Comer con los libros

Entre las pocas cosas buenas que nos ha dejado 2020 (sí, alguna ha habido) están los libros. Hemos tenido más tiempo para leer y para disfrutarlos. Se han editado a lo largo del año algunos verdaderamente interesantes. Por encima de todos, me ha gustado el delicioso Ya sentarás cabeza, de Ignacio Peyró, director del Instituto Cervantes en Londres. No es, ni mucho menos, un libro gastronómico, pero está salpicado de referencias a las cosas de comer porque Peyró es un refinado comedor y bebedor, como ya demostró en su anterior título, Comimos y bebimos, otra auténtica joyita. Más ceñidos al mundo de la cocina, huyendo siempre de esos insufribles recetarios de famosos televisivos o de los dedicados a las cocinas exóticas, ha habido algunas publicaciones que merecen la atención de los aficionados al buen comer. Especialmente libros centrados en temas muy concretos como el magnífico Lera, el mejor tratado que conozco sobre la cocina de la caza, o Casquería, completo repaso a la mal llamada 'cocina de los despojos'. Ambos publicados por la mejor editorial gastronómica del momento, Montagud. Y para completar el trío, Sopas, gran trabajo de la Fundación Alicia, un centro de investigación dedicado a la mejora de los hábitos alimentarios, que reivindica la importancia de estos platos líquidos que poco a poco van desapareciendo de nuestras vidas. Son solo algunas sugerencias. Las librerías están llenas de cosas interesantes. Lean.