Nostradamus, las visiones que ¿se cumplieron?
Carta dirigida al rey francés Enrique II a propósito de las profecías para el año 1792.
De gente pobre un joven niño nacerá
Que por su lengua seducirá a las masas
[Su fama al reino de Oriente más crecerá]. III, 35
Toda la playa se convierta en desolada
No habrá barrio, ciudad ni villa
Que por los bárbaros pillada sea y robada. II, 4
En los globos horribles y terroríficos,
De noche en ciudad marítima en pólvora dejada,
La ciudad en fuego, el enemigo favorable. V, 8
Del techo caerá sobre el gran mal ruina:]
Inocente hecho muerte se acusará,
Culpable escondido soto bajo la escarcha. VI, 37
No cesará [hasta que la muerte sea vengada
Del justo sangre tomada por maldita sin crimen.
De la gran dama por ocultación ni ultrajada]. II, 53
De la ciudad que dos ríos bañan,
Tu sangre irá cerca de allí a ser esculpida,
[Tú y los tuyos cuando florezca la rosa]. II, 97
Grande será de sangre la efusión,
Que tierra y mar, aire, cielo será inicuo,
Sectas, hambre, reinos, pestes, confusión.
Desde la Revolución de los jacobinos hasta la guerra de Irak, Nostradamus predijo los sucesos que han marcado la historia. / Fotos: Cordon Press
Las predicciones astrológicas, como las de Nostradamus, fueron consentidas y alentadas por la Iglesia, que empezó a oponerse a ellas a finales del siglo XVI. La fama del maestro fue acrecentada tras su muerte por su hijo César y su secretario. La biografía que redactaron lo lanzó definitivamente a la posteridad.