No necesita mucha presentación. Al fin y al cabo, Alejandro Sanz ha vendido más de 25 millones de discos, ha ganado 23 premios Grammy y lleva tres décadas convertido en uno de los artistas españoles de mayor proyección mundial. A sus 50 años, antes de lanzar el álbum más tropical de su carrera, nos recibe en Miami, donde habla de sus hijos, el amor, el feminismo, la poítica, la música… incluso de Zinedine Zidane. Por Virginia Drake

Alejandro Sanz habla de amor

Nos reunimos con él en Miami para escuchar los primeros singles de su nuevo álbum, #ElDisco, que ve la luz el 5 de abril. Las canas le han ganado la partida desde que nos vimos hace 4 años en Madrid, aunque mantiene esa cara de niño e idéntico sentido del humor. Presentaba entonces Sirope y ahora, recién cumplidos los 50, muestra su undécimo trabajo de estudio, mucho más maduro, latino y caribeño que nunca, con el que abrirá #LaGira con cinco conciertos por España –Sevilla, Barcelona, Madrid, Elche y Santiago de Compostela– a partir del 1 de junio. En exclusiva para XLSemanal hablamos de hijos y de amores, de muros y mestizaje, de mujeres y de fútbol con este gaditano de Moratalaz que lleva «Cuba en el alma y Miami en el corazón».

XLSemanal. Creo que con ver al periodista que va a entrevistarlo, ya sabe por dónde van a ir los tiros.

Alejandro Sanz. Más o menos [se ríe]. Me he encontrado de todo.

XL. ¿Cómo qué?

A.S. En una ocasión, me vino una venezolana que, mientras me preguntaba, hacía croché y apenas me miraba. Le pregunté si había escuchado el disco, me dijo que no le hacía falta y se quedó tan ancha; siguió haciendo punto. Al parecer, venía de hacer crónicas de sociedad y la habían pasado a música, que no le importaba nada. Otros utilizan todo lo que han aprendido en la escuela; te meten dos o tres preguntas para hacerte la pelota, y a la tercera, ¡zas!, te sueltan: «¿Tú eres fiel?». ¡Hay cada personaje!

XL. ¡Bien! Pues viene la tercera pregunta y el primer ¡zas!: ha cumplido 50 años, ¿se lo cree?

A.S. La verdad es que no; pero cuando me miro en los malditos espejos…

XL. ¿Es un buen momento para pensarlo?

A.S. Es tarde ya para pensarlo, pero muy liberador porque ya sabes qué eres, quién eres y que es tarde para cambiar.

alejandro sanz el disco

XL. Dice que ve ñoñas sus primeras canciones.

A.S. Ñoñas es lo más suave que puedo decir de algunas, que hasta me cuesta entenderlas [ríe].

«Yo no tenía facultades para cantar ni para componer, pero me empeñé. Está muy bien si tienes un don, pero si no lo tienes, y eso le pasa al 90 por ciento de la gente con éxito, es cuestión de trabajo y esfuerzo»

XL. Pero a la gente le siguen gustando.

A.S. Eso es porque no tienen criterio musical [ríe].

XL. A Manolo Escobar le sentaba regular que siempre le recordaran Mi carro.

A.S. ¡No me extraña! ¡Jajaja!

XL. A usted le va a pasar igual con Corazón partío.

A.S. Pero Corazón partío es otra cosa, porque está muy bien. A partir de 3 [su disco de 1995] es otro mundo.

XL. ¿Qué le evoca aquella portada de Los chulos son pa cuidarlos (1989), su primer disco, firmado como Alejandro Magno y vestido con torera y chorreras?

A.S. ¡Jo-der!, que diría Jesulín. ¡Eso es una obra de arte! [Se ríe]. Para los de la Movida es disco de culto.

Alejandro Sanz disco

Carátula del primer disco de Alejandro Sanz en 1989. «Una obra de arte», bromea él sobre aquel estilismo.

XL. En #ElDisco, cada canción es de su padre y de su madre. Hay casi tantos estilos como temas.

A.S. Pero, al final, todos casan. Yo llevo en esto mucho tiempo, soy muy ecléctico. La gente cree que hago balada; pues bueno… que lo sigan creyendo.

