El gran Giovanni Perelo
Partíamos de la estación de Lesseps. Línea 3 entonces. Fontana, Diagonal, Aragón y bajábamos en Plaza Cataluña. Yo tenía pocos años y mi madre me lle…
Partíamos de la estación de Lesseps. Línea 3 entonces. Fontana, Diagonal, Aragón y bajábamos en Plaza Cataluña. Yo tenía pocos años y mi madre me lle…
Hace unas semanas publiqué en estas Pequeñas infamias que comparto con ustedes cada quince días un artículo con el título El club de las segundas esp…
Un delicioso postre. Ingredientes. 250 g de leche entera, 250 g de nata, 6 yemas de huevo, 40 g de az car y 2 ramas de canela.Elaboraci n. se precal…
Sherlock estaba solo, como les conté alguna vez. Melancólico como Humphrey Bogart en Casablanca. Añorando, aunque no las hubiera conocido en persona,…
Hace años fui un afectado por lo que se dio en llamar el boom del baloncesto. Los adolescentes de los ochenta, fascinados por los fulgores de la NBA, c…
El vértigo tiene sus encantos, aunque no para quien padece un ligero trastorno que consiste en la tentación de precipitarse a los vacíos, por abismal…
Cervantes, que no solía equivocarse nunca, se equivoca sin embargo en el prólogo de la segunda parte del Quijote, cuando afirma que hay dos envidias;…
Justo al final del verano, cuando el calendario exige que nos despidamos de la costa, quisiera rendirle un homenaje al mar, porque su presencia en nu…
Se va el caimán. Transcurre, indiferente, el año en que acabó la guerra de la Independencia. Que, como saben ustedes, y también todos los escolares y…
Dejé atrás Corcubión y su elegancia melancólica, frondosa de pazos, casas nobles y aire de mar antiguo, y anduve sube y baja hasta llegar a Finisterr…