Soy de Jerez, tengo 39 años y soy la ganadora de ‘MasterChef 4’, donde participé junto con mi hermana. Acabo de presentar mi libro ‘Las recetas de Virginia’ y quiero montar una empresa de ‘catering’. Por Virginia Drake 

XLSemanal. ¿Cómo lleva la fama?

Virginia Naranjo. Tiene su parte buena y otra no tanto; pero estoy feliz, en una nube total. Yo era un ama de casa que no conocía nadie y, de pronto, soy Virginia MasterChef. ¡Estoy encantada!

XL. Cuenta su hija que la apuntó para deshacerse de usted una temporadita. ¿Tiene mucho genio?

V.N. Tengo voz de mando, sí [ríe]. A mí nunca se me hubiera ocurrido, la verdad. Tampoco pensé que pudiera ganar, me lo planteé como una liga: partido a partido.

XL. ¿Ha leído los piropos que le han dedicado en la Red?

V.N. Sí, al acabar el programa. Me han dicho de todo: víbora, mala persona, que me quede sin dinero para los medicamentos de mis hijos, que me quiten su custodia…

XL. Qué maldiciones más retorcidas…

V.N. ¡Muy animales! Se han cebado mucho. Además, ¿qué les he hecho? ¡Si no me conocen como persona!

XL. Menos mal que llevaba la estampita del Cristo de la Misericordia. ¿Cree que la ayudó a ganar?

V.N. Yo soy muy creyente y creo que, para que el Cristo te de algo, tienes que haber hecho cosas buenas. Milagros, milagros… como que no; pero si llevas un recorrido hecho, te puede dar templanza, sí.

XL. Las llamaban Pili y Mili y no han parado de llorar en todo el concurso, ¿tan mal lo han pasado?

V.N. Creo que pueden llamarnos «las lloronas de MasterChef». Si no llorábamos de emoción, era de pena: el caso es llorar, da igual el motivo [ríe].

XL. Reconozca que fue muy sumisa y pelota con unos chefs a los que daban ganas de mandarlos a hacer gárgaras.

V.N. Muchas veces daban ganas de mandarlos un poquito lejos, sí; y se muerde una la lengua por el respeto y la educación, pero tampoco hay que olvidar que son chefs y tú eres una amateur.

XL. Ha dicho que con el dinero del premio invitará a su hermana a hacer juntas el curso que ha ganado en el Basque Culinary Center…

V.N. Se lo he ofrecido para vivir esa experiencia juntas e irnos de pinchos por San Sebastián, pero dice que no, que vaya yo y que luego la enseñe lo que haya aprendido. Así que me voy sola y ella, mientras, me cuida la familia.

XL. ¿Dejará de ser ama de casa y se hará profesional?

V.N. Lo tengo decidido: no voy a poner un restaurante, pero me gustaría montar un catering con mi hermana.


Desayuno rico, rico

desayuno masterchef

 

 

«Un cafelito americano; un molletito de Antequera tostadito, con aceite de oliva virgen, tomatito triturado, un poquito de pimienta y sal; y zumito de naranja».

 

 

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