La máscara es el segundo producto de maquillaje más vendido, solo por detrás del labial. Lógico: las pestañas transforman la mirada. Pero también hay tintes, extensiones… No te quedes corta. Por Stefanie Milla / Fotos: Getty Images y Adobe Stock

Da igual que lo llamemos por el popular nombre de ‘rímel’ o como el más especializado término ‘máscara’, el cosmético que da color, longitud y volumen a las pestañas se ha convertido en un top de ventas y conviene comenzar con un manual de uso basado en cuatro mandamientos fundamentales.

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  • No la usarás pasados seis meses desde su apertura o corres el riesgo de que se haya puesto rancia.
  • No bombearás el cepillo dentro y fuera del envase. Solo conseguirás meter aire y que se seque antes.
  • No aplicarás máscara en toda la longitud de las pestañas inferiores. Con marcar la raíz basta. Y en ocasiones ni siquiera hace falta maquillarlas.
  • Comenzarás la aplicación en la raíz e irás subiendo en zigzag.

Dale la vuelta: quizá no habías pensado que…

  • Una única máscara no vale para todo: los días de calor tal vez apuestes por una fórmula waterproof; que una más oscura y potente sea perfecta para la noche; de día quizá prefieras una de longitud…
  • Un truco de maquillador: usa primero una máscara que aporte volumen y luego aplica una segunda capa con una máscara de longitud para marcar mucho las puntas.
  • Si sueles mancharte el párpado inferior al maquillar las pestañas, pon un tisú bajo ellas para evitar que la máscara se deposite en la piel.
  • En caso de que de la máscara recién estrenada salga demasiado producto, gira el cepillo con movimientos circulares en la boca del envase antes de sacarlo del todo. O bien retira el exceso con un tisú.
  • Una vez que hayas aplicado una o dos capas de máscara, realiza una tercera solo en la raíz, con un movimiento muy corto, casi como si cardaras ese pelo. Este gesto intensifica la cantidad de color junto al párpado, lo que intensifica la mirada.

A cada tipo de pestaña, un tipo de máscara

El rizador se utiliza sobre las pestañas sin maquillar; si no, se pueden quebrar

  • ¿Cómo es posible que las grandes marcas de maquillaje tengan hasta diez o doce tipos de rímel? La respuesta es sencilla: no son iguales. Ni de lejos.
  • A las pestañas finas, curiosamente, no siempre les van bien las máscaras de volumen pues, si la textura es demasiado gruesa, les aporta mucho peso. La solución es rizar antes las pestañas (para contrarrestar esa caída) o bien aplicar primero una voluminizadora y trabajar las puntas con una alargadora.
  • Las pestañas muy rectas se benefician de los efectos de los cepillos curvados, pero, si de verdad quieres evitar que se vean como cortinillas, un toque de rizador hace milagros.
  • Las máscaras alargadoras son importantes para pestañas cortas, pero deben aplicarse bien pegadas a la raíz para maximizar su impacto y llevarlas hasta los extremos.
  • Los cepillos largos y estrechos permiten más precisión, sobre todo en las pestañas más pequeñas del lagrimal.
  • Los cepillos con el mango curvado o inclinado permiten llegar a las áreas más difíciles, sobre todo las cercanas a la nariz o las del lado izquierdo (para diestros) o derecho para zurdos.

Rizapestañas, el aliado imprescindible

Sí, lo sabemos. Parece un instrumento de tortura medieval. Pero en realidad el rizapestañas es (casi) mágico. hasta las más tímidas y retraídas salen a la luz y se convierten en estrellas tras usarlo. Y es mucho más fácil de lo que parece.

  • Se utiliza ¡siempre! sobre las pestañas sin maquillar, perfectamente limpias y secas. Una vez que has aplicado la máscara, las pestañas se tornan más rígidas y, si utilizas el rizador, podrías quebrarlas y arrancarlas.
  • Abre el rizador y sitúalo en la raíz, con cuidado de no pellizcar el párpado.
  • Cierra el rizador y mantenlo así de tres a seis segundos. No hace falta apretar como si quisieras sacarles jugo. basta con presionar con suavidad.
  • Aunque las gomas duran mucho, no son eternas. Chequea cada tres meses y cambia en cuanto notes que muestran la mínima señal de estar cediendo.

Desmaquillar: el frotar se va a acabar

¿Cuántas pestañas no habrán desaparecido por productos poco adecuados, tirones o porque nos fuimos a la cama sin desmaquillarnos como es debido? ¡Son legión! Cuidemos cada pestañita con el mimo que se merece para que se vayan a dormir impolutas y sin daños colaterales.

