Planificación fiscal: cómo organizar tu año para optimizar tu declaración
Una buena planificación fiscal permite mucho más que “pagar menos impuestos”. Una gestión adecuada a cada perfil es la mejor herramienta para ahorrar, tomar decisiones más inteligentes y vivir con mayor tranquilidad financiera.

Es un hecho: Muchos estamos pagando más impuestos de los necesarios por falta de planificación fiscal. Y no, no se trata de evitar la carga impositiva que corresponda a cada uno, sino de aplicar la inteligencia financiera. Estructurar ingresos, inversiones y patrimonio de una forma eficiente aprovechando al máximo las deducciones y los beneficios que ofrece la ley es lo que permite una buena planificación financiera.
Sin embargo, muchos contribuyentes están desaprovechando la oportunidad de reducir su factura fiscal por desconocimiento o desorganización, y otros tantos, además, están perdiendo la ocasión de ahorrar con productos de inversión con exenciones fiscales. La mayoría, además, esperan a final de año o al momento de hacer la declaración para organizar sus finanzas cuando las decisiones fiscales deben anticiparse y distribuirse durante todo el ejercicio.
Cumplir con la responsabilidad fiscal no está reñido con hacerlo de forma inteligente. La clave está en informarse, anticiparse y, planificar el año usando las herramientas que estén al alcance, como los planes de pensiones, un instrumento que permite reducir hasta 1.500 euros anuales de la base imponible del IRPF; las donaciones a ONG, la inversión en startups o los productos de ahorro como fondos, PIAS, o rentas vitalicias, que también ofrecen ventajas fiscales si se gestionan con visión a largo plazo. Contratar alguno de estos productos no tiene mucha ciencia, pero saber cuándo vender un activo, cómo compensar pérdidas y ganancias o entender cuál es el mejor momento para rescatar un plan de pensiones sí que requiere ciertos conocimientos que, si no se tienen, se deben buscar en un asesor experto que ayude a tomar decisiones acertadas de inversión y a anticiparse al impacto fiscal de cada movimiento.
Una buena estrategia fiscal reduce la carga impositiva en el año y permite, gracias a productos de inversión, un ahorro a largo plazo.
Una revisión anual con visión fiscal puede marcar una gran diferencia. Y no sólo en términos de reducción de costes sino también desde el punto de vista del ahorro. Porque en materia de impuestos la mejor ventaja estratégica es saber cómo gestionar lo que se gana.

○ Analiza tu situación fiscal.
Una buena planificación fiscal, que busque estructurar la carga impositiva y optimizar los potenciales ahorros pasa, necesariamente, por una primera mirada hacia dentro, a nuestra situación fiscal. Tener claro cuál es el tipo marginal de IRPF que pagamos por cada euro adicional, los ingresos totales que tenemos por nuestro trabajo, alquileres, inversiones, etcétera, y las deducciones que aplicamos o que podríamos aplicar es básico para definir una estrategia financiera inteligente que nos aporte, además, beneficios.
○ Soluciones en optimización fiscal y rendimiento de capital
Según la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV), los fondos de inversión no tributan hasta que se reembolsan, lo que permite diferir el pago de impuestos por los rendimientos acumulados. Los Planes de Ahorro Sistemático (PIAS) ofrecen la posibilidad del rescate en renta tras cinco años, lo que puede traducirse en importantes ahorros frente a los rescates de fondos tradicionales. Y los planes de pensiones siguen siendo útiles para deducciones inmediatas en la base imponible.
Todos estos instrumentos financieros de inversión ofrecen rentabilidad y, en muchos casos, garantía del capital aportado, y también ventajas fiscales muy atractivas.
○ Asesoramiento profesional
Crearse un plan a medida desde cero y sin la experiencia y el conocimiento necesarios es complicado y puede convertirse en una mala idea. Entidades como MAPFRE ofrecen servicio de asesoramiento profesional en estructuras de ahorro y planes con ventajas fiscales como planes de pensiones o PIAS, y un seguimiento para que esta planificación se traduzca en beneficios a medio y largo plazo.