Rodolfo Sancho y Raúl Mérida, Fernando el Católico y Felipe el Hermoso en la serie ‘Isabel’, firman una tregua para charlar de política, poder y fama, mientras nos presentan las tendencias.

Sin corona, sin capa y sin jubón, Fernando el Católico y Felipe el Hermoso pierden algo de pompa, pero ganan en desparpajo. Quizá el traje de topos blancos es too much para mi estilo , bromea Rodolfo Sancho. Pues a mí los zapatos blancos con borlas me han encantado , le contesta Raúl Mérida. Con tres millones de espectadores y varios galardones entre sus dominios, la serie Isabel afronta su última temporada con unos reyes que tendrán que asistir al desmembramiento de su proyecto y superar varias desgracias personales, como la tormentosa relación de su hija Juana con Felipe el Hermoso. Un personaje que traerá de cabeza a Fernando el Católico y con el que tendrá más que palabras.

XLSemanal. Esto de que a un rey le salga un yerno conflictivo parece un clásico en la Historia

Rodolfo. Sí, supongo que se ha repetido bastante, pero eso ocurre siempre. en las familias reales y en las que no lo son [se ríe].

Raúl. Sobre todo si se juntan dos personajes ambiciosos, como es el caso de Fernando y Felipe.

Rodolfo. Y si encima tienen poder, la guerra está servida. Se llevaban tan mal porque eran muy parecidos. ambiciosos, astutos y muy corruptos.

XL. Vaya, se me ocurre algún que otro paralelismo con la actualidad

Raúl. Seguramente hace 500 años, la forma de negociar y dialogar era diferente, pero esa ambición sí que la identifico con la de los políticos de la actualidad.

Rodolfo. La diferencia es que en esa época se hacían las cosas a la cara y ahora es todo por detrás. Los políticos de antes eran unos déspotas. Se quedaban con la pasta de los demás y no se veían ni corruptos. Ahora se intenta hacer lo mismo, pero negándolo todo y con más ‘jeta’.

XL. Incluso hemos visto a un tesorero que se quedaba con el dinero

Rodolfo. Sí. Andrés de Cabrera, el tesorero del rey. Pero al final lo pillan, la reina lo pone en su sitio y, con el tiempo, lo recupera. Algo de parecido hay, pero lo de quedarse con la ‘pasta’ es un clásico en todas las profesiones.

Raúl. En este caso parece que Cabrera era recuperable, pero no sé si podríamos decir lo mismo de Bárcenas. Debería empezar por devolver el dinero. Rodolfo. Bueno, de momento está en Soto del Real.

XL. ¿Han llegado ustedes a juzgar a sus personajes?

Raúl. Sí, y a mí Felipe el Hermoso me cae fatal. Sobre todo en los temas domésticos, porque trata muy mal a su mujer. Cuando leí las cosas que le tenía que decir a la pobre Juana, casi me da algo. Madre mía, qué personaje

Rodolfo. En mi caso, estamos hablando de un tipo que mandaba a la hoguera a sus enemigos. Le venían mal, y oye Raúl. Si hay que matar, se mata.Rodolfo. Claro que juzgas ciertas cosas, pero eran hombres poderosos y astutos, y hacían lo que tenían que hacer para la época.

XL. Y el tema de las infidelidades, ¿se puede juzgar con tanta distancia?

Raúl. En ese momento era normal. Lo raro era acostarte con tu mujer.

Rodolfo. Es parte de lo mismo. ellos lo hacían a la cara. Hay una escena en la que Fernando le dice a Isabel. Soy un hombre ¡y soy rey! ¿Qué quieres? .

XL. Esta Isabel, qué cosas tenía

Rodolfo. Era un mundo distinto. Hay que pensar que los papas tenían hijos Vamos, como hoy [se ríe]. Solo que en aquella época no lo escondían y ahora sí. Entonces, ¿quién es peor? Si la cabeza de la Iglesia tenía un hijo bastardo y lo nombraba obispo, los Borgia, aquí paz y después gloria.

XL. ¿Y han hablado ustedes con alguno de sus ‘herederos reales’ actuales?

Rodolfo. Sí, los presentes reyes fueron al rodaje la última semana y los conocimos.

XL. ¿Les hicieron alguna propuesta o añadido al guion?

Rodolfo. ¡Qué va! Fueron como meros espectadores y muy respetuosos.

Raúl. Es curioso, porque muchas veces nos habíamos preguntado si los reyes verían la serie en su casa, con las alpargatas puestas, o discutirían por cambiar de canal Y, de repente, allí estaban.

XL. Otro de los fuertes de la serie es el vestuario. ¿Qué tal se manejan entre tanta capa?

Raúl. Es complicado. Tardamos cerca de una hora en vestirnos y nos tienen que ayudar. Es mucha ropa y algunas prendas pesan mucho.

Rodolfo. Sobre todo el vestuario de batalla. Es duro moverse porque nos ponen armaduras de verdad, muy incómodas. Parecemos el hombre de hojalata en El mago de Oz [se ríe].

XL. Así que el peso de interpretar a un rey es más literal de lo que parece

Rodolfo. ¡Ni te lo imaginas! Sobre todo para Michelle Jenner, porque a ella la han tenido que engordar y debajo del traje lleva un corpóreo de espuma que casi ni transpira. Muchos días se iba con dolor de espalda.

Raúl. ¿Y qué me dices de nuestras capas? En la escena de la coronación de Felipe y Juana tenía que subirme a un caballo, y Rodolfo me enseñó el truco para no caerme. apartarla de un capotazo, como un torero, y subir el pie.

