La infanta Doña Pilar de Borbón ha fallecido a los 83 años de un cáncer de colon que llevaba arrastrando unos años. Recuperamos le entrevista que concedió a ‘XLSemanal’ en el año 2013

La infanta está contenta. Y se le nota. Acaba de terminar en Madrid la última edición de El Rastrillo de Nuevo Futuro, una tarea a la que lleva entregada 44 años, y el balance ha sido muy positivo. Con ese motivo, la hermana del rey nos recibe para charlar distendidamente de las Navidades, los hijos y una de sus principales preocupaciones: la educación de la infancia. «Me importa muchísimo -asegura-. Una de las cosas que me mueven a colaborar es tratar de devolver el cariño que me dieron a mí de pequeña». Por Virginia Drake / Foto: Toni Mateu

El rastrillo de nuevo futuro, que ha cumplido 45 años, ha cerrado el 2013 con un balance optimista. Este año ha habido más movimiento que en los anteriores; motivo por el cual le pedimos a la infanta doña Pilar que nos concediera esta entrevista, aunque puntualizó: «Hubiera preferido que me la hubieras hecho antes para animar a la gente a que fuera; pero bueno, ya que estamos».

Doña Pilar nos atiende mientras toma a media tarde un plato de fruta preparada y un zumo de naranja, pero rechaza el café con leche… «No me gusta nada la leche, no la tomo desde que dejé la de mi madre… Así empezamos la conversación».

XLSemanal. ¿Cuántos años lleva siendo presidenta de honor de Nuevo Futuro?

Pilar de Borbón. Llevo 44 ayudando. Al principio organizábamos El Rastrillo en garajes que nos dejaban. Le pedíamos a la gente que vaciara sus desvanes y que nos diera lo que tuviera guardado. Todo aquello era donado y se sacó para dos hogares. Menchu [Carmen Herrero Garralda], que es la fundadora, ya lo decía: «Tenemos una mano protectora ahí arriba». Y es verdad, porque que siga Nuevo Futuro con este éxito después de 45 años es impresionante.

«El año que murió mi hermano, el resto no queríamos poner el árbol. Mi padre fue a comprarlo y con lágrimas en los ojos nos dijo: ‘El mundo es de los vivos'»

XL. Hoy son 140 hogares, 6000 niños…

P. de B. Nuevo Futuro sigue siendo útil para el Estado, que ya no puede mantener grandes orfelinatos, y les sale mucho más barato y mejor que los hogares de acogida. Muchas veces, los niños difíciles no se adaptan a las familias de acogida que el Estado les proporciona y las familias no pueden con ellos… Y yo lo entiendo divinamente porque en casa me he quedado con ganas de matar a tortas a algún hijo mío alguna vez [se ríe]. Ahora tienen 40 años, pero los hubiera dado de tortas que no veas [risas].

XL. El 90 por ciento de los recursos de Nuevo Futuro sale de los rastrillos, porque el de Madrid no es el único.

P. de B. En Madrid, Asturias y Palma de Mallorca lo hacemos en noviembre; en Sevilla es en febrero; en Logroño, en octubre; en Málaga, en diciembre; en Alicante es en abril; y en Santander, en agosto. Antes había en Valencia y creo que lo van a volver a organizar.

XL. Me consta que colabora con muchas organizaciones. Sin embargo, con Nuevo Futuro lo hace de una manera muy especial.

P. de B. Es que la educación de la infancia me importa muchísimo y una de las cosas que más me mueve a colaborar aquí es la de tratar de devolver parte del cariño que me han dado a mí de pequeña.

XL. Nació en Cannes y vivió el exilio en Francia, Italia, Suiza, Portugal… ¿Tuvo una infancia feliz pese a los avatares por los que pasó su familia?

P. de B. Sí, tuve una infancia muy feliz y vivíamos divinamente, aunque sin lujos, con las consabidas contrariedades y los pequeños disgustos que pueden tener los niños, claro; pero tengo que reconocer que realmente he tenido unos padres muy comprensivos, una madre exigente pero muy liberal.

