El eje diamantino
Leyendo el Idearium español, de Ángel Ganivet (1865-1898), me tropiezo con esta enseñanza. No te dejes vencer por nada extraño a tu espíritu; piensa…
Firmas
¿Qué pasos debemos dar para no equivocarnos?
Estoy en Santander, y la Escuela de Organización Industrial del Ministerio de Industria me ha pedido que les comente a los alumnos de este comienzo d…
Una historia de España (V)
PATENTE DE CORSO
Y fue el caso, o sea, que mientras el imperio se iba a tomar por saco entre bárbaros por un lado y decadencia romana por otro, y el mundo civilizado se…
¿Cómo ha cambiado Latinoamérica?
Mi último viaje me ha llevado a México, Colombia, Ecuador y Argentina. Por este orden, pero habría podido empezar al revés sin notar gran diferencia.…
Las nuevas lolitas
Acabo de enterarme de cuál es el último grito como regalo de primera comunión para niñas. Lo llaman pelu party y consiste en una fiesta superenrollad…
Mercedes Baztán
Creo que solo la saludé un par de veces en mi vida. la primera, fugazmente, en una visita a la redacción de esta revista, cuando todavía se hallaba e…
El maître impecable
El Fervor, en Buenos Aires, a un paso de mi hotel y de la Recoleta. Tengo una cita para comer con una señora cincuentona, ya algo ajada, antigua glor…
El revivir de Fogerty
Fue una extraña tarde de colegio. Sin saber por qué razón, el maestro decidió que podíamos traer un tocadiscos y reproducir alguno de nuestros discos…
Recordando la Ley de Jante
¿Qué opinión le merece la princesa Marta Luisa? .El periodista noruego me entrevistaba a la orilla del lago de Ginebra. Generalmente me niego a respo…
Una historia de España (IV)
PATENTE DE CORSO
Pues aquí estábamos, cuatro o cinco siglos después de Cristo, en plena burbuja inmobiliaria, viviendo como ciudadanos del imperio romano; que era algo …
