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La búsqueda

Jueves, 01 de Septiembre 2016

Tiempo de lectura: 1 min

Nuestro pequeño mundo de la gastronomía, como los grandes movimientos sociales, vive un continuo choque tectónico entre pares que parecen enfrentarse. la tradición frente a la vanguardia y lo identitario frente a lo cosmopolita. La creatividad surge casi siempre de la interacción de estos conceptos en un movimiento de mecedora, de un extremo al otro, siempre dinámico, con infinitos puntos intermedios. Toda tradición fue alguna vez vanguardia y todo lo que es universal empezó siendo local. La cocina española se volvió influyente en el mundo durante los años de su revolución, un tiempo prodigioso en el que la creatividad surgió de la búsqueda en los límites de la física y la química de lo comestible. Y aquel planteamiento dejó paso a una nueva idea fuerza que reivindicaba la autenticidad por encima del trampantojo, el producto por encima de las texturas desconocidas y se envolvía en conceptos como 'origen' y 'sostenibilidad' reivindicando una relación más armoniosa con nuestro maltrecho planeta. La fuerza transformadora bulle ahora en la mistura de las diferentes cocinas de raíz -porque el producto no está en cuestión-, en «las fronteras», como dice en su último menú Quique Dacosta. El triestrellado cocinero de Denia, como los hijos más inquietos de todas las revoluciones, no ha dejado de evolucionar buscando sin denuedo la inspiración creativa en la tensión de conceptos. En Fronteras 2016 ofrece una reflexión profunda sobre el contacto de cocinas y la relación entre lo local y lo desconocido, renunciando en buena parte al virtuosismo, a las complejidades intelectuales de años atrás y a los pases infinitos, en un camino que ha alcanzado su madurez, afinando como nunca antes el juego de equilibrios entre la suculencia, la sorpresa y las relaciones entre la tribu y el universo.