Pasará a la historia como uno de los mejores reboteadores del baloncesto europeo. El capitán del Real Madrid y veterano de la selección española suele rehuir los focos, pero lo hemos pillado y sometido a un auténtico cuerpo a cuerpo. Por Virginia Drake / Fotos: Carlos Luján, Getty Images y Cordon Press
4.293 rebotes en su haber, 13 temporadas seguidas en el Real Madrid, 236 partidos
con la selección, 700 en la ACB. Felipe Reyes tiene cifras para la historia del baloncesto nacional. De cerca imponen sus 2,05 metros de estatura, tiene los ojos muy claros y la sonrisa a flor de piel. Sorprende su espontaneidad. Nos medimos con él en la Ciudad Deportiva del Real Madrid, en Valdebebas.
«Yo estoy contentísimo con la altura que tengo -mido 2,05 y calzo un 49 de pie. Para el baloncesto 2,05 no es mucho. Mi mujer también es altísima -mide 1,86 metros-, así que imagínate
la genética que tienen nuestros hijos»
«Yo estoy contentísimo con la altura que tengo -mido 2,05 y calzo un 49 de pie. Para el baloncesto 2,05 no es mucho. Mi mujer también es altísima -mide 1,86 metros-, así que imagínateXLSemanal. Antes de nada, ¡enhorabuena! Ya era el máximo reboteador de la Euroliga y acaba de coronarse usted como el máximo rebotador en la historia de la ACB.
Felipe Reyes. Muchas gracias. Es un récord difícil de conseguir, así que imagínate lo feliz que estoy.
XL. Nació en Córdoba. ¿A qué edad vino a Madrid?
F.R. Mis padres ya vivían en Madrid antes de que yo naciera, pero mi madre quería que todos los hermanos fuésemos cordobeses y, cuando llegaba el momento, se iba a Córdoba para que naciéramos allí.
XL. ¿Sus padres son andaluces?
F.R. Mi padre es de Jaén y mi madre, de un pueblo de Sevilla, pero se conocieron en Córdoba. Mi madre era profesora de EGB y mi padre, militar; pero no un militar estricto; mi padre ha sido siempre un buenazo.
XL. Pero la disciplina es la disciplina.
F.R. Eso sí, sobre todo con los estudios. Para ellos lo primero era estudiar y, después, el baloncesto o lo que quisiéramos hacer.
«De pequeño era tremendo, tenía un carácter malísimo. Luego es cierto que en los partidos me salía el Hulk que llevo dentro, pero ya he madurado»
XL. ¿Estudiaba en el colegio donde daba clases su madre?
F.R. Sí, pero nunca me dio clases. Allí estuve hasta los 9 años. Luego hice las pruebas para jugar en el Estudiantes, donde jugaba mi hermano Alfonso, y como me admitieron me cambié al Ramiro de Maeztu.
XL. ¿Cuándo pudo más el baloncesto que los estudios?
F.R. Llegué hasta primero de Administración de Empresas. Intenté seguir estudiando la carrera a distancia, pero no tuve la misma fuerza de voluntad que mi hermano Alfonso, que se sacó la Ingeniería de Caminos a la vez que jugaba al baloncesto.
«Debuté en la ACB con el Estudiantes (1998). Fue en Vitoria, contra el Tau Cerámica. Fue muy bonito y muy especial para mí porque significaba mi primer paso»
XL. ¿Cuántos hermanos tiene?
F.R. Somos cuatro chicos. Mi hermano Alfonso es el mayor y yo, el pequeño. Alfonso era mi ídolo: lo seguía en los entrenamientos, en todos los partidos…
XL. Dicen que, si Alfonso era bueno, Felipe es mejor: que le ha mojado la oreja a su hermano.
F.R. ¡No, no! Él está orgullosísimo de lo que yo he conseguido y yo, de lo que consiguió él. No hay celos ni recelos entre nosotros.
«Cuando conocí a Kirenia, ella tenía 17 años y yo 21. Desde entonces no nos hemos separado. Tengo la mujer perfecta en casa»
XL. También fue en el Estudiantes donde conoció a su mujer, Kirenia, una cubana que jugaba en el equipo femenino.
F.R. La conocí en una terraza de verano en Majadahonda. Aunque la había visto jugar en el Estudiantes, nunca había hablado con ella. Al día siguiente de conocernos, yo me tuve que ir a Turquía con la selección, pero desde allí la llamaba todos los días un montón de veces. Yo tenía 21 años y ella, 17. Fue un flechazo. Cuando volví, empezamos a salir en plan serio y ya no nos separamos. Ella vino de Cuba a España con 10 años. Así que es más española que cubana.