  • El tipo de máscara determina el desmaquillador requerido. Si es waterproof, se necesitará una fórmula bifásica y oleosa. Si es resistente al agua fría pero no a la caliente, necesitaremos elevar unos grados el aclarado.
  • Si se usa un bálsamo o una leche desmaquilladora para todo el rostro, habrá que trabajar el área de los ojos con delicadeza. Con el pulgar, índice y dedo corazón haz círculos muy suaves para disolver el maquillaje. Toma las pestañas entre el pulgar y el índice y realiza un gesto como de peinado para retirar el producto, sin olvidar la parte inferior de la raíz de las pestañas.
  • ¿Prefieres aplicar una leche limpiadora o un agua micelar con algodón? Evita las bolitas, que sueltan mucha pelusa y se puede meter en los ojos, y apuesta por un disco de algodón compacto. Toma primero un algodón con desmaquillante y presiónalo con suavidad durante al menos entre diez y veinte segundos sobre el ojo cerrado. Este tiempo permitirá que se ‘deshagan’ los pigmentos y se pueda retirar con suavidad, sin necesidad de frotar. Haz movimientos circulares y retira el grueso de la máscara. Después coge un nuevo algodón y dóblalo por la mitad. Recurre a ese doblez para luego limpiar con precisión la raíz de las pestañas y el lagrimal.

Postizos XXS: extensiones de pestañas

No es casualidad que los centros de extensiones de pestañas se estén multiplicando en nuestras ciudades casi a la misma velocidad que las panaderías: estas engordan la cintura y los otros, las pestañas.

Como las extensiones del cabello, las de pestañas se adhieren con un pegamento especial a la raíz del pelo, lo cual hace que se confundan con él. Pero también le aporta peso. Por esa razón son más adecuadas las extensiones que se hacen pelo a pelo y cuando, además, se ofrece pelo de diferente grosor y longitud para conseguir, por un lado, el efecto más natural posible y, por otro, dañar poco el pelo natural.

Las extensiones de pestañas más adecuadas son las que se hacen pelo a pelo y con diferente grosor

Como tantas otras injusticias en esta vida, quien mejor tolera las extensiones es justo quien menos las necesita: ¡las mujeres de pestañas gruesas y con potencia! En caso de tenerlas finas y/o débiles, es preferible ser precavida y optar por unas extensiones más discretas antes que arriesgarse a adelantar la caída de las naturales.

Las extensiones duran de dos a tres meses, pero es muy probable que haya que hacer alguna sesión de retoque a las pocas semanas para reponer las que se vayan desprendiendo.

Peinar y marcar: técnicas de peluquería en la mirada

Si el pelo de la cabeza se puede teñir y rizar…  ¿por qué no el de las pestañas? Dicho y hecho. En algunos salones de estética y de peluquería se ofrece el servicio de rizado y teñido.

  • Estas técnicas solo deben realizarse en centros que ofrezcan todas las garantías. Y nunca en casa.
  • El rizado tradicional de pestañas equivale a hacer una ‘permanente’ a este tipo de pelo con un minibigudí que lo curva. Los primeros diez días queda muy exagerado, con una curva muy marcada que se suaviza progresivamente. La duración total ronda los dos meses.
  • Más actual y moderno es el lifting de pestañas. Se usa el mismo producto para rizar, pero, en vez de un bigudí, se utiliza una almohadilla de silicona que permite hacer una curva más natural, menos pronunciada, que parece alargar más que rizar.
  • El tinte de pestañas es una gran idea para las mujeres de pelo muy claro, que en ocasiones parece que se han puesto el manto de invisibilidad de Harry Potter a no ser que se apliquen máscara… Sin embargo, aunque el tinte da color, no proporciona ni la misma intensidad de tono ni el volumen de una máscara. Es excelente para quien no tiene ganas de maquillarse a diario, pero si lo que se busca es una pestaña poderosa se puede quedar algo corto si no se complementa con máscara.

LOS IMPRESCINDIBLES

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Desmaquillante bifásico

Ritual Care Bifásico, de Sensilis. Con fases acuosa y oleosa para maquillaje waterproof (19 euros).

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Rizado natural

Rizapestañas con goma de silicona Gentle Curl Eye Lash Curler, de Bobbi Brown (24 euros).

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Tres intensidades

Lash Power Flutter-to-Full Máscara, de Clinique (29 euros). Permite seleccionar el volumen de máscara deseado.

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Doble cepillo

Máscara de pestañas Pure Color Envy Lash Multieffects, de Estée Lauder (32 euros). Para alargar y elevar a medida.

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Sérum de pestañas

Full Lash Serum, de Shiseido. Acelera el crecimiento del pelo de las pestañas y cejas (27,70 euros).

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El amplificador

Base para intensificar el volumen Tinted Primer They’re Real, de Benefit (26,90 euros).

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