Son muy diferentes, por edad, por estilo y por carácter, pero durante 14 días van a compartir un desafío con el que muy pocos se atreven: el Rally Dakar. Carlos Sainz y Marc Coma nos ofrecen sus reflexiones y su pose más elegante antes de ir a embarrarse en el raid más peligroso y adictivo del mundo. Por Julián López

Son dos leyendas de la carrera más mítica. El único vencedor español del Rally Dakar en coches, Carlos Sainz, y el único que lo ha ganado más de una vez en motos, Marc Coma. Y XLSemanal los ha reunido antes de su gran cita.

Los reunimos unos días antes de que partan rumbo a Argentina para participar en un raid tan mítico como peligroso. Una carrera que en su 35.ª edición se presenta aterradora, con un nuevo recorrido que, a lo largo de 9000 kilómetros, los llevará por Argentina, Bolivia y Chile. Pero Sainz y Coma, que se conocieron en 2006 -la primera vez que Carlos Sainz participó en el Dakar- y que desde entonces son compañeros de equipo con Red Bull, se lo toman con calma.

XLSemanal. ¿Han aprendido el uno del otro?

Carlos Sainz. Desde luego. Bien es cierto que la prueba de motos y la de coches son muy distintas. Pero hay temas como la orientación o la experiencia de la navegación en los que Marc es obviamente un maestro.

Marc Coma. A mí me encanta escuchar. Creo que es la forma de aprender. De cualquier anécdota se puede sacar una enseñanza. Y de Carlos, qué voy a contar. Es un maestro. Y anécdotas no le faltan. El primer año que vino rompió el embrague. Otro en su situación se hubiera rendido, pero él terminó la etapa entrada la noche, y luego siguió participando cuando sabía que ya no podía ganar. Ahí, me dije: «Este tío no viene de turismo, va en serio». Algo admirable para alguien con su currículum.

Carlos. Es que hay que ser realista; no puedes ganar el Dakar la primera vez que vas. Yo ahí me dije que era una buena ocasión para aprender sin presión. Y lo que hice entonces me sirvió, claro.

XL. ¿De dónde se saca la motivación en momentos así? Hablamos de una carrera durísima y ustedes ya no tienen que demostrar nada.

Marc. Yo me pregunto lo mismo casi cada mañana [ríe].

Carlos. Es un desafío, ¿no? Se vive de retos.

XL. Pero el reto de ganarlo ustedes dos ya lo cumplieron. ¿No hay momentos de fatiga terrible en que se preguntan qué hacen ahí… otra vez?

Marc. En mi caso es que llevo toda mi vida preparándome para el Dakar. Es el sueño cumplido de un niño. Así que no puedo plantearme seriamente dejarlo, por mucho que cueste. Haber ganado ya no basta, no es suficiente.

Carlos. La competición es preciosa, de verdad, por mucho que te fatigue. Y las motos, ni te cuento lo que debe de ser. Tengo un respeto enorme por el trabajo de gente como Marc.

Marc. Es duro, sí. En el futuro, me imagino que pasaré a probar con coches. Pero no tengo una fecha en la cabeza.

Carlos. Luego, aparte del cansancio, está que siempre te pasan cosas. Siempre se fastidia algo. Y cada año hay alguna vez que te da la sensación de que te has perdido, por ejemplo.

Marc. Sí, nos pasa a todos, por muchos años que lleves. Yo casi estoy acostumbrado, pasas un mal rato y al final te orientas.

Carlos. Pero eso no es lo peor. Tampoco la fatiga. Lo peor es que falte alguien.Marc. Sí, sí. El peor momento es cuando llegas al comedor y ves que alguien que has visto cada día allí desde hace años ya no está ni va a estar más. Buf. Ahí sí que te hace falta echar mano de la reserva de fuerzas para seguir adelante.

