En lugar de autocines, Los venecianos asisten desde sus góndolas a proyecciones callejeras donde se garantizan las medidas de seguridad. Por F. Goitia/Foto: Getty Images

Cine, distancia social y palomitas. He aquí un trinomio impulsado por la pandemia. El coronavirus da nueva vida a las salas al aire libre, colocando a los autocines como beneficiarios colaterales de estos tiempos de coronavirus. Azoteas, patios, plazas, playas, aparcamientos…, espacios públicos de todo tipo acogen proyecciones a cielo abierto, pero nada como lo que han hecho en Venecia.

Las salas de cine en Italia han perdido este año 25 millones de espectadores

En una ciudad donde el impacto del virus ha sido devastador -el 70 por ciento de sus habitantes vive del turismo-, las películas se proyectan en los muelles y, en lugar de coches o sillas, los espectadores asisten desde embarcaciones como sus características góndolas. ¿Un anticipo de cómo será la próxima Mostra de Cine, del 2 al 12 de septiembre? El invento, sin embargo, no mitiga la brutal crisis del sector en un país que ha vendido este año 25 millones menos de entradas que en 2019.

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