Transformación y herencia en el ámbito de la movilidad
El éxito de Stellantis en nuestro país se entiende, entre otras cosas, por un vínculo casi centenario forjado gracias a una fuerte apuesta industrial y a un compromiso real con sus clientes

Stellantis puso el contador a cero hace poco más de dos años tras la fusión de dos gigantes de la automoción (Groupe PSA y Fiat Chrysler Automobiles), pero eso no significa que no haya recorrido una infinidad de kilómetros. Ofrecer libertad de movimiento con soluciones específicas, asequibles y fiables es la visión que guía los designios de la compañía en esta nueva era, pero no es sino la consecuencia directa de una herencia rica en matices que ha dado lugar a una idiosincrasia única forjada vehículo a vehículo.
Así, uno de los líderes mundiales del sector del automóvil es en realidad una constelación de 14 marcas icónicas con una historia legendaria marcada por la diversidad cuya trayectoria no podría explicarse sin su vinculación, casi centenaria, con España. Y es que, en los años 30 del siglo pasado, Guadalajara asistió al nacimiento del primer coche fabricado por una marca de la compañía en nuestro país: el Fiat 514.

Desde entonces han sido 80 los vehículos ensamblados en el triángulo virtuoso que forman Madrid, Vigo y Zaragoza, de cuyas plantas han salido alguno de los modelos más icónicos de la historia, que se han convertido en verdaderos referentes en segmentos tan competitivos como el de los vehículos comerciales, los utilitarios o las berlinas. Todos ellos cumpliendo a la perfección la tarea que les fue encomendada en su génesis: mejorar la movilidad de las personas a base de versatilidad, innovación y confort.
Coches que dejan huella
Mención especial merece la aportación de Stellantis en lo que a vehículos comerciales se refiere puesto que consiguió convertirse en parte del paisaje en la España urbana y rural de mediados del siglo XX para no dejar de serlo nunca. El Citroën AZU, furgoneta basada en el Citroën 2CV fabricada en Vigo hasta 1970, pronto pasó a ser el mejor aliado de los emprendedores de la época.
El paso del tiempo solo hizo que perfeccionar la fórmula y otros modelos como el Citroën C15, sinónimo de robustez y versatilidad, o los Peugeot Partner y Citroën Berlingo, recogieron el testigo para perpetuar un concepto revolucionario: ofrecer vehículos polivalentes, útiles como herramienta de trabajo en el día a día y como coche familiar los fines de semana. Coches que hoy en día son indispensables porque siguen cumpliendo con esa doble necesidad de dar respuesta a mundos tan dispares como el laboral o el lúdico. Por eso, la compañía dispone en la actualidad de una gama de vehículos comerciales, denominada K9, perfectamente adaptada a los tiempos que corren.

Sus modelos urbanos y berlinas también han generado una gran satisfacción a millones de conductores. La maniobrabilidad, agilidad, bajo consumo y dimensiones compactas no están reñidas con la innovación tecnológica o con el diseño, como han demostrado modelos como el Citroën 2CV, el Peugeot 205, el Opel Corsa y el Opel Kadett.
Y si hablamos de confort y lujo con unas prestaciones inmejorables, Stellantis supo siempre marcar tendencia con modelos de gama media como el Citroën GS o el Peugeot 306 y otros que otorgaban un mayor prestigio como el Citroën CX o los Peugeot 504 y 505. Todos ellos sinónimo de avances tecnológicos y un excelente comportamiento en carretera con una estética innovadora.
Así pues, clásicos como el Citroën Mehari, el Citroën 2CV, el Citroën GS, el indestructible Citroën C-15, el Peugeot 205, el Peugeot 504, el Opel Corsa, el Opel Kadett o Dodge 3700 GT dieron paso a otros vehículos que también dejaron huella como el Peugeot Partner, el Peugeot 306 o el Citroën Berlingo antes de llegar a la última generación de coches marcados por un espíritu eminentemente tecnológico y sostenible como el Opel Corsa-e, el Peugeot e-Partner, el Citroën ë-Berlingo y el Fiat E-Doblò.