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EL BLOC DEL CARTERO

Impuestos

Lorenzo Silva

Martes, 11 de Julio 2017

Tiempo de lectura: 7 min

Una de nuestras cartas de esta semana plantea una interesante paradoja: que sea condenado por delito fiscal el contribuyente que más ingresó en las arcas públicas a título individual. No es una hipótesis calenturienta: es, ni más ni menos, lo que le ha sucedido al jugador de fútbol Lionel Messi. Hay que tener presente, no obstante, que según la Agencia Tributaria, siguiendo un criterio respaldado por la Audiencia de Barcelona primero y el Tribunal Supremo después, era aún más lo que Messi debería haber ingresado. Llama la atención uno de los argumentos que para nuestro lector hacen más clamoroso el supuesto atropello a Messi: que haya quienes apenas pagan (o no pagan en absoluto) impuestos directos. Algo se ha quebrado en nuestro sistema tributario. Felicitaciones al ministro amnistiador. LA CARTA DE LA SEMANA

Conciencia de pertenecer

Hubo un tiempo en el que nuestros antepasados veían el planeta, nuestro planeta, como si fuera un ser vivo. Pescaban, cazaban y cultivaban la tierra guiados por la necesidad, pero con la conciencia de saber que pertenecían a ese mundo de aguas cristalinas, bosques intrincadamente procelosos y desiertos variopintos de extremas condiciones para vivir, pero capaces de albergar habitantes, por la necesidad o certidumbre de que ninguna parte de este planeta, nuestro planeta, estaba nacida del azar. Todo, pues, tenía un sentido en los ecosistemas. Hasta que el ser humano olvidó que pertenecía a ellos. El daño comenzó a volverse contra él para provocar no una venganza, sino una corrección. La naturaleza es sabia y el ser humano pertenece a ella. Por ello, siempre hay tiempo de enmendar y de reparar lo destruido. En definitiva, hemos de volver a tener conciencia de que pertenecemos a este planeta... para vivir y convivir; no para demostrar con necedad que somos la especie dominante que se cree poderosa olvidando su fragilidad. Como la del planeta en el que vivimos, nuestro hogar. Ángel Burbano Talamás (Zaragoza)
Por qué la he premiado... Por suministrarnos una reflexión útil y oportuna para hacer mientras sufrimos las inclemencias caniculares

 A continuación el resto de cartas de la semana.

Perdón a los profesores

Son ya varias las cartas remitidas por profesores desesperanzados, agotados, rendidos. Trabajan, o lo intentan, en esa escuela o barbarie que han descrito tres profesores, denunciando el 'Nuevo Orden Educativo', del que se hace eco en su revista el señor De Prada. Ese orden en que se entrena a los alumnos a adquirir destrezas y a esquivar conocimientos, empujando al profesor a convertirse en showman para ser considerado digno de un mínimo de atención. Se fomentan competencias para garantizar la futura empleabilidad del niño. Y se consigue que el niño acuda ilusionado al cole... hasta más o menos los 10 o 12 años, cuando empieza a calibrar qué está aprendiendo y percibe que nada. Nos dicen que ya no es necesario que aprendan cosas porque todo está en Internet. Pero ¿cómo va a buscar información un niño sobre un tema del que no sabe nada? Copiará la Wikipedia. Peor aún. cómo va a poder un niño, un adolescente, reflexionar sobre algo cuyo conocimiento no ha interiorizado? Por muy creativa que sea una persona, si no sabe nada de física, no aportará nada a la teoría de la relatividad, como apuntan en su reportaje sobre la biología de las ideas. Ante este panorama, no se puede dejar pasar una semana más sin que los padres pidamos perdón a los profesores. Perdón por haberlos dejado solos. María Teresa Rivera Iglesias, Urdúliz (Vizcaya)

¡Qué país!

Somos un país extraño, no creen? Según noticias leídas o escuchadas en la prensa o la radio, resulta que al contribuyente que, según dicen, fue el que más impuestos pagó en un ejercicio reciente se le pena con veintiún meses de cárcel y lo equiparan a un "capo criminal". Al igual que sucede en los Juegos Olímpicos, considero que a la persona que más tributos satisfizo más bien se la debe premiar y poner como récord a superar y, sobre todo, si se trata de un individuo que salió de la nada y luchó por conseguir lo que es. En cierto modo, no le debe nada a la sociedad que le exige, además de ser de los mejores en su 'profesión', conocer y aplicar escrupulosamente las reglas fiscales. En la religión cristiana se pide perdón por los pecados de omisión. ¿Qué sucede con los que no satisfacen ningún tipo de impuestos directos? Juan Francisco López García (Valladolid)