XL. ¿Y lo mejor? ¿Se alcanzan en carrera momentos de paz? ¿De comunión con la naturaleza?

Carlos. La verdad es que el mejor momento es ese en el que ganas.

Marc. Sin duda. Vas tan pendiente de la mecánica, del estado de la pista y demás que muchas veces ni te fijas por dónde estás pasando. Además, es una carrera que te la hace pagar en cuanto bajas la guardia. Así que no hay mucha ocasión para hacer poesía o ponerse místico.

Carlos. Sí, es verdad. Conduces por lugares increíbles, que jamás visitarías por vacaciones. Vamos, a mí desde luego ni se me ocurriría volver por allí.

Marc. No, ni a mí. Yo hago las otras pruebas del mundial de resistencia y ya paso suficiente tiempo fuera de casa y en sitios áridos para echarlos de menos. Prefiero algo más tranquilo para descansar.

Carlos. Pero ese es precisamente uno de los valores del Dakar, que descubres lugares. Yo no digo que vaya mirando el paisaje -obviamente no puedes-, pero algo sí te queda. Recuerdo, por ejemplo, un desfiladero de hace un par de años… Parece mentira que pudieran pasar los coches. En cuanto a paisajes, América nos aporta mucha más variedad que África, que tenía todas esas etapas de puro desierto.

XL. ¿Cómo es un día en el Dakar una vez que se termina la carrera?

Carlos. Primero atiendes a la prensa, luego ves las previsiones para el día siguiente y te reúnes con el equipo para ver cómo ha ido el coche y demás. La cena es comunal, con un catering. La comida no está nada mal.

Marc. Es es el momento de charlar con la gente y demás, porque luego normalmente te retiras pronto a descansar. Unas veces nos juntamos los del equipo, otras los españoles, o un día comentas con colegas de muchas batallas

Carlos. Casi siempre hablamos de lo que ha pasado en el día, aunque a veces hay otros temas. El fútbol, por ejemplo, sí. Aunque nunca nos ha pillado allí un clásico, por ejemplo.

Marc. No es que tengamos piques, pero yo soy del Barça, Carlos y algunos más del Madrid Alguna pullita siempre hay. Pero siempre de muy buen rollo.

PRIVADÍSIMO MARC COMA

  • Está casado con Queralt Morell. Hace dos años nació su hijo Lluís.
  • Sigue viviendo en su pueblo. Aviá (Barcelona). Cada año, al volver del Dakar, los niños del colegio del pueblo le hacen una entrevista pública.
  • Ha iniciado una segunda actividad profesional como conferenciante motivacional, recogiendo sus experiencias en los raides.
  • Su película favorita es Braveheart y su libro preferido, La catedral del mar.
  • Es goloso, aunque cita como su comida favorita el pan con tomate.
  • Reconoce que su principal rareza es hablarle a la moto. pedirle que se porte bien o aguante.
  • En la edición de 2011 del Rally Dakar se detuvo a ayudar a un rival en apuros. Perdió once minutos, pero la organización se los perdonó por su fair play. Acabó ganando la prueba.

PRIVADÍSIMO  CARLOS SAINZ

  • Está casado desde 1992 con Reyes Vázquez de Castro. Tienen tres hijos.
  • Es un deportista nato. Probó el esquí, el atletismo, fue campeón de España de squash y llegó a entrenar como boxeador.
  • No ser directivo del Real Madrid es su espinita clavada. Hace diez años se presentó como vicepresidente con Juan Antonio Villar Mir.
  • Está especialmente orgulloso de haber ganado al menos un rally en todas sus temporadas en el mundial entre 1987 y 2004, salvo en dos.
  • Aunque siempre se lo relaciona con Luis Moya, con el que compartió coche 15 años, ha tenido otros siete copilotos. Hoy es el alemán Timo Gottschalk.
  • Sus amigos lo llaman el Matador, aunque a él no le gustan los toros. El apodo se lo pusieron en el Mundial de Rallies.
  • Siente predilección por el marisco.

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