‘Sex symbol’, musa del cine ‘indie’, cantante, icono de la moda y madre. Johansson siente que está en un momento crucial de su vida. La actriz, nueva imagen del perfume ‘The One’, de Dolce & Gabbana, ha recuperado su silueta en tiempo récord y anuncia que el mundo conocerá en breve a una nueva Scarlett

Su voz grave y sexy es hoy un hilo de voz débil, como si las palabras se arrastraran costosamente para salir de su boca. «Estoy cansada, agotada. Pero es un agotamiento bueno», dice Scarlett Johansson desde su casa, en Nueva York, dos meses después de casarse por segunda vez con el periodista francés Romain Dauriac y tres después de haber dado a luz a su primera hija, Rose Dorothy. Le pregunto qué ha aprendido en estos meses de pañales y pocas horas de sueño. «No creo en las lecciones. No tengo la sensación de haber aprendido ninguna lección. Bueno quizá una: ‘Duerme cuando puedas’, dice riéndose».

Johansson, por cierto, ha vuelto a su silueta de estrella en tiempo récord. «El cuerpo de cada mujer reacciona de forma diferente a un embarazo, y yo me he recuperado bastante rápido», explica. «Pero no he sentido presión por hacerlo. Recuperarme, sentirme bien y comer sano es parte de mi vida. Y también es mi trabajo». No es solo cuestión de genes privilegiados. Johansson se cuida mucho. «Siempre he sido muy activa. Voy al gimnasio. Así es como empiezo el día. Es difícil encontrar tiempo, pero trato de ser constante y hacer ejercicio al menos un par de veces a la semana. Entre el trabajo y los viajes, siempre estoy en marcha. Creo que eso me mantiene en forma. No hay grandes secretos», dice.

Antiguas aspiraciones

Johansson ha rodado 49 películas y ha cometido pocos deslices. En los últimos años, sin embargo, algo ha cambiado para esta actriz de padre danés y madre judía askenazí. Antes, ha confesado, era mucho más esnob a la hora de escoger sus papeles. Quería trascender como actriz, interpretar personajes con profundidad dramática. Ya no. Más que nada porque vivir exclusivamente del cine independiente no es fácil. Desde hace cuatro años, la actriz convertida en la Viuda Negra es parte importante de los taquillazos Marvel de la saga Iron Man. Los Vengadores, sin dejar, eso sí, de saciar su vena artística grabando discos experimentales, interpretando a Arthur Miller en Broadway, poniéndose en la piel de una choni de barrio en Don Jon o prestando su voz a un sistema operativo en Her, la última joya del director Spike Jonze.

La serenidad interior

En su vida personal jamás ha protagonizado un escándalo. Cuando en 2011 se divorció del actor Ryan Reynolds tras tres años de matrimonio, no hubo dardos envenenados ni acusaciones públicas. Se limitó a explicar que la separación fue dura, que se sintió perdida, deprimida y desmotivada. Se curó las heridas con Sean Penn por unos meses, salió con el ejecutivo Nate Naylor hasta que, justo ahora hace dos años, conoció a Romain Dauriac, con quien se casó el 1 de octubre.

Cuando la polémica ha salido a su paso, ha reaccionado con reflejos. En 2011, un hacker robó y difundió fotos suyas desnuda; ella no solo lo denunció, solicitó además el copyright de las imágenes para evitar que fueran reproducidas. Más peliaguda fue la controversia en la que se vio envuelta el año pasado al convertirse en imagen de SodaStream, una máquina para hacer bebidas gaseosas caseras. Producida por una compañía con sede en una colonia israelí en la Cisjordania ocupada, Johansson recibió críticas e insultos. Llegaron a llamarla «la nueva cara del apartheid». La actriz dijo que no se arrepentía, lo que le costó su colaboración con Oxfam, organización crítica con la política territorial israelí.

Imán publicitario

Con esas curvas, esos labios carnosos y esa melena platino marca de la casa, Johansson es un imán para las grandes firmas de moda. La actriz acaba de protagonizar, junto con Matthew McConaughey, la última campaña de The One el perfume de Dolce and Gabbana, rodada por Martin Scorsese en las calles desiertas de Nueva York. «Conozco a Marty desde hace tiempo. Compartimos representante. Pero quizá esta vez me vio con otros ojos y pensó. Debería rodar con esta chica dice riéndose. Sería feliz si pudiera trabajar con él . Su relación con la casa italiana viene de más lejos. He usado su ropa desde los 18 años. Cuando me propusieron la campaña, sentí que todo encajaba con naturalidad. Tiene un punto nostálgico, es atemporal, clásica Y eso también es un reflejo de la fragancia», explica.

Hablar de perfumes le hace evocar su infancia y en especial a su madre, Melanie Sloan. Recuerdo cómo se preparaba para un evento. El toque final siempre eran unas gotas de perfume. Sloan, además, fue su mánager hasta hace cuatro años, cuando la despidió para ponerse en manos de Rick York, representante de gente como Leonardo DiCaprio, Justin Timberlake o Cameron Diaz. Fue su madre quien la llevó a sus primeros castings, con siete años; la que le aconsejó apostar por el teatro y el cine y olvidarse de la publicidad; y quien dirigió su carrera hasta convertirla en la diva que es hoy.

Navidad a la danesa

«Este verano voy a dirigir mi primera película Crucero de verano, la ópera prima de Truman Capote. Es mi sueño desde que tenía 12 años. He trabajado muy duro para llegar a un punto en que, por fin, puedo elegir lo que quiero hacer realmente. He tenido la suerte de tener éxito, y eso me ha dado más opciones». Johansson también ha hecho campaña para que la Viuda Negra tenga su propia película Marvel. Pero el recado no ha calado. Tampoco tiene prisa. De hecho, tras dos décadas de rodajes, está en plena desaceleración. «No sé cómo ni cuánto trabajaré a partir de ahora, pero ya no siento la presión que te obliga a ir siempre con la lengua fuera», confiesa. De momento, su próximo plan es celebrar las Navidades en familia. «Solemos celebrarla danesa, así que cenamos juntos en Nochebuena y abrimos los regalos esa noche. Al día siguiente hacemos un banquete. Es una festividad muy hogareña: se trata de pasar mucho tiempo en casa y en pijama. Estoy deseándolo».

Los básicos de Scarlett

1. El intenso perfume floral oriental de The One abre con una moderna interpretación de frescas notas de salida de bergamota y mandarina. 50 ml, 81,50 euros.

2. Labial Shine Lipstick, en tono real red, de la exclusiva Collector´s Edition de Navidad. 36 euros.

Todo es de Dolce and Gabbana.

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