Borrar

45 años sin la soprano más influyente María Callas inédita y en la intimidad

Cartas personales, fotografías familiares, grabaciones íntimas... Un emotivo documental recorre, contada con su propia voz, la agitada existencia de la soprano más influyente del siglo XX. Cuando se cumplen 45 años de su muerte, recuperamos algunos de los episodios más reveladores sobre su vida privada.

El magnate griego Aristóteles Onassis fue su gran amor. También su gran amigo. «Tuvimos una amistad apasionada. Mi aventura con él, de hecho, fue un fracaso, pero mi amistad con él fue un éxito».

Jueves, 15 de Septiembre 2022

Tiempo de lectura: 4 min

Hay dos personas dentro de mí. Me gustaría ser solo María, pero también está ‘la Callas’, esa mujer con la que tengo que vivir». Maria by Callas: In Her Own Words, uno de los más certeros documentales sobre su vida, arranca con esta confesión para narrar a partir de ahí cómo la gran leyenda de la ópera, fallecida el 16 de septiembre de 1977 tras sufrir un infarto, lidió con su doble ‘identidad’.

Desde su infancia, incluso, marcada por el empeño de una madre autoritaria empeñada en que su hija, dotada de deslumbrantes habilidades musicales, se convirtiera en una estrella. «Hubiera dejado esta carrera varias veces –admitió Callas en declaraciones rescatadas para el documental–, pero fui forzada a seguir: primero por mi madre, después por mi marido. El destino es el destino, no hay escapatoria».

alternative text
Todos contra 'la Callas'. La prensa la linchó en 1958 tras suspender, por una bronquitis, una representación de Norma en Roma con el presidente italiano en el teatro. A partir de ahí fue etiquetada de 'diva'.

Confesiones como esta, grabaciones íntimas, entrevistas, fotografías privadas y cartas cedidas por sus allegados –su mayordomo, su doncella, su maestra la española Elvira de Hidalgo...– salpican una película reveladora. Obra de Tom Volf, rendido admirador de la soprano que dedicó cinco años a crear este relato hagiográfico, la cinta está repleta de ese tipo de momentos que te ponen la piel de gallina, mientras la propia diva repasa su vida y las polémicas y escándalos que la persiguieron.

Por ejemplo, de su esposo, Giovanni Meneghini, dice: «Se le subió la gloria a la cabeza. La gloria se les sube a los que me rodean, no a mí. Se emborrachan. Es como el vino». Callas habla también de las servidumbres de la fama, de la prensa y, mucho, de Aristóteles Onassis, su gran amor, que se casó, sin embargo, con Jackie Kennedy. «Un día –revela– apareció ante mi casa y empezó a silbar, como hacían antes los griegos para cortejar a las mujeres. Me dijo que su matrimonio era un error y lo acepté de nuevo».

«Hubiera dejado esta carrera varias veces, pero fui forzada a seguir: primero por mi madre, después por mi marido. El destino es el destino, no hay escapatoria»

María Callas

Desfilan también nombres como Grace Kelly y Rainiero, Omar Sharif o Pier Paolo Pasolini, uno de sus grandes amigos. Se conocieron en 1969, un año después de que Onassis se casara con Jackie Kennedy. Él le ofreció el rol protagonista en Medea (1969) y ella aceptó: «Ya me habían ofrecido varios papeles antes, pero Medea es el primero que merece la pena».

Volf reúne, además, testimonios de archivo de Marilyn Monroe, Alain Delon, Yves Saint-Laurent, John Fitzgerald Kennedy, Luchino Visconti, Winston Churchill, Liz Taylor, Brigitte Bardot, Catherine Deneuve, Jean Cocteau... Aunque nadie, en todo caso, hace sombra a la Callas, cuyas magnéticas actuaciones, contextualizadas en momentos claves de su biografía, salpican la emotiva película del director francés.

alternative text
Unidos por Medea. Pier Paolo Pasolini (arriba, de vacaciones en Malí) fue uno de sus grandes amigos. Se conocieron en 1969, un año después de que Onassis se casara con Jackie Kennedy. El director italiano le ofreció el rol protagonista en Medea y ella aceptó. «Ya me habían ofrecido varios papeles antes, pero Medea es el primero que merece la pena», declaró la diva.

En algunos casos, el relato aclara chismes históricos como el infame Rome walkout, la gran mancha de su carrera. El 2 de enero de 1958, Callas, que padecía una bronquitis, canceló una representación de la Norma de Bellini al término del primer acto.

Célebre por su volátil temperamento, la artista fue acusada de dar la espantada ante el mismísimo presidente italiano –Giovanni Gronchi entonces– y la plana mayor de la alta sociedad romana. Los medios fueron despiadados con ella, exacerbando su imagen de diva caprichosa que no termina las actuaciones. La versión que Volf cuenta, sin embargo, es una versión bien diferente.

"A mi esposo se le subió la gloria a la cabeza. La gloria se les sube a los que me rodean, no a mí. Se emborrachan. Es como el vino"

María Callas

Revela, sin ir más lejos, que la propia esposa del presidente habló con Callas poco después del incidente resolviendo así el malentendido. «Lo de Roma no fue un escándalo porque Callas dejara el escenario –aclara el director–. Fue un escándalo porque la empujaron a subir al escenario a pesar de estar enferma y seguir después con la representación cuando se estaba quedando sin voz».

Afectada por un trastorno alimentario tras perder 40 kilos en 1954 para representar la Medea de Luigi Cherubini, Volf apenas toca este asunto. «Lo hice en la versión inicial de tres horas, donde incluí 25 minutos al comienzo de la película dedicados a su pérdida de peso», matiza el director.

alternative text
Juntos hasta su muerte. Después del rodaje de Medea, su única incursión cinematográfica, Callas y Pasolini pasaron mucho tiempo juntos hasta el asesinato del director, en 1975, atropellado varias veces en el balneario de Ostia. En la imagen, Callas y Pasolini en Turquía.

En su lugar, incluye extractos de una entrevista televisiva en la que Callas describía su «pasatiempo favorito». Esto es: como un modo de sustituir su afición a la buena mesa, la diva coleccionó recetas extravagantes toda su vida, un modo de disfrutar de forma indirecta de platos de los que nunca disfrutaría.

La cinta también arroja luz sobre la confusión interna que vivió la soprano, afectada sobre todo por la tensa relación con su familia y la espiral depresiva en la que se sumergió después de que Aristóteles Onassis se casara con Jacqueline Kennedy. Son, sin embargo, pequeñas pistas, fragmentos de sonido y cartas personales sin entrar en profundidad en sus conflictos internos.