Benjumea, Domecq, Oriol Aunque sus apellidos remiten inmediatamente a la alta sociedad de nuestro país, ellos están dedicados a su trabajo en el mundo de la empresa, las finanzas , y saben lo difícil que es combinar elegancia y comodidad, sobre todo en verano. Nuestros protagonistas nos dan las claves de la mano de Louis Vuitton.

Nuestros protagonistas coinciden. ¿tres básicos imprescindibles para un armario masculino? Vaqueros, camisa y deportivas. La nueva elegancia ya no está reñida con la comodidad. Todo depende, cada vez más, de la personalidad; las normas de estilo ya no son tan rígidas , asegura el golfista Pedro Oriol. Siete jóvenes de la alta sociedad española, profesionales del deporte, las finanzas, el campo o la empresa, nos desvelan sus pautas de elegancia. ¿El secreto más compartido para no desentonar? Saber adaptarse a cada situación, destacar por lo discreto, nunca por lo extravagante , revela el empresario Juan Melgarejo. Y casi todos están de acuerdo.

Pedro Oriol, golfista, 26 años. «Creo que nunca me pondría unos pantalones pitillo»

Su afición por el golf le viene de sus abuelos. Empezó como profesional hace una década.

Soltero, sin compromiso.

La elegancia en un hombre es La personalidad y la forma de ser son más importantes que la manera de vestir.

Antes era Más formal. Había que ir siempre de oscuro con corbata y chaqueta. Pero creo que la verdadera elegancia no cambia nunca.

Mi estilo es Muy clásico, sin complicaciones.

Mis imprescindibles Soy deportista, y siempre tiro de vaqueros, camisa y unos buenos zapatos.

Nunca me pondría Unos pantalones pitillo.

Soy caprichoso con Los zapatos.

De mi padre y abuelos guardo Blazers, chaquetas y prendas de caza.

Juan Melgarejo, empresario de moda masculina, 30 años. «Hay que llamar la atención por lo correcto, no por lo extravagante»

Casado. un hijo.

La elegancia en un hombre es Adaptarse a cada situación sin estridencias.

Antes era Más limitada. sota, caballo y rey. Hoy puedes ir elegante con un vaquero y una camiseta.

Mi estilo es Bastante clásico, pero me encantan los colores fuertes, como el verde limón o el fucsia, bien mezclados, para el verano.

Mis imprescindibles Vaqueros y camisas.

Nunca me pondría Un esmoquin con unas Converse.

Soy caprichoso con Los zapatos y los jerséis, pero casi nunca los uso porque soy muy caluroso.

De mi padre y abuelos guardo Corbatas, chaquetas bien cortadas y esmóquines.

Me gustaría recuperar Los chalequillos, siempre se los he visto llevar a mi padre y a mis abuelos, y me parece que aportan un aspecto muy elegante.

Santiago Benjumea, 22 años, estudia Administración y Dirección de Empresas en Cunef (Madrid). «Acierto con los colores más adecuados para cada mujer»

Quiere dedicarse a la banca y, cuando pueda, emprender su propio proyecto.

Soltero y sin compromiso.

La elegancia en un hombre es Saber qué ponerse en cada momento.

Antes era Se tenía más en cuenta el saber estar. A nadie se le pasaba por la cabeza ir en zapatillas de deporte.

Mi estilo es Clásico, normal. Mis imprescindibles Unos vaqueros y una camisa blanca, con un cinturón de piel marrón.

Nunca me pondría Unos zapatos de color fosforito. Me gustan los colores sobrios.

Soy caprichoso con Prendas y complementos deportivos.

De mi padre y abuelos guardo El esmoquin.

Me gustaría recuperar Los zapatos de hebilla. Y también los trajes cruzados con dos botones.

Luis Valdenebro, rejoneador, 24 años. «La moda masculina se ha vuelto más relajada»

Soltero

Estudió Empresariales en Madrid y pasó unos años en París y Nueva York antes de dedicarse exclusivamente al arte del rejoneo.

