
Vino y cultura: un maridaje interestelar para viajar al espacio
Viaja al espacio sin moverte de casa gracias a estas propuestas culturales y una copa de Celeste Crianza, el vino de las estrellas

El espacio nos resulta más cercano que nunca. Hasta hace solo unos años, solo los astronautas tenían la posibilidad de traspasar la atmósfera, pero durante este año hemos visto a millonarios como Jeff Bezos o Richard Branson experimentando durante algunos minutos la gravedad cero. Con todo, parece que todavía quedan décadas para que viajar al espacio sea un plan de vacaciones realista. Mientras tanto, nos queda seguir soñando con los viajes espaciales y, para ello, te proponemos una selección de opciones culturales (una película, una serie, una canción y una novela) que te transportarán a los confines del espacio.
Antes de arrancar los motores de esta nave, apunta el mejor maridaje interestelar porque acompañar nuestras propuestas con una copa de Celeste Crianza, de la DO Ribera del Duero, un vino que, literalmente, nace cerca de las estrellas, es el mejor maridaje. Se trata de un vino elaborado con uva tinta fina (tempranillo) cuyas viñas se cultivan a 895 metros de altura sobre el nivel del mar, en la localidad vallisoletana de Fompedraza, en la comarca del Campo de Peñafiel.
A esa altura, tan cerca del cielo, se lleva la uva al límite para crear un vino muy aromático, color cereza, profundo y fascinante, con notas de concentrado de frutos negros y de higos maduros, y un delicioso toque ahumado y mineral. Una propuesta con la que disfrutarás aún más de tus viajes espaciales, por ahora imaginarios.

Una película: 'Interstellar', de Christopher Nolan
La fascinación por las películas del espacio data de la década de los sesenta. No podríamos hablar de este género en el cine sin mencionar la saga de Star Wars o Una odisea en el espacio. Desde hace más de medio siglo, las ficciones que consiguen trasladarnos hasta ese espacio vasto e insondable, plagado de planetas, constelaciones y estrellas, nos enamoran, a pesar del paso del tiempo y de las modas. Porque encontrarse con lo desconocido y transitarlo gusta a pequeños y adultos. Quizás lo que nos atrae es la capacidad para sacarnos de nuestra realidad. Y aunque no sea todavía posible viajar al espacio realmente, sí que podemos dejar el móvil aparcado y embarcarnos hacia ese lugar en donde las reglas son otras.
Algo así ocurre con Interstellar, de Christopher Nolan (2014). El director plantea un mundo apocalíptico en donde la humanidad teme por su supervivencia. Doce voluntarios deciden investigar qué ocurre en un agujero de gusano cerca de Saturno, pero este es solo el comienzo. Anne Hathaway, Jessica Chastain y Matthew McConaughey nos permiten vivir junto a ellos más de una aventura durante las casi tres horas de metraje. Porque en el espacio también ocurren cosas terrenales, humanas. Al fin y al cabo, eso es lo que somos. Así que, líate una manta, ponte bien cómodo y disfruta de la experiencia con una copa de Celeste Crianza. Solo o acompañado. Eso lo decides tú: será igual de extraordinario.

Una serie: 'Cosmos', de Carl Sagan
La serie documental de Carl Sagan, Cosmos: Un viaje personal, que se emitió en la televisión pública estadounidense (PBS) durante 1980 y que ahora está disponible en Filmin, supuso un avance difícil de cuantificar, aún ahora, después de cuatro décadas. Sus 13 capítulos funcionaban como un pasadizo hacia mundos casi siempre desconocidos. De un día para otro, saberes tan interesantes como la astronomía, la filosofía o la ciencia llegaban a las casas de millones de personas en todo el mundo (la serie se emitió en 60 países), que así entraron en contacto con una nueva manera de explicar el origen de la vida o del universo, de una manera divulgativa.
Junto a Sagan, es posible alcanzar nuevos mundos, sin renunciar a una estética setentera (presente en los estilismos del divulgador científico, pero también en la banda sonora y los rótulos), a pesar de que la serie se emitió en 1980. Los espectadores que ya la hayan visto, disfrutarán de un segundo y nuevo visionado, y los más jóvenes descubrirán una serie de culto que todos deberíamos tener entre nuestras ficciones de cabecera. Viéndola, mientras disfrutamos de un buen vino, nos adentraremos en el espacio, pero no a la manera de ahora, sino mejor, con ese tinte de nostalgia romántica que acompaña a Sagan, un amante del cosmos.
Una canción: ‘Space Oddity’, de David Bowie
En 1969, en plena era de la psicodelia británica, David Bowie escribió una melodía que se convertiría en una canción de culto. Un año antes, el inglés había visto Una odisea en el espacio, de Stanley Kubrick y, como tantos otros millones de personas en todo el mundo, se había quedado fascinado. Aquello era algo nuevo. Pero Bowie no se quedaba tampoco atrás: como si se hubiese adelantado al tiempo (la canción fue grabada el 20 de junio y publicada el 11 de julio), Bowie publicó Space Oddity un mes antes de la llegada a la Luna de Neil Armstrong y Edwin F. Aldrin a bordo del Apolo 11.
Aunque han pasado ya más de cincuenta años de su publicación, Space Oddity aún consigue transportarnos hasta el espacio, muy poco a poco, y casi sin enterarnos. Durante más de cinco minutos, Bowie nos invita a viajar junto a él hasta las estrellas; un lugar distinto, lejano a los problemas cotidianos, en donde se para el tiempo y volvemos a conectar con nuestro cuerpo y nuestras emociones. La música de la canción va in crescendo, así como la historia que se nos cuenta, la del astronauta que consigue llegar al espacio. De la misma manera, como si nosotros fuésemos el Major Tom, nos acercamos a ese estado de desconexión que tanto necesitamos a diario. Y nada mejor para hacer volar los sentidos que acompañar la escucha con una copa de Celeste Crianza. Solo tú sabes a dónde te llevará finalmente esa odisea espacial.
Una novela: 'Dune', de Frank Herbert
En 1965, Frank Herbert publicó Dune, una novela de ciencia ficción que hoy en día es más relevante que nunca. Hace poco se estrenó en nuestro país la nueva adaptación del libro a la pantalla grande (la primera estuvo a cargo de David Lynch en 1984) dirigida por el director canadiense Denis Villeneuve y protagonizada por dos de los actores más populares del momento, Timothée Chalamet y Zendaya (pero también otras figuras fundamentales como Oscar Isaac o Jason Momoa). Una nueva versión que ha conseguido acercar a los jóvenes a una historia de nuevos imperios galácticos que lleva décadas encandilando a generación tras generación.
Su éxito, a diferencia de lo que ocurre con otras novelas que se valoran con el paso del tiempo, fue inmediato: recibió dos galardones fundamentales para el género como el Premio Hugo y el Nébula y, en la actualidad, sigue siendo uno de los títulos más vendidos de la literatura de ciencia ficción. De hecho, Herbert escribiría cinco volúmenes más, aunque nunca alcanzaron la calidad de este primero. Pero son los comienzos de esta novela, ambientada dentro de 10.000 años, lo que ha logrado tocar la fibra sensible del lector. Tanto por las relaciones entre los habitantes del Imperio con su emperador, como también por su compleja organización y sus viajes espaciales instantáneos. Una delicia que marida como ninguna otra con un vino que te acercará a las estrellas.
