«Libertad»
Así, de forma tan lacónica (pero con frecuencia el laconismo es el disfraz falsamente modesto de la pomposidad), se titula la novela de Jonathan Fran…
Así, de forma tan lacónica (pero con frecuencia el laconismo es el disfraz falsamente modesto de la pomposidad), se titula la novela de Jonathan Fran…
Muchos católicos creen que sobre las realidades sociales, políticas y, muy especialmente, económicas no pueden hacerse juicios de naturaleza teológic…
PATENTE DE CORSO
Hace unos días volví a ver la película que rodó Gerardo Herrero sobre Territorio comanche; que más que novela era un trozo de memoria personal con la f…
El otro día, hablando con una amiga que acaba de divorciarse, me señaló algo en lo que yo no había caído. Ya ves me decía medio en serio, medio en b…
Tony Manero no se le da mal el arroz. Sus vecinos y amigos de Brooklyn recuerdan algunos con agrado, aunque no olvidan aquellos primeros días en los …
Quizá no exista un caso más enigmático de abandono de la vocación literaria que el de Harper Lee, la autora de la mítica Matar un ruiseñor. Publicada…
Hace tiempo que no tecleo en plan abuelito Cebolleta, contando alguna peripecia histórica. Así que refrescaré una que, en realidad, es epílogo de otr…
Un vegetariano no suele comer carne o pescado. A los que comemos de todo y no pedimos perdón por ello nos puede parecer extraño, pero reconocemos que…
Acaba de publicar Antonio San José un delicioso libro, La felicidad de las pequeñas cosas (Espasa), en el que hace censo de esos placeres sencillos q…
Con el 2012 recién estrenado, me atrevo a hacer una profecía. No, no crean que pienso hacerle la competencia a Aramis Fuster y demás visionarios. No …