencia Episcopal, he pertenecido a la Comisión Permanente.

XL. Eso no quita para que no discrepe de sus decisiones.

C.A. Claro. Es que si no discrepáramos en ocasiones seríamos tontos todos. Las comisiones están para discutir las cosas, pero una vez que se toma una decisión todos arrimamos el hombro; aunque fueras de los que pensaban que las cosas debían ir por otra línea.

XL. En cierta ocasión dijo que,  entre los cardenales, ‘tonto tonto  no hay ninguno’.

C.A. [Ríe]. Digamos que muy listos muy listos hay muy pocos; y muy torpes muy torpes también hay pocos.

XL. ¿Cree que la línea seguida por Rouco podría encajar con los vientos de reforma que soplan con el nuevo Papa?

C.A. Perfectamente. El cardenal Rouco es muy inteligente  y sabe perfectamente el momento que tiene que vivir en cada situación.

XL. ¿Se atreverá el Papa Francisco a desprenderse  de bienes materiales de la Iglesia para acercarse a la pobreza que predica?

C.A. Hay bienes y bienes, porque muchos de los bienes que tiene el Vaticano son más una carga que una ayuda.

XL. Me refiero a los edificios suntuosos, a ciertas operaciones bancarias ¿Se atreverá a imponer el coche de baja gama que él usa en las conferencias episcopales?

C.A. No se trata de atrevimiento, sino de prudencia y de discernir. Se debe prescindir de los bienes que no sirvan para que la Iglesia realice su misión. Pero también hay que pensar que si tenemos dos dólares no los podemos meter debajo del ladrillo, porque ese dinero es para ayudar a los pobres.

XL. No da precisamente imagen de pobreza vivir en un palacio episcopal

C.A. [Me interrumpe]. Y no sabe lo contentos que se pondrían los obispos de poder vivir en una casa un poco más confortable. La gente no sabe lo incómodo que es vivir en un museo, y se lo dice un servidor que vive en el mejor palacio episcopal de España [el de Sevilla], al lado de la Giralda. Los bienes de la Iglesia son para poder realizar mejor su misión y lo que tenemos que hacer las personas que vivimos en estos palacios es hacer ver bien claro cuál es la misión de la Iglesia. Lo más importante de esas casas tan poco acogedoras es el señor que las habita. Cuando uno va a Roma, le impresiona más el Papa Francisco que la cúpula del Vaticano.

XL. Por cierto, ¿qué pensión le ha quedado a usted?

C.A. Entre unas cosas y otras, alrededor de 1600 euros al mes. Tengo una pensión como ciudadano que ha cotizado más de 40 años y una especie de gratificación de la Conferencia Episcopal. Pero no me preocupa, porque tengo pocos gastos y soy franciscano. Si me hiciera falta algo, me ayudaría mi comunidad.

XL. Respecto a las finanzas vaticanas, los informes encargados por el Papa ante las acusaciones de lavado de dinero se han llevado por delante al director del Banco Vaticano y algún que otro prelado ha sido detenido.

C.A. ¿Que había que reorganizar las finanzas vaticanas? Sin duda. Y el Papa Francisco ha puesto al frente del IOR a las personas mas adecuadas y competentes. Mas que grandes escandalos, el problema es que la organizaciónn y su forma de actuar habían quedado obsoletas.

XL. Un conocido director de prensa italiano ha dicho. ¿Si los jefes mafiosos pudieran ponerle una zancadilla al Papa, no lo dudarían? ¿Hay que temer por la vida del Sumo Pontífice?

C.A. Hay muchos tipos de mafia y no sé si la mafia siciliana haría eso o si lo haría la mafia de otros grupos religiosos o pseudorreligiosos Yo creo que no hay que temer nada, aunque siempre puede haber un loco que trate de agredirlo. El Papa Francisco ha conquistado a unos y a otros porque despierta una enorme simpatía en todos los ambientes.

XL. ¿En todos? Hay quien se siente molesto

C.A. Lo que molesta es la utilización que algunos hacen de él. ¡Qué bueno es este Papa y qué malos son los obispos! . O también. ¡Qué bueno es este Papa y qué malos los anteriores! . El mejor intérprete del Papa y de sus gestos es él mismo.

XL. Acostumbrados a la exquisitez diplomática y verbal de su antecesor, ¿puede parecer un poco vulgar la manera en que se expresa el Papa en ocasiones? 

C.A. Sin duda alguna, utiliza con frecuencia expresiones muy populares porque habla con la gente del pueblo, de la calle, y quiere que se le entienda bien. Es verdad que hay una oposición silenciosa al Papa, pero de momento solo es sobre estas cosas, sobre sus gestos, que son irrelevantes en sí mismos pero no en cuanto a lo que significan. Lo importante no es que use zapatos negros o colorados, sino por dónde camina, hacia dónde quiere ir.

XL. ¿Qué este Sumo Pontífice guste mucho más que otros a los agnósticos no pone en la picota a los cardenales ‘de toda la vida’?

C.A. Yo creo que se ha metido a todos en el bolsillo -también a musulmanes y judíos- y es cierto que a algunos les parece que es una persona izquierdosa, por aquello de los pobres. Pero es verdad que estos que aplauden tanto al Papa lo hacen para darnos a algunos en la cresta. Este sí que es un modelo de cristianismo de los pobres y no el de estos obispos ricachones, que son muy tercos . Es inaceptable que utilicen al Papa como arma arrojadiza. Pero lo mismo estos que lo alaban tanto en este sentido como aquellos que lo critican por lo contrario, esperan de él algo que no puede darles, porque se ciñe al Evangelio. A Juan Pablo II lo alabaron mucho tras su elección en algunos países porque era polaco y venía del Este y luego lo crucificaron en todos los aspectos.

XL. Cuando le dijo a su padre que dejaba la medicina por el seminario, le dio un consejo. ¿De acuerdo, pero sé un buen fraile?. ¿Lo ha sido?

C.A. Creo que podía haberlo sido un poco mejor [sonríe].

Privadiísimo

Nacido en Medina  de Rioseco (Valladolid) en 1934, es hijo de médico y sobrino del psiquiatra y escritor Juan Antonio Vallejo-Nágera.

La medicina fue su ‘primer amor’. Estudió un curso de la carrera, pero el sacerdocio pudo más. En 1954 ingresó en la Orden de Hermanos Menores (franciscanos), donde realizó el noviciado. Fue ordenado cura en julio de 1960.

Tiene tres licenciaturas. Filosofía, por el Pontificio Ateneo Antoniano de Roma; Psicología, por la Universidad de Alcalá de Henares; y Teología, por el seminario franciscano de Santiago de Compostela.

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