La Atención Primaria se encuentra al borde del colapso. A su ya saturada actividad diaria se suman ahora las llamadas de rastreo, la realización de las PCR, la ingente tramitación de bajas médicas… los médicos de familia se sienten abandonados por la Administración e incomprendidos por los pacientes. Por Raquel Peláez/ Fotografía: Carlos Carrión

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«Consulta de hoy en Atención Primaria. Llego a las 7.45 sabiendo lo que me espera: 60 citados, 10 presenciales. Comienzo con las PCR positivas. Salen 4. Cada una de ellas me supone una media de 3 pacientes más (convivientes) con su cita para PCR, resultado, baja si se precisa… Sigo con los que tienen síntomas respiratorios. Son 3. Los cito con mi compañera en Respiratorio para PCR y valoración, también baja, cita para seguimiento. Sigo con telefónica entre presencial y presencial… Los compañeros de urgencias en el hospital se quejan de que no vemos presencial (no saben que las urgencias que llegan las vemos de inmediato, igual que ellos; tras un triaje en la puerta, igual que ellos). Los pacientes se quejan, con razón, de que no pueden contactarnos por teléfono. Otros dicen que no trabajamos porque solo ven dos personas en la sala de espera. Parece que quieran volver a la aglomeración de siempre en plena pandemia…». Este hilo de Twitter pertenece a Rafael Alonso Roca, médico de familia en Madrid, pero la descripción de su actividad diaria podría valer para cualquiera de sus compañeros de Atención Primaria.

«Esto es solo el resultado de muchos años de falta de planificación. Como mínimo necesitaríamos un médico de familia más por cada 10.000 habitantes»

«La mayoría de los centros de salud españoles ya están saturados. Lógicamente en las comunidades donde la incidencia de COVID es más alta, como Cataluña, Aragón, País Vasco y Madrid, la situación es todavía más grave. Y, aunque los políticos prometieron que se iba a reforzar la Atención Primaria, la realidad es de absoluto abandono», asegura Salvador Tranche, presidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC).

Atención Primaria es el muro de contención para que no se vuelva a repetir el colapso sanitario que vivimos en marzo, pero ahora son ellos los que están a punto de caer. «Lo que no se está contando es que ahora los médicos atienden por término medio entre 30 y 35 consultas telefónicas y unas 15 presenciales. Si además sumamos el tema de las bajas laborales que tenemos que tramitar, la sobrecarga ya es insostenible».

Desde el Foro de Médicos de Atención Primaria, que agrupa a las organizaciones profesionales médicas, se especifica: «Actualmente hay comunidades sin rastreadores suficientes y son los médicos y pediatras de Atención Primaria los que realizan esta labor». Y añaden: «Muchos médicos llevan semanas sin poder realizar todas las consultas citadas en su jornada de trabajo. Si somos nosotros los responsables de comunicar a diario los resultados de las pruebas, no queda tiempo para atender a las familias e importantes enfermedades agudas y crónicas se diagnosticarán demasiado tarde».

«Esto es solo el resultado de muchos años de falta de planificación. Como mínimo necesitaríamos un médico de familia más por cada 10.000 habitantes. Eso reduciría un seis por ciento los ingresos hospitalarios, bajaría la mortalidad y mejoraría la expectativa de vida casi dos meses», concluye el doctor Tranche.

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