Usan alhajas y ortodoncia, acuden a sus propios spas, tienen clubes privados, siguen series de televisión diseñadas para ellos… Se llaman Mike o Charlie, pero son perros o gatos. La nueva fiebre de humanizar a las mascotas recorre el planeta, mueve millones de euros y alcanza las más altas cotas de la extravagancia. Por Manuela Jiménez

El galgo, un tipo genial

El Excéntrico diseñador de moda Karl Lagerfeld anunció en 2013 que quería casarse con Choupette, su gata birmana. Ya le había creado una cuenta de Twitter y un perfil en Facebook. Choupette mira su correo en el IPad, come en la mesa y duerme bañada en Perfume de Chanel.

La cantante Miley Cyrus, de 22 años, se echó a llorar en mitad de un concierto en Boston mientras le dedicaba una canción a Floyd, su perro (un cruce de husky), muerto recientemente. Poco después se tatuó su imagen sobre las costillas como forma de duelo. Durante un desfile de moda en Nueva York, las modelos llevaban de la correa shih tzus teñidos de rosa y caniches reales con el pelo afeitado para simular melenas de león y con pompones en las patas. Los bichones malteses lucían gafas de sol con brillantes de strass y el pelo de las orejas con mechas de colores. O iban perfumados con Oh My Dog!, la fragancia del diseñador Bernard Ellena. Los tailandeses apasionados por los gatos se casan con sus mascotas en carísimas ceremonias. También ha salido en la prensa el caso de unos neoyorquinos que les hacían tatuajes a sus compañeros perrunos, práctica que fue prohibida el pasado diciembre. Son excesos de gente excéntrica, cierto, pero hay mucho más.

Tendencia social al fetichismo animal

Los animales se están convirtiendo cada vez más en fetiches, aseguran al unísono sociólogos y zoólogos. Están pasando a ser sustitutos de los hijos o de la pareja. Y la evolución de nuestra sociedad permite suponer que esta tendencia se prolongará en la medida en que se acentúe la soledad y el aislamiento de las personas.

Dueños de machos esterilizados los someten a implantes de silicona en el escroto

Expertos como Hans Joachim Hackbarth, profesor en el Instituto de Protección Animal de la Facultad de Veterinaria de Hannover, avisan de los riesgos de este exceso de amor. La forma más frecuente de maltrato animal ya no es la cría intensiva en las explotaciones ganaderas, sino la completa humanización de los animales que tenemos en casa . Otros temen que los animales se conviertan en soportes para la exhibición de un lujo insultante, como los perros con collares de oro y piedras preciosas o los que pasan por las manos de cirujanos estéticos. Hay excentricidades disparatadas como las de dueños de machos esterilizados que los someten a implantes de silicona para que el escroto del animal no cuelgue tan vacío.

Los expertos afirman que la humanización de las mascotas es una forma de maltrato animal

A su vez, celebridades como Paris Hilton se exhiben con sus bolas de pelo como si fueran accesorios de lujo. Entre las mascotas actuales de Paris figura un spitz enano alemán, que le habría costado 10.000 dólares, un animalillo de unos 20 centímetros y que responde al nombre de Mister Amazing. Como es blanco, un color muy agradecido en el mundo de la moda, lo puede llevar con todo, es perfecto. Por eso, algunos criadores blanquean el pelo de sus cachorros de pastor suizo, de un natural blanco sucio.

En Nueva York se llevaba tatuar la piel de los perros. Esta práctica está ya prohibida desde diciembre

La estética para animales se ha convertido en un gran negocio. Hay quienes piden cortes de pelo (que cuestan entre 30 y 100 euros), pero otros prefieren crestas estilo indio cherokee de color azul, tatuajes, rastas, una concienzuda manicura, la colocación de brillantes de strass (adhesivos) o de ¡anillos! En cuanto a la perfumería, los más pudientes se pueden decantar por fragancias del sector del lujo o por otras con aroma a naranja, melón, canela, vainilla, talco o bambú. Algunas tienen nombres de lo más ingenioso, como Calvin Cain, Christian Dog o Ugo Boxer.

