Ahorro para la jubilación: opciones más allá del plan de pensiones tradicional
Además de los planes de pensiones, existen varias opciones para ahorrar e invertir pensando en la jubilación. La elección depende del perfil de riesgo, horizonte temporal, fiscalidad y liquidez que se quiera mantener.
Hay una ley no escrita: cuanto mayor te haces, más tranquilo quieres vivir. Sobre todo, cuando llega la jubilación, una etapa de la que esperamos un retiro apacible y sereno que nos permita tener tiempo para disfrutar de nuestras aficiones. En España, el porcentaje de la primera pensión respecto al último sueldo, según el último informe Pensions at a Glance (Pensiones de un vistazo) elaborado por la OCDE, asciende, de media, al 80%. Un porcentaje que debería ser suficiente para vivir, según el servicio de información financiera del Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores, pero que, sin embargo, no garantiza mantener el mismo nivel de vida que durante la etapa laboral. De ahí la necesidad de ahorro complementario.
Además, vivimos más años y, aunque eso sea una buena noticia, también hay que pensar que hay que financiar ese tiempo extra. Teniendo en cuenta, también, que los últimos años de cualquiera suelen venir con más gasto sanitario y de cuidados.
Más allá de los planes de pensiones existe un abanico de productos de inversión a largo plazo que ofrecen flexibilidad y rentabilidad.
Los planes de pensiones son el instrumento de referencia para quienes buscan complementar su pensión pública. Sin embargo, no son la única alternativa, y la realidad de los mercados y los cambios normativos están impulsando que muchos ahorradores exploren otros vehículos de inversión con componente de ahorro fiscal, que ofrecen, además, más flexibilidad, como los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS) y los Seguros de Ahorro a Largo Plazo (SIALP). Estos productos favorecen estrategias de inversión dinámicas según el perfil del ahorrador.
Optimiza la fiscalidad
A veces, cuando nos decidimos a contratar un producto que nos permita ahorrar de cara a la jubilación se nos puede olvidar que otros vehículos financieros tienen interesantes ventajas fiscales. Las aportaciones en los planes de pensiones, por ejemplo, reducen la base imponible el límite legal vigente (en planes individuales, como norma general, hasta 1.500 euros), pero, al rescatar, tributa como rendimiento de trabajo; mientras que en los PIAS la carga fiscal es muy baja si lo conviertes en renta vitalicia, y en los SIALP, si cumples el plazo mínimo y el límite anual, los rendimientos quedan directamente exentos.
Así, si la prioridad fuera exclusivamente pagar menos impuestos ahora, se podría empezar por los planes de pensiones. Aunque lo ideal sería orquestar el calendario y aprovechar primero el beneficio inmediato que reportan los planes de pensiones y, en paralelo, constituir un SIALP o PIAS, para beneficiarte fiscalmente después.
Examina tus necesidades de liquidez
Para decidirse por uno u otro producto siempre hay que pensar en los distintos eventos de vida que aún nos espera y no atar el dinero si se va a necesitar en el medio plazo. Además, antes de nada, se debería definir un colchón de emergencia fuera de estos productos y el horizonte real que tenemos en mente para contratar uno u otro.
Los planes de pensiones cuentan con una liquidez limitada. Salvo contingencias legales y antigüedad de aportaciones, piensa en ellos como una caja fuerte a largo plazo, lo que no es mala idea cuando se trata de garantizarnos un ahorro para la jubilación. Los SIALP, normalmente, no permiten rescates parciales hasta pasados los cincos años, como mínimo, desde su apertura. Romper antes el plazo te haría perder la exención fiscal. Respecto a los PIAS, aunque suelen ser más flexibles en los rescates siempre que se mantenga al menos 5 años, la ventaja fiscal se reducirá si no lo conviertes en renta vitalicia.
Diversificar y combinar productos
Si tu capacidad de ahorro te lo permite, siempre será mejor diversificar tu cartera de inversión para reducir riesgos y adaptar tu estrategia con el tiempo y en función de tu situación en cada momento. Combina fondos con SIALP, renta vitalicia y planes de pensiones. Considera también hacer aportaciones pequeñas para suavizar los vaivenes del mercado y déjate asesorar por expertos como los que trabajan en las más de 3.100 oficinas de MAPFRE, que te podrán ayudar y orientarte en tus decisiones de ahorro.