XL. ¿Y usted qué cree que hace?

A.S. Muchas cosas diferentes y, en medio, algunas baladas. De hecho, en este disco, solo hay una o dos.

XL. ¿Cómo conserva ese acento andaluz si ha vivido desde los 7 años en Madrid y los últimos 16 en Miami?

A.S. Mi acento es denominación de origen porque, aunque nací en Madrid, soy madrileño de Cádiz, donde viví de pequeño. A mí me cambia el acento dependiendo de con quién hablo, aunque el madrileño recortado no me sale mucho… Me es más cómodo cantar con acento andaluz, es parte de mi esencia.

XL. ¿Cuántos de sus hijos viven con usted?

A.S. Dos: Dylan y Alma, y Alexander pasa todos los fines de semana conmigo. Jugamos mucho, me encanta decirle a cada uno, en bajito, que es mi preferido.

XL. Manuela está a punto de cumplir 18 años.

A.S. Ella es mayor de edad desde hace tiempo: es una niña fuerte, inteligente… Tiene novio desde los 16 y me cae bien, pero, si lee esto, que sepa que lo vigilo.

XL. Dice que sus hijos hablan cinco idiomas.

A.S. Sí: ruso, chino, inglés, español y algo de árabe, que es lo que a mí me hubiera gustado hablar [se ríe]. Los cuatro primeros los hablan perfectamente, con el árabe tienen más dificultad; costaba encontrar profesores. Desde los 5 meses les han hablado en esos cinco idiomas. Además, como cada uno tiene una raíz distinta, se crean estructuras de pensamiento diferentes; tienen cinco maneras de afrontar un problema, y eso es la hostia.

«Mis hijos hablan ruso, chino, inglés, español y algo de árabe. A veces están más cómodos hablando en ruso que en español. Así tienen cinco maneras de afrontar un problema»

XL. ¿No los achicharra un poco?

A.S. Nada, los aprenden jugando. A veces hablan más cómodos en ruso que en español. Menos el árabe, que tendrán que retomarlo, dominan cuatro al mismo nivel.

XL. El trato es una canción de amor durísima. Cuando la canta, parece que se desgarra.

A.S. Hay muchos tratos que duran solo un rato y el amor es tan explosivo cuando ocurre como desgarrador cuando se va. Siempre es así.

XL. ¿Su mujer comparte esta teoría?

A.S. No todas las canciones son autobiográficas, el subconsciente escribe también, y tampoco tienen que hablar de relaciones actuales. El trato es una tormenta, un cataclismo, pero no te lleva a la melancolía. Es un estado que no me gusta nada.

XL. También hay una canción a dúo con Judit Neddermann, en catalán y castellano.

A.S. Judit tiene una voz que me fascina. Este segundo es una historia de amor entre dos idiomas. Cuando la terminé, viendo el disparate que está pasando con el independentismo, le propuse a Judit que fuese una especie de abrazo entre Cataluña y el resto de España.

XL. En una canción parece fácil ese abrazo.

A.S. Sí, la pena es que está tan roto todo que no creo que sea inminente que pase, pero tengo fe en que alguien ponga un poco de cordura.

XL. ¿Vivir en Miami le da una perspectiva menos apasionada del problema?

A.S. Voy mucho a España, tengo mi residencia allí [está empadronado en Madrid]. Me duele España porque soy español. Y me duele Estados Unidos, Venezuela, Cuba, Zimbabue… Me duele todo lo que duela.

XL. ¿Y va a cantarla en Barcelona?

A.S. Espero que sí. He invitado a Judit.

alejandro sanz

XL. Se pone pulseras con la bandera de España.

A.S. Sí, es nuestra bandera. El otro día estaba viendo a Quique San Francisco y llevaba su banderita; y no creo que sea sospechoso de ser facha, ¿no?

XL. Este disco tiene salsa, balada, son, merengue, rumba, flamenquito…

A.S. Oye, lo de ‘flamenquito’ lo puedo decir yo, no tú.

XL. Pero si una de sus letras se define como «un flamenquito con el corazón en La Habana».

A.S. Ya, pero queda un poco despectivo si lo dice otra persona, yo lo digo con un deje especial. Te lo perdono por esta vez, jajaja. Este disco representa lo que la música es para mí: soy salsa, merengue, mariachi, bolero, tango, son… ¡Soy latino, gracias a Dios!