Yoga, cerveza, acupuntura, carne ecológica

Hay de todo en el disparatado mundo del lujo animal. Acupuntura con agujas de oro, cerveza para perros (en Alemania, de la marca Der Schwanzwedler), yoga canino, casetas de estilo Bauhaus (en Best Friends World, por hasta 2799 euros), espráis para la piel, laca de uñas, sopa vegana de lentejas, piensos sin gluten, carne ecológica. En Hamburgo, por ejemplo, han abierto Poodlewohl, la primera tienda ecológica para perros. Además, en la página web Theralupa hay registrados 994 naturópatas animales, que entre otras cosas ¡contactan telepáticamente con perros fallecidos! No todos los dueños de animales hacen estas extravagancias, por supuesto.

En España hay una mascota en más del 49 por ciento de los hogares. Según datos (de 2013) de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía, son 5,4 millones de perros; 5,3 millones de pájaros; 3,9 millones de peces; 3,8 millones de gatos; y 2 millones de otros animales como hámsteres, conejos, tortugas.  Las ventajas de tener animales de compañía son de sobra conocidas; lo que alarma a los expertos es su creciente conversión en un objeto de consumo. Estas mascotas comen, usan platos y camas, enferman Generan negocios. De ahí que proliferen las ferias dedicadas al sector, como Propet o 100 x 100 Mascota.

Un canal de TV para perros

Según el Instituto Nacional de Estadística, los españoles gastamos en 2013 la friolera de 1750 millones de euros en nuestras mascotas. Peccata minuta comparado con los 41.000 millones de dólares anuales que emplean los estadounidenses, una cantidad que ha aumentado ¡un 120 por ciento! en diez años. El filón es tan prometedor que han surgido nuevas ideas de negocio, como Dog TV, un canal de televisión de pago, dedicado exclusivamente a los perros. A que los perros lo vean. Sí, ellos son los espectadores; por eso han estudiado los colores que perciben (sobre todo rojo y verde, no distinguen el amarillo y el azul), la música y la frecuencia de los sonidos ideales para estos espectadores tan especiales.

Los gatos no se aburren

Por entre cuatro y ocho euros al mes, los dueños de perros pueden contratar este canal para que sus mascotas disfruten de unan dividida en tres bloques: relajante, de juegos y educativa. «Los perros son como los hombres: si ven todo el rato lo mismo, se aburren» , aclara el consejero delegado de Dog TV. De momento, añade, solo se dirigen a perros. «Los gatos no son tan sociales y no sufren tanto el aburrimiento y la soledad», aclara. La soledad es una de las causas de la fiebre perruna. En Nueva York, capital de la soltería, el número de hogares unipersonales con perro aumentó rápidamente tras los atentados del 11-S. Uno de cada tres singles de Manhattan pasó a compartir su apartamento con un Canis lupus familiaris, según las estadísticas oficiales. Los psicólogos lo interpretan como la manifestación del hecho de que muchos se sintieron solos con su ansiedad y su miedo. Y un perro les aportaba una sensación de pertenencia y amor. Tenían algo de lo que ocuparse y también una distracción.

¿Niños? No, mejor animales

¿No sería mejor que dedicaran esa atención a los niños? Heiko Gebhardt, autor de libros sobre la materia y al que muchos siguen considerando ‘el Papa de los perros’, respondió a esa sugerencia con una polémica sentencia. «Desgraciadamente, los niños son un pobre sustitutivo de los perros». Johannes Rau, antiguo presidente de la República Federal de Alemania, dijo una vez sobre su adorado Scooter «Como perro es un desastre, pero como persona es irremplazable»: Por cierto, la cantante Miley Cyrus tiene un perro nuevo. Un collie esta vez. Emu Coyne Cyrus se llama. Ya tiene cuenta de Twitter.

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