La elegancia en un hombre es La naturalidad, creo que es la clave para acertar.

Antes era Se iba siempre vestido con chaqueta y corbata. Hasta para ir al fútbol. Ahora todo es mucho más relajado.

Mi estilo es Cómodo.

Mis imprescindibles Una camiseta y unos vaqueros.

Nunca me pondría Colores mal conjuntados o vestido de la cabeza a los pies de un solo color.

Soy caprichoso con Los pantalones, especialmente los de estilo chino y los vaqueros.

Fernando Chávarri, 26 años. licenciado en Derecho y Empresariales. emprendedor de comunicación junto con varios socios. «Una buena chaqueta te saca de muchos apuros»

Soltero, con novia.

La elegancia en un hombre es No disfrazarse, acertar con lo que a uno le sienta bien, sin exageraciones, sin sofisticación. Ya no me parece tan necesaria la corbata.

Antes era Se mantiene el gentleman tradicional, pero la gente joven ha perdido esa elegancia, aunque ahora es más imaginativa, más libre.

Mi estilo es Natural y discreto.

Mis imprescindibles Unos vaqueros y una camiseta lisa. Y una buena chaqueta, que te saca de muchos apuros.

Nunca me pondría Un zapato blanco.

Soy caprichoso con Zapatos, deportivas y mocasines.

De mi padre y abuelos guardo Los trajes hechos a medida; me sientan muy bien porque tenemos la misma talla.

Me gustaría recuperar El chaleco.

Borja Cassans, abogado. 28 años. Estudió Derecho y Finanzas y un MBA en el Instituto de Empresa. «Me encantan los complementos. los tirantes, los guantes, una pajarittrong>

Soltero.

La elegancia en un hombre es Discreción, pero con un detalle especial. como una corbata, un pañuelo

Antes era Más estricta en cuanto a los límites entre lo correcto y lo incorrecto. Había dos o tres buenos sastres. Hoy hay mucho donde elegir, es todo más permisivo, se puede mezclar más.

Mi estilo es ¿Podemos decir hipiji? Nada cuidado, pero a la vez muy pensado.

Mis imprescindibles Vaqueros blancos y negros, mi chaqueta de cuero de aviador, una buena chaqueta cruzada, unos zapatos de calidad.

Nunca me pondría Camisetas, salvo para hacer deporte.

Soy caprichoso con Los guantes. Me encantan los de una tienda de París que se llama Maison Fabre.

De mi padre y abuelos guardo De mi padre, las tebas, que están todavía impecables. De mi abuelo, los trajes (el esmoquin, el frac, el chaqué ) y los sombreros de copa.

Me gustaría recuperar La moda de llevar sombrero.

Tomás Domecq, 32 años. Lleva el departamento de gestión de fondos inmobiliarios en una empresa internacional. «Prefiero un buen sastre de toda la vida»

Se casa el próximo septiembre.

La elegancia en un hombre es Vestir sin estridencias. Nada rebuscado.

Antes era La verdadera elegancia se mantiene. Ante una buena camisa y un buen traje bien cortado o una buena corbata de seda que no sea llamativa que se quite todo lo demás.

Mi estilo es Tradicional.

Mis imprescindibles Zapatos de cordones, vaqueros y una camisa. Aunque llevo lo mismo todo el año, no hago diferencias entre ropa de invierno o de verano.

Nunca me pondría Un jersey de cuello vuelto, colores estridentes o un bolso.

Soy caprichoso con Los zapatos ingleses.

De mi padre y abuelos guardo Una bufanda de lana virgen, corta, de cuadros en color ocre, a la que le tengo mucho cariño.

Me gustaría recuperar El pañuelo en la solapa, aunque me cuesta llevarlo de color. Y la cadena del reloj, me parece enormemente práctica.

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