XL. Además, tiene un hijo de cada país.

A.S. Hay de todo, sí: mexicana, puertorriqueño, estadounidense, española… Así es la vida: multicolor.

XL. Debe de ser el único español famoso que se casó ante un montón de invitados sin que nadie lo supiera. La gente pensaba que iba al bautizo de Dylan y se encontró una boda.

A.S. Pero el bautizo también se celebró, se encontraron dos por uno. Que nos casábamos ese día lo sabíamos mi mujer, el cura, dos personas más y yo. ¡Nadie más!

«Casarme por la Iglesia es lo más punki que he hecho. Es lo más alternativo. No pensé que fuera a hacerlo así nunca en mi vida»

XL. Dice que lo más punki que ha hecho en su vida es casarse por la Iglesia.

A.S. ¡Totalmente! Lo más alternativo, no pensé que fuera a hacerlo en mi vida. ¡Y está bien!

XL. #ElDisco es un álbum muy latino, con mucho mestizaje, contra los muros y la xenofobia…

A.S. El hombre lleva levantando muros toda la vida. Me parece estúpido pensar que un muro va a parar el problema entre Estados Unidos y la frontera con México. Este es un problema mundial. Pregunta en Algeciras a ver qué opinan de esto.

XL. ¿Y usted qué propone?

A.S. En España sabemos que a la gente no hay que dejarla morir en el mar, pero hay que hacerlo bien: repartirlos, no dejar a todos en Algeciras o en Almería.

XL. ¿Le preocupa el radicalismo?

A.S. Los partidos radicales de España no me dan tanto miedo, pero aquí están en el Gobierno. Gracias a Dios, la división de poderes en Estados Unidos es bastante sólida y Donald Trump no tiene tanta facilidad para hacer lo que quiere; de hecho, ahora mismo tiene a todo el Congreso en contra. Imagínate lo que hubiera pasado si Trump hubiera podido hacer lo que ha hecho Maduro en Venezuela: cargarse el Congreso y crear un Congreso Constituyente paralelo.

«Hay que seguir presionando hasta que Maduro salga de Venezuela. Se presente quien se presente, yo voy a apoyar a Guaidó por cómo está haciendo las cosas»

XL. ¿Es optimista con la evolución política en Venezuela?

A.S. Tengo mucho miedo a lo que pueda pasar si el mundo deja de mirar a Venezuela. Hay que seguir presionando hasta que Maduro salga del país. Se presente quien se presente, yo voy a apoyar a Juan Guaidó, por lo que representa y por cómo está haciendo las cosas.

XL. En su día apoyó a Obama y ahora se manifiesta contra Trump. ¿En España se paga peaje por apoyar a un partido?

A.S. En nuestro país se paga muuuy caro opinar. No ya porque te dejen de contratar, porque a mí hace años que no me paga nada un ayuntamiento, es más por la cantidad de gente que se te echa encima.

XL. No quiso cantar en Cuba en aquel concierto por La paz sin fronteras que organizó Juanes y al que asistieron Bosé y 14 cantantes más.

A.S. No quise cantar en La Habana en las condiciones que había que cantar. En Cuba no hay libertad. El problema no es la paz, es la democracia.

XL. ¿Y volverá a cantar en Venezuela?

A.S. Ahora no porque no hay luz, hay que esperar a que le llegue la libertad. La gente lo que necesita es alimentos, agua, medicinas… La música puede esperar.

XL. ¿Usted puede darse un paseo por la calle libremente o ir a tomar una copa con un amigo?

A.S. ¡Imposible! La última vez que hice una tontería así fue con un tío mío en un pueblo de Sevilla, porque se empeñó en decir que a las fans las pagábamos nosotros para que nos siguieran. Fuimos a tomar una cerveza y a los dos minutos estábamos rodando por el suelo; y, mientras lo pisaban, decía: «¡Anda, que es verdad, que es verdad!» [risas].

XL. ¿Ha probado con gafas y peluca?

A.S. No hay nada peor que te reconozcan disfrazado. En un centro comercial en Argentina acabó viniendo la Policía para sacarme. Me vistieron de uniforme y salí entre varios agentes, pero la gente me reconoció y se montó un jaleo enorme. Me sentí totalmente ridículo. No sabía ni qué hacer con la gorra [risas].

