Los días en Chile se le hacen largos a su presidente, Sebastián Piñera, en la picota desde que el pasado 18 de octubre el país se sumiera en protestas y disturbios sin fin… Por Fernando Goitia 

Y lo seguirán siendo, al menos, hasta el 26 de abril, cuando los chilenos decidan en un plebiscito si desean una nueva Constitución que sustituya a la actual, promulgada en 1980, en plena dictadura militar de Augusto Pinochet. Porque, a pesar de la convocatoria que debía calmar los ánimos, la llamada Revolución de los Treinta Pesos -detonada por el alza en el billete de Metro por esta cantidad. 0,034 euros- continúa.

Chile es el segundo país más desigual de los 36 miembros de la OCDE

Su último escenario ha sido el célebre Festival de Viña del Mar. Miles de manifestantes pidieron su cancelación al grito de «Viña tiene festival y en Chile no hay plata pal pan» o «Calles con sangre, Viña sin festival», e hicieron arder las calles con una violencia que sigue chocando en el considerado ‘oasis latinoamericano’. Y es que Chile, alabado por su estabilidad social y su crecimiento económico, parecía ajeno a las convulsiones que sacuden América Latina. Pocos subrayaban que, en realidad, es el segundo país más desigual de la OCDE. El oasis, pues, quizá fuera solo un espejismo.

 

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