Un diez por ciento de los españoles ha renunciado a comer carne. Pero, ¿qué pasa si tu hijo adolescente quiere cambiar su dieta y sumarse a esta revolución vegana? La doctora Inmaculada Baeza nos responde. Por Carlos Manuel Sánchez / Foto: Getty Images 

Los 8 nutrientes que hay que vigilar si dejas de comer carne

«Lo primero: reaccionar con calma. A continuación preguntarle por qué quiere cambiar su dieta», responde la doctora Inmaculada Baeza, coautora de Felices sin comer perdices (Paidós, 2019). «Un porcentaje muy elevado tiene motivos éticos o medioambientales. Pero también es cierto que entre el 9 y el 18 por ciento escoge esta alimentación para controlar o perder peso. Esta última motivación debe estudiarse con cuidado, ya que en algunos casos puede estar ocultando un trastorno alimentario».

¿CÓMO SABER SI ES UN TRASTORNO ALIMENTARIO?

«Vigilando si le angustia el tema del peso. Si ha reducido mucho la ingesta de comida, no solo de carne animal, sino de otros alimentos. En el caso de las chicas, si ha perdido la regla… O si aparecen problemas físicos como la pérdida de cabello, cansancio o tener frío constantemente», explica Baeza. Una vez descartado un trastorno alimentario, hay que pactar. «Hablar del tipo de comidas que se hacen en la familia y de cómo adaptarlas. Y recordar que seguir una dieta vegetariana no quiere decir quitarle la carne a los macarrones cuando ya están preparados».

¿ES CORRECTO PERMITIRLES TOMAR ESA DECISIÓN?

«La respuesta debe darla cada familia. Se trata de un periodo en el que el niño está en crecimiento. Si la dieta está bien diseñada, tendrá suficientes nutrientes, pero la clave es la planificación. No se trata de eliminar la carne sin más. Si se hace correctamente, el niño dispondrá de suficiente energía y tampoco afectará a su crecimiento. Es más, existen investigaciones que observan que los adolescentes vegetarianos presentan hábitos alimentarios más saludables: consumen más frutas y verduras, menos dulces, menos comida rápida…».

¿HAY QUE TOMAR SUPLEMENTOS VITAMÍNICOS?

«Una dieta vegetariana bien pensada no requiere ningún tipo de complemento», según la doctora Baeza. Una dieta vegana ya es otra historia; sobre todo, por la carencia de la vitamina B12. «Conviene informar al pediatra o médico de cabecera del cambio de dieta y asesorarse con un nutricionista».

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