El llanto del desierto
Nada más llegar a Marrakech, el misionero decidió que pasearía todas las mañanas por el desierto que comenzaba al borde de la ciudad. En su primera c…
Nada más llegar a Marrakech, el misionero decidió que pasearía todas las mañanas por el desierto que comenzaba al borde de la ciudad. En su primera c…
Tener un vecino de la dimensión y trascendencia de Francia tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Los segundos tienen que ver con la defensa de sus…
No conservo muchos recuerdos materiales de los veintiún años que estuve como reportero dicharachero en Barrio Sésamo. el casco de un soldado serbio m…
ANIMALES DE COMPAÑÍA
Aprovechando la beatificación de Juan Pablo II releo la mastodóntica biografía que le dedicó George Weigel, Testigo de esperanza. Me resultan especialm…
Una de las cosas que estamos logrando entre todos es el desconcierto absoluto en materia de corrección política. El bombardeo de estupidez mezclada c…
Muchos de los locales invadidos por las tiendorras fetén que infestan la Gran Vía madrileña los ocupaban hasta hace poco algunos de los cines más emb…
Jandrín Morán pudo ser, perfectamente, el chaval más malo del mundo. Pendenciero, chulo, golfante y embustero, era capaz de crear problemas donde nun…
Posiblemente, cuando estas líneas vean la luz, Japón, su terremoto y el subsiguiente tsunami ya habrán pasado a engrosar ese purgatorio de olvido en …
Vuelvo a ver, con motivo de la visita de los príncipes de Asturias a Jerusalén, imágenes del Museo del Holocausto, que visité hará una veintena de añ…
PATENTE DE CORSO
La tarde en la que acabó el mundo se besaron en la ventana, enlazados el uno con el otro. La luz declinaba afuera, apagándose poco a poco: todavía era …