XL. ¿Por cierto, es buena jugando?
F.R. Lo hacía muy bien, pero lo ha dejado. Ella [licenciada en Derecho] trabaja en el Banco Santander.
XL. Su hijo, Axel, nació en medio de la Copa del Rey. Salió usted pitando para llegar al parto, ¿lo vio nacer?
F.R. No me dio tiempo, fue todo muy rápido, pero a la niña sí la vi nacer y lo grabé todo. Fue… ¡lo mejor! Un momento único y todo salió muy bien. Con Axel mi mujer lo pasó peor, pero yo no lo vi.
Felipe Reyes siente devoción por su pareja, la cubana Kirenia. Tienen dos hijos. Chloe, de dos años, y Axel, de un mes. El del niño lo eligió Felipe: «Mi madre decía que no podíamos ponerle el nombre de un desodorante, pero a mí me gusta Axel»
XL. ¿Habrá tercero?
F.R. Por mí sí, pero mi mujer dice que no: que, después de lo mal que lo pasó la segunda vez, mejor que me olvide.
XL. Tiene aspecto de ser un hombre muy formal. ¿Nunca se ha desmelenado?
F.R. Bueno, como cualquier joven. Pero desde los 21 años estoy con mi mujer y soy muy serio en eso.
XL. ¿Es un hombre fiel?
F.R. Sí, esto lo tengo clarísimo porque sé que tengo la mujer perfecta y no me imagino estar con otra. Mi mujer me llena muchísimo y no necesito más.
XL. ¿Kirenia ha sido la primera, la única y será la última?
F.R. Vamos a ver… Sé que yo fui su primero, pero yo tuve alguna novia antes [sonríe]; pero sí sé que ella ya es la última.
XL. En una entrevista que le hicieron a su mujer cuando todavía jugaba, decía que a ella le influiría negativamente tener sexo la noche antes de un partido. ¿A usted también le pasa eso?
F.R. ¿Eso ha dicho Kirenia? ¿En serio? ¡Qué fuerte! ¡Jajaja! Pues no tiene por qué, eso no influye [ríe].
«Cuando quedamos campeones del mundo júnior (1999). Es el primer gran éxito de la generación del ochenta. Fue en Lisboa y tenía 19 años. Ganamos en la final a Estados Unidos y era la primera vez que se les ganaba y que una selección inferior quedaba campeona del mundo»
XL. A veces, Pau Gasol es su compañero de habitación cuando juegan con la selección. ¿De qué hablan por la noche?
F.R. No solemos hablar de baloncesto, preferimos hacerlo de cine, de libros…
XL. ¿Y de política?
F.R. De política hablo muy poco. No me gusta la política ni hablar de ella.
XL. ¿Está tan desencantado como muchos españoles por la corrupción política?
F.R. ¡Hombre, claro! El que menos te esperas al final… también está metido.
XL. ¿Sabe lo que es un paraíso fiscal?
F.R. Yo no. Todo lo tengo declarado y no tengo nada que esconder.
«Mi padre murió a los 65 de años de un ataque al corazón. Era un buenazo y estaba tan orgulloso de sus hijos… Desde que murió rezo por las noches»
XL. Su padre murió muy joven, hace poco.
F.R. Sí, en 2011, a los 65 años de un ataque al corazón. Estaba muy orgulloso de los cuatro hermanos. Le encantaba presumir de hijos y siempre que podía le decía a todo el mundo que él era nuestro padre [sonríe]. Mi madre nos contaba que se moría de vergüenza porque se lo decía incluso a los taxistas sin venir a cuento. ¡Era un buenazo!
XL. ¿Es usted un hombre religioso?
F.R. Mmmm, sí. No soy muy practicante, pero por las noches rezo, sobre todo desde que pasó lo de mi padre.
XL. Fuera de la cancha parece tranquilo, pausado… ¿Cómo era de pequeño?
F.R. ¡Uf! ¡Era tremendo! Me daban ataques de locura y, cuando me enfadaba, le rompía los vestidos a mi madre y a mi abuela.
XL. ¿Qué?
F.R. Cuando iba en el coche, si me daba un ataque, me liaba a mordiscos con el asiento. Tenía un carácter malísimo. Cuando me daban esos ataques mis padres temblaban. Sabían que no me podían dejar solo ni con mis hermanos.