«Tuve una infancia muy feliz. Vivíamos divinamente, aunque sin lujos. He tenido unos padres muy comprensivos, una madre exigente pero muy liberal»

XL. Y en su casa, ¿ha sido una madre cariñosa con los suyos? Dicen que tiene mucho carácter…

P. de B. ¿Con mis hijos? [sonríe]. He procurado darles todo el cariño que he podido.

XL. Hay mucha gente que piensa que El Rastrillo es un nido de marquesonas que se reúnen por una buena causa, pero para hacer vida social y pasárselo bien.

P. de B. Pues es que así empezó, es verdad. Como empiezan muchas cosas, se reunieron un grupo de amigas que tenían título y montaron todo esto. Pero ahora hay de todo y de todo orden social; la labor es extraordinaria y con mucho trabajo.

XL. Reconozca que resulta pintoresco ver a una infanta de España, Alteza Real, y con el porte que tiene, sirviendo mesas. de infanta a camarera.

P. de B. Y estoy muy orgullosa de haberlo hecho durante muchos años, claro que sí. Últimamente ya no sirvo las mesas porque tengo 77 años, me canso más, y me han dicho que prefieren que vaya de puesto en puesto saludando a todo el mundo y dando las gracias. Pero en mi bar, el Puerta de Sol, se hacen servicios de 14 horas diarias y trabajan 160 voluntarias. Es una barbaridad de trabajo. En total, debe de haber unos 1200 o 1300 voluntarios. Todo el mundo viene a ayudar gratis. La única que cobra es una directora que hemos contratado porque necesitábamos a una profesional. Pero nadie más.

XL. ¿Hay más solidaridad con la crisis?

P. de B. Yo creo que más o menos la misma. Este año, me dicen que en El Rastrillo ha habido más movimiento que el año pasado. Yo me paso la vida pidiendo Pido durante todo el año, y siempre me dan [sonríe].

XL. A lo mejor es que es difícil negarle nada a usted, con ese tamaño, ese carácter… y siendo la hermana del rey.

P. de B. Cuando pides para Nuevo Futuro, todo el mundo colabora. Yo creo que España entera es de una generosidad increíble. Siempre que he pedido me han dado lo que tenían, lo que han podido. Y te voy a contar una cosa muy bonita: este año a El Rastrillo ha ido un grupo de chicos de Nuevo Futuro, ya mayores, y que guardan días de sus vacaciones para venir a ayudar. Uno de ellos es Charlie, que es una maravilla de chico; y Juanjo, que es adorable y que me dijo: «Yo no puedo olvidar que, cuando el Estado se hizo cargo de nosotros -que éramos cinco hermanos- y quería mandarnos por separado a casas de acogida, Nuevo Futuro nos hizo hueco a los cinco para que siguiéramos juntos». Fue un caso tremendo porque con el que supuso haberlos separado de su padre, hacerlo también de los hermanos era espantoso.

XL. ¿Está al tanto de lo que ocurre en los hogares?

P. de B. Hasta donde llego, claro. Cada hogar tiene una madrina que se ocupa de supervisar las necesidades. si hace falta llevar al niño al dentista, al médico, al foniatra Muchos llegan con defectos de habla. También hay voluntarios que les dan clases. En Palma de Mallorca, por ejemplo, hay una voluntaria que da clase de inglés a los niños que están en hogares de día, y lo hace tan bien que uno ha sacado un siete y medio en el inglés del colegio. Eso es un triunfo para nosotros; ese niño tendrá más posibilidades de encontrar trabajo.

XL. ¿Cómo pasan la Navidad los niños de Nuevo Futuro?

P. de B. Pues depende. Hay algunos que se pueden juntar con sus padres, pero no son la mayoría. Así que en cada hogar se organizan las cenas y los regalos para que tengan el mayor cariño posible.

