Nací en León y no diré más veces mi edad. Publico ‘Cuestión de actitud’ (Ed. Martínez Roca), en el que hablo de cómo superar los momentos duros y de la necesidad de reinventarse. Por Virginia Drake / Foto: Javier Ocaña
XLSemanal. Harta de decir su edad.
Carmen Lomana. Porque se vuelve contra mí. Si alguien me quiere insultar lo hace por mis años, en vez de decir: «Qué bien está, cuánto trabaja, no tiene arrugas y sí un cuerpo de 30 años».
XL. Hay quienes la consideran muy snob.
C.L. Pues me verán así, pero la frivolidad forma parte de la inteligencia y ayuda a sobrellevar la vida, a divertirte, a reírte de ti. A los demagogos que se sienten con superioridad moral y dan lecciones no los aguanto, me aburren muchísimo.
XL. Ha escrito: «Soy mala cuidadora y siempre creo que me van a pegar de todo».
C.L. [Sonríe] Sí, si caéis enfermos, no me pidáis que os cuide: me pongo muy triste y lloro. Recuerdo que me prohibieron ir a ver a mi padre; al verme decía: «¿Qué, me estoy muriendo?». Y, sí, en nadie lo vio tan claro como en mí.
XL. Qué haríamos con muchos como usted…
C.L. No lo sé. Querría ser de otro modo, pero no soporto el dolor ajeno, luego me siento fatal. El otro día me dijo un sacerdote: «Tú piensa en ti, no puedes pasarte el día pensando cómo estarán los demás porque sufres muchísimo».
XL. ¿Le dijo que no pensara en los demás?
C.L. No exactamente. Me dijo que no podía angustiarme por cómo estará una señora que vive en 60 m2 con un esquizofrénico ni por todo el mundo que sufre, sino por lo que tengo más cerca y por mí misma, para superarlo.
XL. ¿Aplaude cada tarde desde el balcón a los sanitarios?
C.L. Claro, pero en mi calle no salen ni los monos al balcón. Serán muy snobs y lo de aplaudir no les parecerá elegante…
XL. ¿Con la que está cayendo, aconseja arreglarse, maquillarse y teñirse el pelo?
C.L. Desde luego. Verte con un buen aspecto te ayuda muchísimo, incluso a que te suban las defensas, en cualquier circunstancia de la vida.
XL. ¿Cómo vive el confinamiento?
C.L. Gracias a Dios, mi casa es enorme. Camino de una punta a la otra y me hago varios kilómetros. Soy una privilegiada.
XL. Algunos de sus post son virales.
C.L. Porque no me callo nada, digo lo que muchos piensan. Hay sacerdotes que me dicen que les envíe más vídeos porque les encantan. ¡Es alucinante!
XL. ¿Pero con qué sacerdotes trata?
C.L. Con unos buenísimos, de parroquias pequeñitas, que mandan mis vídeos a sus feligreses porque los ayudan mucho. Yo soy muy transversal.
XL. ¿Qué va a hacer el día después?
C.L. Rezar, dar gracias a Dios. Y, como no creo que nos animen a abrazarnos, me iré a una terracita a tomar una cerveza. Nunca bebo, pero esta vez lo haré.
Desayuno: muy sano y personal
«Agua con alcachofa, ampollas de zinc y colágeno y té verde. Un vaso de limón, miel y jengibre, fruta, papilla de plátano y naranja y una tostada con mermelada».
Foto principal: Carmen Lomana posa en el balcón de su casa, en Madrid, durante el estado de alarma.