XL. ¿Hay alguien que no se le ponga al teléfono?

A.S. Normalmente se me pone todo el mundo. Lo que hay es gente a la que ya no llamo.

Alejandro Sanz nuevo disco

XL. El pasado 8 de marzo, un tuit suyo le costó una importante retahíla de críticas.

A.S. También hay que ver quién te da esa caña. Hubo quien no supo interpretar lo que quería decir, porque esa foto con el ojo pintado ya fue portada de una revista, para una campaña contra la violencia machista.

XL. ¿Por qué su forma de defender a la mujer le acarrea críticas feministas?

A.S. Quien pide respeto y no respeta va mal. Son grupos que, si no eres como ellos, eres el enemigo.

XL. ¿Cree que estos movimientos surgidos a raíz del 8 de marzo ya no los para nadie?

A.S. No tienen vuelta atrás. ¡Y ya era hora! Ha habido sociedades muy machistas durante miles de años, donde las mujeres han sufrido todo tipo de escarnios y abusos. Ahora estamos enmendando la plana un poquito. Yo lo hago por mi madre y por mis hijas y porque estoy harto de sentir miedo cuando salen a la calle. Quiero que crezcan en una sociedad igualitaria.

XL. ¿Las educa en igualdad?

A.S. ¡Totalmente! Pero lo que no hago es reconducir conductas: tengo una hija a la que le gusta ser una princesa y a mí me parece muy bien que le guste y que sea lo que quiera.

XL. Es el español más seguido en las redes: 19 millones de seguidores en Twitter, 6 millones en Facebook, 4 millones en Instagram…

A.S. Algunos le dan demasiada importancia a eso. Las redes parecen más de lo que son; a veces da la sensación de que te está matando toda España y son unos cuantos.

XL. Por cierto, es usted madridista de pro. ¿Está contento con la vuelta de Zidane?

A.S. ¡Muuucho!, la otra opción no me gustaba nada. Ya no tenemos nada que hacer en la Liga, pero la dignidad la vamos a salvar.

XL. Dice que el mejor sitio para comer en Miami es en su casa.

A.S. ¡Totalmente! Tengo una chef vasca y catalana que cocina muy bien, y hacemos mucha comida española con productos que nos traen de España. Cuando comemos en familia, cocino yo.

XL. ¿Queda con otros cantantes españoles en Miami: Enrique Iglesias, David Bisbal…?

A.S. Con Enrique, poco; él tiene su vida y yo la mía. Con David me llevo muy bien, es como mi hermano.

XL. Pues he leído que, por las diferencias que Bisbal tiene con Elena Tablada (amiga suya), David y usted se han distanciado.

A.S. ¡Qué va! Mentira. David y yo nos adoramos y, cuando dicen esas cosas, nos mandamos pantallazos comentando lo ridículas que son.

XL. ¿Conoce a Rosalía?

A.S. Sí, y me encanta. Hablamos por teléfono de música, de este negocio, me pide consejo para saber por dónde tirar… ¡Es muy buena niña!

XL. Veo que cada vez tiene más tatuajes.

A.S. ¡Es adictivo! Empecé con el toro del Guernica y ya no paré. A mi madre no le gustaba, pero se acostumbró; y, precisamente, el último que me he hecho ha sido el suyo [bajo la camisa muestra, sobre el corazón, el retrato de su madre, fallecida en 2012].

XL. Tampoco le gustaba que se dedicara a la canción.

A.S. Nada, quería que hiciera oposiciones y trabajara en la ventanilla de un banco: lo más aburrido del mundo, y que me perdonen los bancarios.

XL. ¿Por qué quiso ser cantante si confiesa que no se le daba nada bien?

A.S. No tenía muchas facultades; ni para componer, pero me empeñé. No todo consiste en tener un don. Está muy bien si lo tienes; pero, si no, has de saber que el 90 por ciento del éxito es cuestión de trabajo y esfuerzo.

XL. El 30 de abril es ‘el día de Alejandro Sanz’ en Los Ángeles, y en España no hay ni una placa con su nombre, ¿le pica?

A.S. Un poco sí [ríe]. Una vez dijeron que iban a llamar el puente del Corazón Partío al que une Moratalaz con Retiro, pero ahí quedó la cosa. A ver si al leer esto se animan.

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