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SALUD Anginas, vesícula, apéndice... ¿de verdad que no sirven para nada?

Convencidos de que servían para poco, al mínimo problema nos los quitábamos sin mirar atrás, pero algunos estudios contradicen esa supuesta inutilidad.

Fotos: Getty Images y Adobe Stock

Viernes, 03 de Diciembre 2021

Tiempo de lectura: 3 min

En El origen del hombre (1871), Charles Darwin describió los ‘rudimentos’, unos «órganos por completo inútiles que a menudo desaparecen por falta de uso». Entre ellos, citaba el apéndice. Así, durante más de un siglo, se ha pensado en él como en un órgano vestigial que, en la evolución del ser humano, perdió la función que le daba sentido: albergar bacterias capaces de ayudar a nuestros antepasados a digerir la celulosa de las plantas. Además de ser inútil, su inflamación, la apendicitis, podía poner en riesgo nuestra vida.

Un trabajo publicado en 2007 en el Journal of Theoretical Biology devolvió al apéndice cierta dignidad; al parecer, si una infección arrasa nuestra microbiota, las bacterias de ese almacén acuden como el séptimo de caballería a repoblar nuestro intestino con microorganismos beneficiosos. ¿Es entonces preocupante que nos extirpen el apéndice? No, asegura la doctora Rocío Anula, del servicio de cirugía del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid: «Ante signos claros de apendicitis, debe operarse». Pero si el diagnóstico es dudoso, mientras hace décadas se optaba por la extirpación, hoy se prefiere dar antibióticos y observar la evolución.

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