A lo largo de la Historia se han sucedido algunos acontecimientos inesperados e impredecibles cuyas consecuencias han marcado nuestro mundo. Los llamados ‘cisnes negros’ de la Historia. Por José Segovia

Antes del descubrimiento de Australia, los europeos estaban convencidos de que todos los cisnes eran blancos, una creencia que saltó por los aires cuando se localizaron ejemplares negros en el otro extremo del planeta. Por eso se llama ‘cisne negro‘ a un hecho inesperado e impredecible, cuyas consecuencias son tan importantes que producen un enorme impacto.

La llegada de Hitler al poder es uno de los hechos históricos con un impacto difícil de predecir

Nassim Nicholas Taleb, profesor de Ciencias de la Incertidumbre de la Universidad de Massachusetts, ha desarrollado una teoría sobre el impacto de hechos altamente improbables. En la Historia ha habido muchos. El inesperado ascenso al poder de Hitler, el estallido de la I Guerra Mundial, el descubrimiento de la penicilina o la caída del Muro de Berlín fueron ‘cisnes negros’ que marcaron nuestro mundo.

En 1905, Albert Einstein publicó unos artículos que iban a revolucionar el mundo científico al sentar las bases de la teoría de la relatividad. El último de ellos fue uno de los grandes ‘cisnes negros’ de la humanidad. Ese artículo incluía la ecuación E=mc2. Nadie pensó entonces que esa ecuación iba a hacer posible la destrucción de Hiroshima unas décadas más tarde.

Lo que ocurrió en Alemania el 14 de septiembre de 1930 fue un terremoto político inesperado. Aquel día, el Partido Nacionalsocialista, encabezado por Hitler, pasó de golpe de 12 a 107 escaños. La victoria nazi fue un ‘cisne negro’ que conduciría a la II Guerra Mundial, al Holocausto y a la muerte de unos 55 millones de personas.

Se llama ‘cisne negro’ a un hecho sorprendente e impredecible, con consecuencias tan importantes que cambia la Historia

Los miles de ‘kremlinólogos’ que analizaban con lupa los acontecimientos que se producían en la Unión Soviética en los años 70 y 80 del siglo pasado fueron incapaces de prever la súbita caída del Muro de Berlín y el vertiginoso desmembramiento del bloque soviético, dos hechos históricos que también pueden ser considerados ‘cisnes negros’.

Lo mismo que el hundimiento del Titanic, cuyos constructores creían que las modernas técnicas de construcción hacían inconcebible su hundimiento. Su opinión era compartida por los orgullosos ingenieros navales británicos, quienes pensaban que el poderío de la tecnología vencería los desagradables imprevistos del mar embravecido. El transatlántico zarpó desde Southampton y, pocos días después, el 14 de abril de 1912, aquella joya de la ingeniería naval se enfrentó a su particular ‘cisne negro’, un gran iceberg que provocó su naufragio.

Impacto global

Los ‘cisnes negros’ (hechos inesperados) afectan a casi todo lo que concierne a nuestro mundo, desde el éxito de las ideas y religiones hasta la dinámica de los acontecimientos históricos y los elementos de nuestra vida personal.

Un golpe de suerte

En septiembre de 1928, Alexander Fleming observó que el moho de penicilina había contaminado uno desus viejos experientos. De ahí dedujo las propiedades antibacterianas de la penicilina.

Nuevo XL Semanal
El nuevo XLSemanal

A partir de ahora consulta los nuevos contenidos en la web de tu periódico

Descúbrelos