El mito del grial impulsó a los cruzados e inspiró a Wagner, a Dan Brown, a Spielberg Varios lugares del mundo aseguran custodiar el cáliz de la última cena. Por Manuela Giménez.

Pero la más reciente batalla por el grial se libra en España. Valencia y León reivindican tener el verdadero. Nuevos documentos históricos respaldan el valor del cáliz de Doña Urraca, mientras el de Valencia acaba de ser reconocido por el Vaticano con un Año Jubilar. Toda una aventura digna de ser resuelta por Indiana Jones

Perceval llega al castillo del rey Arturo como un joven ignorante y torpe. Una doncella predice que se convertirá en un caballero de fama universal. Acierta. Con ‘Los cuentos del grial’, la obra de Chrétien de Troyes, de 1180, arrancó una de las leyendas que más pasiones desata. la búsqueda del santo grial.

En esa obra literaria se emplea por primera vez en la Historia la palabra ‘grial’, un término que ha sufrido una gran metamorfosis. Chrétien de Troyes designa un objeto cualquiera de vajilla, de ahí pasa a ser un objeto de propiedades extraordinarias, rodeado de misterio y, finalmente, sagrado , explica Victoria Cirlot, catedrática de Filología Románica en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y autora de Grial. Poética y mito (Siruela). Las aventuras de Perceval se han extendido y reinterpretado a lo largo de los siglos y terminaron calando en Richard Wagner, autor de la ópera Parsifal (‘Perceval’); en Carl Jung, que estudió el mito del grial y lo relacionó con otras búsquedas de la humanidad; en Steven Spielberg y su Indiana Jones y la última Cruzada; o en Dan Brown y su Código Da Vinci pero no solo ha afectado a la ficción.

Batalla española

El grial, entendido como el cáliz que usó Jesucristo en la última cena, dirime su penúltima batalla ahora en territorio español. la catedral de Valencia y la colegiata de San Isidoro de León reivindican sus cálices como los auténticos. Desde el misterioso castillo que visita Perceval, el grial se ha multiplicado y extendido por todo el planeta. Hay distintas teorías sobre la ruta que la copa sagrada ha recorrido. Una sostiene que san Pedro llevó la reliquia a Roma; después la custodiaron varios papas hasta san Sixto II, que en tiempos de persecución a los cristianos se la entregó a san Lorenzo para que la protegiera. San Lorenzo la envió a su tierra natal, Huesca, en España, y la escondió en casa de sus padres. Según la tradición oral, estuvo luego en varias iglesias de la región hasta que el rey Martín I el Humano lo trasladó en 1399 al palacio de la Aljafería de Zaragoza, donde quedó a partir de entonces custodiado por la Corona de Aragón. Y, según esta misma tradición, en 1437 se deposita en la catedral de Valencia.

EL grial de Valencia

La copa que se custodia en Valencia recibió en septiembre un importante aval. El Vaticano concedió el Año Jubilar para el santo cáliz de Valencia cada lustro, lo que permitirá que la ciudad del Turia se convierta en un nuevo enclave de peregrinación. El Ayuntamiento ya ha anunciado una macroexposición en torno a la reliquia, que tendrá lugar el próximo año y reconstruirá el itinerario del cáliz desde el Jerusalén del siglo I a la Valencia del siglo XV. La ciudad levantina dedicará un amplio presupuesto a estos actos porque quiere convertirse en un centro del turismo religioso y equiparar su reliquia a la Sábana Santa de Turín, apoyados en el respaldo del Papa Francisco. Ya los dos pontífices anteriores mostraron su respeto por el cáliz al usarlo en las misas que celebraron en sus visitas a Valencia.

El cáliz de León

La iniciativa valenciana ha espoleado a quienes en España reclaman la autenticidad de su propio grial. El ‘contencioso’ es con el llamado cáliz de Doña Urraca, ubicado en León desde que el emir de Denia se lo regaló a Fernando I. Este repentino interés por los cálices se ha visto reforzado por el libro Los reyes del grial, en el que los historiadores Margarita Torres y José Miguel Ortega argumentan cómo llegó el cáliz de la última cena a León. Dos pergaminos del siglo XIV encontrados en la biblioteca de El Cairo por el arabista Gustavo Turienzo sugieren que el santo grial fue sacado de Jerusalén por el califa fatimí, quien se lo regala al emir de Denia en gratitud por haberle enviado víveres durante una hambruna que azotó Egipto. El emir de Denia se lo entrega en el año 1054 al monarca leonés Fernando I para sellar la paz entre ambos reinos. Esta teoría, cuestionada por los defensores de la vía valenciana, ha servido para multiplicar las visitas al Museo de San Isidoro, en la colegiata. Y León quiere mantener el filón e incluso aumentarlo al amparo del año jubilar. Los comerciantes del lugar ya han visto las posibilidades, hasta el punto de haber creado incluso galletas conmemorativas. Griales de León son unas pastas tradicionales y artesanas que ya se han convertido en souvenir.