XL. ¿Qué ha comprado este año en El Rastrillo?

P. de B. Pues mira, a través del embajador de la Orden de Malta, un diseñador egipcio nos ha regalado ocho kilómetros de tela de tapicería ¿Te imaginas lo que es eso? Ocho kilómetros son un montón de metros. De esas telas he comprado de una para forrar una banqueta y de otra para forrar una butaca. Eso ha sido para mí. Después he comprado unas camisetas muy revolucionarias para mis nietos, para los cuatro medianos. Las camisetas son apasionantes, las he comprado en el puesto de Argentina y cuando las miras pasan cosas. si hay una mariposa, de pronto te sale una oruga. Van a ser éxito seguro.

«El besugo no les gusta nada a mis hijos y el pavo me lo tienen prohibido. Este año, me parece que me va a salir un poco caro porque me han pedido ostras»

XL. ¿Aguantará hasta Navidad sin dárselas?

P. de B. Por supuesto. Voy haciendo montoncitos en casa y los guardo. Yo nunca regalo máquinas ni aparatos digitales de esos… Siempre libros y ropa, generalmente camisetas. Tengo dos nietos a los que les encanta leer, pero sobre todo a uno de ellos, que es el que, cuando viene a casa, me pide libros y se mete en mi cuarto a leerlos, quietecito, para que no le moleste su hermana, y se puede quedar toda la tarde leyendo. Luego hay uno pequeño de tres años que es un demonio colorado, ¡ese es un diablo! [se ríe].

XL. Las fiestas de Navidad para algunos son muy alegres; para otros son tristes porque recuerdan a los que ya no están.

P. de B. Mira, el año que murió mi hermano me acuerdo que el resto de los hermanos no queríamos poner el árbol y mi padre fue a comprarlo como todos los años y con lágrimas en los ojos nos dijo: «Mirad, ahora vais a ponerlo vosotros y recordad siempre una cosa: el mundo es de los vivos y las tradiciones hay que guardarlas, porque es lo bonito de la vida». Y yo le he hecho mucho caso a este consejo de mi padre.

«Yo me paso la vida pidiendo. Pido durante todo el año, y siempre me dan. Creo que España entera es de una generosidad absolutamente increíble»

XL. ¿Cómo celebran la Navidad?

P. de B. Pues en Nochebuena vienen todos a casa y creo que ya somos 22… nueve niños, cinco hijos, dos nueras bueno, tres porque Laura [Ponte] suele venir porque es la madre de mis nietos; y mi hermana con su marido y sus dos hijos.

XL. ¿Y qué les prepara?

P. de B. Pues depende. El besugo no les gusta nada y el pavo me lo tienen prohibido, y eso que hacía un pavo relleno riquísimo… Este año, me parece que me va a salir un poco caro porque me han pedido ostras.

XL. ¡Hala, con el precio que tienen las ostras en Navidad!

P. de B. Bueno, como al final solo les gustan a tres… pues menos mal [se ríe]. Para los demás tendré que pensar otra cosa.

XL. Nochebuena, en casa. ¿Y Navidad?

P. de B. Voy a casa de mi hermano, como todos los años. Almorzamos juntos, tranquilamente.

XL. Este año ha sido difícil para España; la crisis económica se ha cebado aún más con muchas familias; y tampoco lo ha sido bueno para la Corona. ¿Qué le pide al año que viene?

P. de B. Salud para todos y que Nuevo Futuro siga con ánimos, que eso me gusta mucho. Que Dios bendiga a Nuevo Futuro como nos ha bendecido hasta ahora. Pero, sobre todo, salud, que es muy importante.

XL. ¿La infanta Pilar está bien de salud?

P. de B. Sí, sí, gracias a Dios. Voy cumpliendo años y me encuentro bien. Peso un poco menos y eso es bueno para la artrosis. Me encuentro divinamente, aunque todavía estoy saliendo de un catarro.

XL. ¿Y cómo está el rey?

P. de B. Mucho mejor. Esta mañana lo he llamado por teléfono y no tenía ninguna gana de hablar porque me decía que lo que quería era empezar ya a trabajar. Eso quiere decir que estaba divinamente.

XL. Doña Pilar, ¡feliz Navidad!

P. de B. Feliz Navidad también para ti y para todos los lectores de la revista y muchas gracias.

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