«Cuando ganamos el Mundial Absoluto en Japón (2006), por la forma en que jugamos, porque no perdimos ningún partido… Para mí, quedar campeones del mundo fue el mayor éxito de todos los que he conseguido»
XL. En la cancha también tenía fama de jugar duro y agresivo.
F.R. Sí, sí. Cuando mi mujer le dijo a sus padres que había conocido a Felipe Reyes, su padre le dijo: «¿Qué? ¿Pero dónde vas con ese?». Me veía muy agresivo y no le gustaba nada como novio de su hija. Después, cuando me conoció, se dio cuenta de que no tenía nada que ver el Felipe de fuera del baloncesto con el de dentro. En los partidos, me salía el Hulk que llevo dentro; pero con los años he madurado y me he tranquilizado bastante.
XL. ¿Ha llorado alguna vez en la cancha?
F.R. No, nunca he llorado por el baloncesto. Nada que haya ocurrido en mi carrera me ha hecho llorar nunca. ni de alegría ni de pena. Y mira que me hubiese gustado en ocasiones, pero no me salen las lágrimas.
XL. ¿En la vida ‘civil’, tampoco llora?
F.R. Sí, sí, claro. Lloré mucho de tristeza por lo de mi padre y lloré de alegría con el nacimiento de mi hija, Chloe. Tengo la suerte de que en mi familia no ha habido otros motivos tristes por los que llorar.
XL. Acaba de cumplir 37 años. ¿Seguirá en el primer equipo a los 40?
F.R. No lo sé. Ahora en Europa no hay jugadores de 40, pero sí los ha habido antes y en la NBA hay alguno.
XL. En adelante tendrá quizá menos tiempo de juego, ¿pero será más productivo?
F.R. [Sonríe]. Yo me encuentro muy bien físicamente. Lo importante es sentirte útil y yo estoy preparado para ayudar al equipo. Me queda carrera por delante.
XL. Cuando se retire, ¿pondrá una tienda de deportes o será entrenador?
F.R. Nunca he pensado poner una tienda de deportes y, en principio, no me gustaría ser entrenador.
El 2015 fue su año: «Ganamos la Euroliga, la Supercopa, la Copa del Rey, la Intercontinental… ¡Y nació mi hija! Aunque mis dos hijos han venido con un pan debajo del brazo. Este año ganamos la Copa del Rey cuando nacía mi hijo»
XL. ¿Se quedaría a trabajar dentro del Real Madrid si pudiera?
F.R. Eso sí me gustaría, pero no depende de mí. Veremos qué pasa.
XL. ¿Le preocupa el momento de decir adiós?
F.R. Sí, porque cumples años y el final de tu carrera se acerca… pero he intentado hacer lo posible para que, cuando deje de jugar, no me quede sin nada. Y he invertido bien.
XL. ¿En qué?
F.R. Sobre todo, inversión inmobiliaria. Como no acabé la carrera y tampoco tengo tiempo para los negocios, he invertido sin mucho riesgo. Espero no tener problemas económicos en el futuro.
XL. Es de los pocos jugadores de la selección que no han jugado en la NBA, pese a que ha tenido varias propuestas.
F.R. Sí, no he querido marcharme. A veces pienso que se me ha quedado clavada esa espinita. Pero, sinceramente, tengo la suerte de haber jugado solo en dos equipos y que encima los dos hayan sido de mi ciudad, de Madrid.
XL. Tiene claro que se quiere jubilar en este club.
F.R. Sí, clarísimo. Yo me siento muy madridista.
XL. Y si le sale un hijo del Barça?
F.R. ¡No! ¡No me puede salir un hijo del Barça! No voy a obligarlo a ser de un equipo, pero si desde pequeño ha seguido a su padre…
XL. Cuando su hijo cumpla 3 años, usted quizá ya no esté jugando. Además, no todos los hijos siguen el camino que les enseñan sus padres.
F.R. ¡Es verdad! Mi sobrino el mayor, cuando era pequeño y venía a verme jugar, siempre iba con el equipo contrario. Lo hacía para molestar… y molestaba [ríe].
MIS JUGADORES FAVORITOS
Michael Jordan
«Porque lo es todo en baloncesto. Es el mejor jugador de la historia mundial de este deporte.
Lo saludé una vez».
Dennis Rodman
«Es muy bueno, es muy agresivo en la cancha y le gusta mucho rebotear. Este el es tipo de jugador con el que yo me identifico».
Pau Gasol
«Aparte de ser un gran amigo, es un jugador que ha dado muchas alegrías al baloncesto español y que lo ha puesto en lo más alto. Le debemos mucho».
Alfonso Reyes
«Por supuesto, para mí es el máximo [jugaba en el Unicaja];. Mi hermano siempre ha sido mi ídolo y yo amo este deporte porque de pequeño lo seguía a todas partes».