La ruta aragonesa

Aragón no ha querido quedarse fuera de la veta turística del grial. Ha creado una ruta que incluye paradas más allá de nuestras fronteras. Proponen dos itinerarios. uno que va de Gran Bretaña a España, atravesando Francia, Aragón y Valencia; y otro camino por el Mediterráneo que une la Península Ibérica con Malta, Creta, varios enclaves griegos y Bulgaria. Como el cáliz de Valencia pasó por varias iglesias y monasterios de Huesca y Zaragoza, han nacido sitios en Internet especializados en seguir sus huellas aragonesas. desde el monasterio de San Juan de la Peña hasta Valencia, 518 kilómetros pautados en cuatro etapas.

Novela y religión

Chrétien de Troyes estaría sorprendido con lo que ha sucedido con sus Cuentos del grial y la cantidad de intereses que han desatado. La religión se ha introducido en la novela , explica Victoria Cirlot. Las andanzas de Perceval se han ido mezclando y enriqueciendo con leyendas celtas y paganas, con la simbología cristiana y leyendas extraídas de los Evangelios Apócrifos. Los cruzados también han jugado su papel. Las grandes casas nobis encargaron copias de la obra de Chrétien de Troyes para leerlas en sus castillos. La pérdida de Jerusalén fue lo que impulsó esta creación literaria. Cuando el santo sepulcro cayó en manos de los sarracenos, decidieron buscar otro objeto sagrado. el santo grial , explica Victoria Cirlot. Lo que comenzó siendo un símbolo se identificó con un objeto real.

Es un fenómeno muy extendido el entender literalmente lo que es un símbolo, una imagen, no un objeto concreto , dice la autora de Grial. Poética y mito.¿El grial es religión o literatura? Las dos cosas , explica Francisco José López, profesor de Teología Espiritual en la Universidad Pontificia de Comillas. En la Edad Media, literatura y religión no van por caminos diferentes, se mezclan leyendas populares con el lenguaje de la fe. El grial es un objeto literario y espiritual , concluye.

Duelo de griales

-Santo Cáliz de Valencia. La reliquia es el vaso, de piedra de calcedonia (una variedad del cuarzo), pulido entre los años 100 y 50 antes de Cristo; la peana es posterior. A Valencia la llevó Alfonso V el Magnánimo desde Aragón. La catedral de Valencia le dedica una capilla. Juan Pablo II y Benedicto XVI lo utilizaron en las misas que celebraron en Valencia.

-Cáliz de Doña Urraca. Se guarda en la colegiata de San isidoro de León. Orfebres leoneses del siglo XI recubrieron con oro, perlas, esmeraldas, amatistas y zafiros la copa y la peana, que son de piedra de ónice. Es una donación de la infanta leonesa Urraca de Zamora, hija de Fernando I de Aragón.

Hitler buscó el Grial en España

-Ocultismo. Hitler mostró un gran interés por el ocultismo en su intento de sustentar la superioridad aria. En 1935, Heinrich Himmler líder de las SS creó la Ahnenerbe, Sociedad para la Investigación y Enseñanza sobre la Herencia Ancestral Alemana, una sección dedicada al ocultismo y a la búsqueda de las raíces arias. Organizaron expediciones al Tíbet, buscaron la lanza de Longinos, el grial y el arca de la Alianza.

-Una montaña. Himmler se obsesionó con el grial. En la obra Parzival, de Wolfram von Eschenbach, leyó sobre Montsalsvatsche y creyó que aquella montaña podría ser Montsegur, en el sur de Francia, o Montserrat, en España.

-En Montserrat. El abad Antoni María Marcet y el coadjutor Aureli María Escarré adujeron que no hablaban alemán para no recibir a Himmler cuando visitó el monasterio. Le tocó atender al nazi al monje Andreu Ripoll. Himmler solicitó visitar los pasadizos subterráneos del monasterio, Ripoll no lo consintió.

-En Toledo. Tras una pista que situaba el arca de la Alianza en Toledo, Himmler visitó la ciudad. Después Wilhem Canaris, jefe de Inteligencia del Ejército alemán, se trasladó a Madrid y husmeó en el Museo Arqueológico Nacional, sobre todo la colección de piezas procedentes del Antiguo Egipto.

Para saber más. Grial. Poética y mito. Victoria Cirlot (Siruela). En librerías a partir del 3 de diciembre.  

Li contes del graal. Chrétien de Troyes (Acantilado).

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