El ser humano cada vez desarrolla tecnología más compleja y mecanismos más sofisticados. ¿Pero evaluamos los peligros? Por Ana Tagarro / Fotos: Getty Images y Cordon Press

1. INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Las máquinas toman el control

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Los robots dominando el planeta es el escenario de la ciencia ficción que más cerca está de dejar de ser imaginario. El desarrollo de la inteligencia artificial va a tal velocidad que es la principal razón por la que se creó el centro CSER. Aunque los expertos discrepan sobre los plazos, nadie duda de que es posible crear una inteligencia artificial a nivel humano. O incluso superior. El peligro no es que los robots desarrollen emociones humanas; es suficiente con que tengan sus propios ‘objetivos’.

Ahora somos los humanos los que marcamos las metas, pero ¿qué pasará cuando las máquinas se programen a sí mismas? Muchos expertos creen que esa superinteligencia se automejorará hasta el punto de que no podremos ‘desenchufarla’. Stuart Russell -uno de esos expertos- lo explica así: «Una máquina superinteligente se las arreglará para anular la opción de apagado. No por un instinto de autoconservación ni por conceptos biológicos, sino simplemente porque una entidad no puede lograr sus objetivos si está muerta». Y la superinteligencia siempre logra sus objetivos… Abordar este problema es complejo porque requiere incluir en los algoritmos de la inteligencia artificial valores humanos. Y no es técnicamente fácil. Cualquiera que sea la solución tendrá que ser en código informático.

2. CAMBIO CLIMÁTICO

El consumo acaba con el planeta

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En la comunidad científica, nadie cuestiona el calentamiento global. Las diferencias están en cómo hacerle frente. El reto consiste en que la humanidad como especie «viva de acuerdo con sus posibilidades», explica Sean O’Heigeartaigh, –director del Centro para el Estudio del Riesgo Existencial-. Es decir, producir y consumir a un ritmo sostenible y mediante métodos que no tengan consecuencias negativas a largo plazo. Máxime cuando la población mundial está en continuo crecimiento (alcanzará los 11.000 millones en 2100, según la ONU) y ya consume por año el 50 por ciento más de los recursos que el planeta puede reponer. «Hay que evitar el continuo crecimiento».

3. INGENIERÍA BIOLÓGICA

Hágalo usted mismo

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La investigación con agentes patógenos o virus corre el riesgo de provocar una liberación accidental. El refuerzo de la seguridad y la vigilancia es la única forma de abordar el problema. Otra amenaza es la biología sintética. El problema de esta tecnología fundamental para producir nuevas medicinas y materiales es su fácil manejo. De hecho, existen instalaciones DIY ‘bio’; es decir, ‘hágalo usted mismo’, que permiten a los particulares realizar experimentos en su propia casa. El FBI ya tiene una unidad dedicada a hacer un seguimiento de experimentos biológicos.

4. ARMAS NUCLEARES

El botón del invierno nuclear

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El desarrollo de las armas nucleares cambió la geopolítica para siempre. Y sigue siendo una amenaza que depende de la voluntad de una sola persona o un pequeño grupo. El escenario más preocupante es el de un invierno nuclear: un periodo prolongado de oscuridad y frío en el planeta tras una guerra. Algo así hundiría la producción de alimentos y podría llevar a la especie humana a su extinción. Los expertos no se ponen de acuerdo sobre la escala del intercambio nuclear necesaria para desencadenar un invierno nuclear, pero todo apunta a que bastaría con lanzar los arsenales todavía existentes en el mundo.

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