Rodolfo. Pero al final somos unos privilegiados. Hemos entrado así, vestidos como los reyes, en sitios como el Patio de los Leones, en la Alhambra.

XL. Algo que, según dicenEl reino de los cielos.

Rodolfo. Eso parece, sí. Es un recuerdo que se me va a quedar grabado para siempre. estar en ese lugar sin 500 japoneses haciendo fotos y verlo diáfano, haciendo exactamente lo mismo que los reyes hicieron aquel día. Eso es muy bonito.

Raúl. A mí me pasó lo mismo cuando rodamos la coronación en la catedral de Toledo. La sensación es brutal.Rodolfo. Cuando estas cosas ocurren en nuestra profesión, es algo mágico.

XL. ¿Confirma esta serie que la tele de calidad también puede triunfar?

Rodolfo. Esa es mi gran esperanza. Al principio teníamos dudas sobre si la serie tendría éxito, porque hay mucho diálogo político y a veces es complicado seguir la trama. Y, sin embargo, hay tres millones de personas que la siguen.

Raúl. Es que cuando las cosas se hacen con rigor

Rodolfo. Esta serie es un bofetón en la cara para todos esos que creen que el espectador lo que pide son mamarrachadas.

XL. ¿Creen ustedes que de lo que se ve en la tele se cría?

Raúl. Algo influye seguro. Igual que cuando lees un libro, algo se queda.

Rodolfo. Yo creo que influye muchísimo y los publicistas lo saben. Es un arma muy positiva por una parte, pero también muy peligrosa. Creo que los directivos de las televisiones deberían tener en mente que a las cinco de la tarde puede haber chavales viendo esos programas donde la gente sale gritándose y echándose cosas en cara. Pero parece que poco les importa lo que ‘mame’ un niño.

XL. ¿Han cambiado mucho las cosas desde sus tiempos de Al salir de clase?

Rodolfo. Bastante. Ahora, la generación de actores a la que pertenece Raúl es afortunada porque arrancan con una televisión que ha ido ganando prestigio, con series que no tienen nada que envidiar al cine. Cuando yo empecé, con 20 años, todo era una especie de telenovela. También es verdad que coincidió con el bajón que sufrió la tele cuando nació el vídeo, porque hace 35 años se lograba incluso más calidad que hoy.

XL. ¿Se refiere a la televisión que hacía su padre, Sancho Gracia?

Rodolfo. En esa época hacían series maravillosas. Se rodaba en exteriores, con cámaras de cine, se tiraban un año para grabar trece capítulos.

Raúl. Y nosotros lo hacemos en cinco meses Lo cuidadas que tenían que estar esas producciones.

Rodolfo. Sin embargo, la tele vivió un bajón durante toda la época de Médico de familia o Farmacia de guardia. Con todos mis respetos, porque en cierto modo también la han beneficiado, pero eran sitcoms baratas, rodadas en plató.

XL. ¿En qué más se nota la diferencia entre sus generaciones?

Raúl. Quizá en que nosotros lo tenemos un poco más difícil porque hay más competencia.

Rodolfo. El problema es que ahora hay mucha gente que quiere dedicarse a la interpretación solo para ser famosos. Lo que espero es que la siguiente generación no siga deseando ser como los de Mujeres, hombres y viceversa.

Raúl. Claro, porque luego te encuentras con series donde salen tíos que no son actores, pero están ahí porque han participado en esos programas.

Rodolfo. Y eso hace mucho daño a nuestra profesión. Porque nosotros no somos famosillos, somos actores. Si quisiéramos hacernos fotos todo el día, sería muy fácil. te vas a Ibiza en verano, te pones en tanga y te llevas todos los titulares.

XL. Pues usted debe de llevar unos mesecitos con el tema de su próxima paternidad

Rodolfo. Sí, pero eso era igual hace 40 años. Si eras un personaje conocido e ibas a ser padre, siempre te perseguían o estaban en la puerta de tu casa. Es normal. Lo que no puedo soportar es que se coloquen delante de mí, como si estuvieran escribiendo un mensaje, y al final me hagan una foto.

Raúl. Y ahora, con el tema de los selfies, ya no paramos.

Rodolfo. Yo veraneaba siempre en Baleares, pero ya no voy porque la última vez puse mi toalla en la playa, me giré y por todos lados había gente haciéndome fotos.

Rodolfo lleva traje, de Dior; camisa, de Gant; chaqueta, de Emporio Armani; y zapatos, de Jimmy Choo. Raúl viste con chaqueta, de Ermenegildo Zegna; jersey de Emporio Armani; pantalón, de Just One; calcetines, de The Wolf Socks; y zapatos, de Jimmy Choo.

Raúl lleva chaqueta y cinturón, de Just One; camisa, de Dior; y pantalón, de Mango. Rodolfo viste con cárdigan y camisa, de Just One; y pantalón, de Gant. Los anillos son de San Eduardo Joyeros.

Raúl lleva gabardina, de Burberry; jersey, de Dockers; pantalón, de Just One; y botas, de Geox.

Rodolfo, con total look, de Louis Vuitton.

Rodolfo lleva jersey y zapatos, de Dior; pantalón, de Levi’s; y calcetines, de The Wolf Socks. Raúl viste con jersey, de Burberry; pantalón, de Just One; calcetines, de The Wolf Socks; y zapatos, de Jimmy Choo.

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