Claves para blindar tus ahorros en tiempos de inflación
Protegerse ante la inflación implica un ejercicio de equilibrio entre liquidez para imprevistos y rentabilidad de los ahorros con inversiones diversificadas que incluyan productos refugio.

Inflación. Este concepto económico que define, básicamente, el aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en una economía durante un periodo determinado de tiempo, se ha instalado en nuestras vidas hasta convertirse en una palabra casi de uso doméstico. La vemos en el supermercado, en los productos básicos, en el ocio, en los suministros, en los transportes, y nos rompe el bolsillo desbaratando el presupuesto mensual.
Ya no nos sorprenden noticias sobre subidas del IPC que periódicamente se publican en los medios, y nos hemos familiarizado con ciertos incrementos en los precios de productos o servicios más demandados en función de la época del año. La inflación en España sigue un patrón cíclico, con picos puntuales según el comportamiento de la energía y el turismo.
Sus efectos no se limitan, lamentablemente, al poder adquisitivo actual, también dañan a los ahorros, erosionándolos si los dejamos inmovilizados. Lo de más vale pájaro en mano que ciento volando puede ser útil en otros aspectos de la vida, pero no para el dinero. Menos aún en tiempos de inflación, porque las cuentas de ahorro tradicionales, que suelen ofrecer tasas de interés bajas que a menudo no superan la inflación, hacen que tu dinero pierda el valor con el tiempo. ¿Y esto por qué? Muy sencillo: tus ahorros no habrán apenas crecido (tampoco menguado, eso es cierto), mientras que los precios de los bienes y servicios sí, lo que se traduce en menor capacidad de gasto. Podrás comprar menos, porque los precios serán más altos y tu dinero no habrá crecido siguiendo esa tendencia alcista.
La inflación limita nuestra capacidad de ahorro. Para combatirla es necesario poner a trabajar el dinero en inversiones a largo plazo y bien diversificadas.
Mantener tus ahorros en efectivo o en cuentas de ahorro que no generan buenos intereses significa perder la oportunidad de hacer crecer tu patrimonio y protegerlo de la inflación. Tu dinero pierde valor con el tiempo si no se invierte y genera rendimientos. Por eso, siempre es necesario poner a trabajar el dinero, para que, gracias a productos pensados para la inversión a largo plazo, podamos esquivar la inflación y rentabilizar nuestros ahorros.

Mantener un fondo de emergencia
Muchas personas confunden seguridad con dejar el dinero estancado en una cuenta corriente, cuando esa es la mejor manera de perder, poco a poco, los ahorros, porque la inflación los va erosionando. Por eso, aunque siempre es recomendable dejar reservado un fondo de emergencia en alguna cuenta o depósito que nos sirva de colchón en caso de imprevistos, ésta no debe ser la estrategia de ahorro principal, porque no genera rentabilidad y suele producir intereses muy bajos que provoca que cada año ese efectivo pierda poder de compra.
Diversificar la cartera e invertir a largo plazo
Repartir el dinero en diferentes activos siempre es garantía de protección, porque no obliga a depender de un solo tipo de inversión. Además, es clave para afrontar la inflación y minimiza riesgos específicos. Invertir en varios productos y hacerlo a largo plazo es la combinación perfecta para esquivar las tendencias alcistas en los precios, aunque la rentabilidad sea más baja. Aun así, hay que saber que el tiempo permite que el interés compuesto (los beneficios que generan más beneficios) haga su trabajo: cuanto más tiempo dejes invertido el dinero, más difícil es que la inflación lo erosione.
Buscar productos financieros con protección ante la inflación
Para combatir la inflación siempre es interesante buscar productos que ofrezcan una rentabilidad superior o que estén ligados a índices de precios. Entidades como MAPFRE disponen de productos que ofrecen coberturas frente a pérdidas de valor como los seguros de vida ahorro unit linked, los seguros de ahorro vinculados, los Planes Individuales de Ahorro Sistémico (PIAS) o los seguros de rentas vitalicias con revalorización anual: y, por supuesto, asesoría especializada para ajustar carteras en entornos inflacionarios.