'Orgullo' muy bien entendido

En la madrugada del 28 de junio de 1969, la Policía de Nueva York, irrumpe en el pub Stonewall, punto de reunión de la comunidad gay y transexual, lo que dio lugar a varios días de disturbios. Esa fecha marcaría el inicio de unas celebraciones con 'orgullo' (que se extenderían por todo el mundo) para defender sus derechos y no tener que ocultarse de quienes los consideraban diferentes. A pesar de los años que han pasado desde aquella fecha y de los logros y avances sociales que dicho colectivo ha conseguido (matrimonio igualitario, adopción de hijos o derecho a la viudedad), solo en algunos países europeos, como Dinamarca, Holanda o España, y otros como Estados Unidos, donde ya es legal su matrimonio en la totalidad de sus estados, y recientemente en Argentina, recordemos que en aproximadamente 78 países del planeta se persigue y criminaliza de alguna manera (incluso llegando a la pena de muerte) el hecho de tener una condición y una manera de querer 'distinta'. En el recuerdo de muchos quizá perdure aquella no tan lejana ley de vagos y maleantes que perseguía con saña y cárcel a los que consideraba 'desviados'. También se escucha a ciertas autoridades decir que es una 'enfermedad' que merece 'curarse'. Yo les diría que, desde que el mundo existe, siempre ha habido personas que quieren, que aman a otras personas. María Olga Santisteban Otegui, Zalla (Vizcaya)

Jaén y los trenes

Me encuentro con mi amiga Manuela en la estación de tren de Linares-Baeza. Va a viajar hasta El Puerto de Santa María. Me cuenta que el proceso hasta encontrar una combinación adecuada de ida y vuelta para su viaje ha sido tedioso. Concluye que parece que el objetivo del Gobierno es ir reduciendo el tráfico de trenes en la mencionada estación, obligando a los usuarios a viajar o bien en coche o bien en autobús. Una vez conseguido esto, el siguiente paso será esgrimir la progresiva ausencia de viajeros como causa del cierre de la estación. El planteamiento puede resultar maquiavélico y aun macabro, pero lo más lamentable es que cercena los derechos de la población giennense. a los de esta parte de España también nos gustan los trenes, así como disfrutar de otros muchos derechos de los que ya goza gran parte del resto del país. Y eso parece no saberlo el Gobierno. Ojalá que iniciativas como la de Jaén Merece Más saquen del olvido histórico a nuestra provincia, anime la inversiones y haga percibir un futuro cierto para nuestra gente. Gabriel Barbero Consuegra, Úbeda (Jaén)

Un problema de 'agenda'

El mismo día en que el señor Rajoy fue recibido por el señor Macron en París, se trasladaron los restos mortales de Francesc Boix -prisionero y fotógrafo del campo de concentración nazi de Mauthausen y único testigo español del juicio de Núremberg- al cementerio de Père Lachaise, al lado de grandes ilustres. Sus fotos, guardadas con riesgo de su vida, fueron pruebas importantísimas para condenar a los criminales nazis. Nuestro presidente del Gobierno, sin embargo, no acudió a este homenaje. Se les llena la boca de democracia, de Constitucional..., pero no debió de poder acudir por un problema de 'agenda'. Cisco Vilardebó Marcó (Barcelona)

Una de las dos Españas ha de helarte el corazón

Fue Antonio Machado quien, a finales del XIX y principios del XX, ya reconocía las dos Españas. Pasados los años, y entrados en el XXI, podemos decir que existen muchas Españas. «Ya hay españoles que quieren vivir, parados, desempleados, en busca del primer empleo; otros que a vivir empiezan, trabajadores, empleados, pequeños empresarios; y otros que viven a costa de los anteriores. políticos corruptos, presidentes de bancos y cajas de ahorro, grandes empresarios y demás personajes que tienen sus dineros en paraísos fiscales». Esta es la radiografía española que nos muestra lo que ya presentía Antonio Machado, que acababa su poema indicando que entre una España que muere y otra que bosteza hay un grito que sale del corazón; «españolito que vienes al mundo, te guarde Dios / una de las dos Españas ha de helarte el corazón». Hoy podemos decir que hay muchas Españas; la que camina y la que sestea. La de los que van donde haya trabajo, la de la generación Erasmus, los jóvenes más preparados; frente a la de los que esperan que papá Estado les dé trabajo, remedan el caciquismo con un baño de democracia o dejaron los libros en los años del ladrillo de oro y no son capaces de volver a empezar. Empren-dedores frente a comisionistas del capitalismo de amiguetes. Hay la España que lee, piensa y hace tertulia en las redes sociales y la España que ve la vida a través solo de una pantalla embrutecida... y luego embiste en las redes. Juan Carlos Audikana, Hueda (Vitoria)

La España plurinacional

Uno de nuestros mayores problemas es el territorial. Parece como si los políticos quisieran volver a la breve experiencia de la Primera República, en 1873, cuando hubo cuatro presidentes en menos de ocho meses. Sus afanes soberanos e independentistas llegaron a Jaén, Granada, Cádiz, Sevilla, Barcelona, Cartagena, Algeciras..., con enfrentamientos entre sí, como sucedió entre Granada y Jaén por límites fronterizos. Pérez Galdós se lo recordaba a sus amigos republicanos y socialistas, al escribir la historia de la Primera República. «Un juego pueril, que causaría risa si no nos moviese a grandísima pena». En estos 40 años, cuantiosos han sido los dineros públicos que han favorecido el independentismo. El sistema electoral ha favorecido a los regionalistas, que se han aprovechado de la falta de claridad y unidad de los partidos mayoritarios. En la próxima reforma de la Constitución, este asunto debería quedar resuelto, porque no podemos permitirnos que este problema siga dificultando la igualdad y convivencia entre los españoles. Plácido Cabrera Ibáñez (Jaén)