Estos trece catalanes viven con un pie (o los dos) en la capital de España. Sus testimonios, y otros treinta y siete, recogidos en el libro ‘50 miradas desde la Gran Vía’

• Josep Antoni Duran i Lleida: «En política a veces hay que ensuciarse las manos»

ISIDRE FAINÉ, Presidente de La Caixa. «Sin puentes entre Madrid y Barcelona estaríamos apañados»

En Madrid siempre me han tratado con respeto y consideración. Deberíamos valorar más las especificidades de cada uno, siempre con ánimo de aprender y sumar, nunca de dividir. Es el momento de estrechar aún más las relaciones entre todos. ¿Hay puentes entre Madrid y Barcelona? Si no los hubiese, ¡estaríamos apañados! Por supuesto que los hay, y van en la buena dirección. Los lazos, la construcción de relaciones conjuntas, son indispensables para el buen funcionamiento de las empresas y de la economía.

SERGI AROLA, cocinero. «Barcelona vive demasiado pendiente de Madrid. Debería concentrarse más en sí misma»

Durante muchos años, aunque parezca mentira, se podía hablar en catalán con la Administración de Cultura. el consejero de Cultura de la comunidad y la concejala del Ayuntamiento eran catalanes. Más ejemplos. Muchos actores de teatro son catalanes. Los cinco restaurantes que marcan la pauta en Madrid son de clara influencia catalana. Y no pasa nada, la ciudad lo absorbe bien. El madrileño no es centralista, es simplemente madrileño. No hay que dejarse manipular por los discursos nacionalistas. En mi opinión, la solución está en recuperar la esencia de uno mismo; creo que este siglo será el siglo de las personas, no el de los Estados. Barcelona vive demasiado pendiente de Madrid. Debería concentrarse más en sí misma.

MARÍA CASADO, presentadora de TVE. ¿Barcelona o Madrid? Es como si me preguntaras. «¿Quieres más a mamá o a papá?»

Tenía miedo cuando me ofrecieron trabajar en Madrid, pero desde el minuto cero me sentí parte de la ciudad. Ahora, mi parte emocional está en Barcelona y mi trabajo está en Madrid. Es como si me preguntaran. ¿A quién quieres más. a mamá o a papá? . Me siento un poco bipolar. Trabajar en Madrid enriquece mucho y te espabila. Se nota que es la capital, hay movimiento y te da una visión más global. Desde Cataluña se piensa a veces que no caemos bien en Madrid, pero no me he encontrado con situaciones desagradables. Al contrario, tenemos fama de trabajadores y siempre me he sentido valorada. No es fácil ser catalana en Madrid y del Barça, pero aún es más difícil ser de Madrid y del Barça, y ¡hay más de uno!

JUAN ROSELL, presidente de la CEOE. «En Madrid hay gente separadora y en Cataluña muchos separatistas, y van todos en aumento»

Oigo a veces la apostilla de el catalán , con intención de crítica. Nunca es el empresario conquense o almeriense ; es el empresario catalán . Me molesta, por supuesto, pero no me enfado. Continuamente se construyen puentes entre Madrid y Barcelona, pero a menudo los destruimos. Pasó con la operación de Gas Natural y Endesa cuando se politizó una operación que era puramente empresarial. En Madrid hay gente separadora y en Cataluña muchos separatistas, y van todos en aumento. También hay incomprensión por ambas partes. en Cataluña se desconoce lo que ocurre en Madrid, y viceversa. Habría que encontrar un punto de encuentro, conciliar lo que quiere ser Cataluña con lo que el resto de España le permite ser. No es fácil.

GLORIA PÉREZ-SALMERÓN, Dra Biblioteca Nacional. «En Madrid, enseguida eres madrileño»

Cuando voy a Cataluña, me preguntan. ¿Pero tú qué haces en Madrid? , o bien. ¿Ya te tratan bien? . Y luego. Y ¿qué dicen allí de los catalanes? , a lo que yo respondo que no dicen nada y que, si lo hacen, suele ser a favor. A Madrid viene gente de todas partes, y el que llega de fuera se convierte enseguida en madrileño. Eso no es tan fácil en Cataluña, creo que se necesita más tiempo para que un foráneo pueda sentirse catalán.

CARME CAFFAREL, exdirectora del Cervantes. «Soy bilingüe y me siento catalana-madrileña»

Llevo desde los nueve años en Madrid, pero a Cataluña la llevo en la sangre. Me siento catalana-madrileña. Hay cosas que pienso en castellano y otras en catalán. Eso solo lo entienden quienes son bilingües, porque forma parte del proceso personal de socialización, de la historia que uno ha vivido. En los primeros años se reían de mí, por mi acento en clase y en el autobús. Llegué a oír eso de. ¡Iros a vuestra tierra! . Pero eso ha cambiado.

JOSE MARÍA POU, actor. «Cuando llegué a Madrid en 1966, me decían. ¿Tu eres catalán? ¡Serás cojonudo, seguro!

La eterna rivalidad Madrid-Barcelona es cada vez más visceral y se debe sobre todo a dos causas. políticos y fútbol. Este es una vía de escape para expresar sentimientos y lo de la política empezó con el Estado de las autonomías. Hay cierta provocación desde Madrid, en Cataluña esta se percibe con gran intensidad y desencadena una reacción alimentada por el victimismo, lo que, a su vez, provoca una mayor reacción en Madrid Y así el tono sube sin parar. Es una situación crispada y angustiosa que se retroalimenta en los medios de comunicación y de la que el ciudadano acaba formando parte. No siempre ha sido así; cuando yo llegué a Madrid, en el año 66, ser catalán era positivo. Entonces, me decían. ¿Tú eres catalán? ¡Serás cojonudo, seguro! .

CLAUDIO BOADA Ax-pte Círculo de empresarios. «Cataluña tiene una identidad clara, pero todo lo que sea limitar es una política equivocada

El nacionalismo no está del todo bien enfocado. Cataluña tiene una identidad clara que debe ser respetada y potenciada, pero se puede desarrollar mejor dentro de un conjunto mayor. Todo lo que sea reducir o limitar es una política equivocada. En los últimos años, Cataluña ha creado trabas que no la han beneficiado. Por ejemplo, con el idioma. la exigencia del catalán ha tenido como consecuencia la pérdida de estudiantes universitarios que vienen de fuera de Cataluña, y eso significa perder una riqueza. También ocurre con empresarios o profesiones liberales. El clima se ha enrarecido porque los políticos utilizan esas palancas con intereses electorales, lo cual se ha permeabilizado a otros estratos de la sociedad.

CARME CONESA, ACTRIZ. «Me siento española y mi hija le hablo en catalán»

Llegué a Madrid en el 89 y ya me sioco catalana. Más que madrileña, me siento española, pero siento orgullo del acento catalán. Mi hija habla castellano, pero también catalán, se lo hablo desde pequeña.

PERE PINYOL, Director del Teatro circo Price. «En Madrid hay un sector que es un poco casposo»

En Madrid hay un sector un poco antiguo, casposo. Muchos no saben que necesitan a Cataluña y allí no son conscientes de que miles de catalanes hacen negocios en Madrid. Se necesitan mutuamente.

SILVIA MARSÓ, actriz. «No cambiaría por nada ni ser catalana ni vivir en Madrid»

Estoy en Madrid desde 1984. Me gustaría trabajar en Cataluña, pero allí nos consideran algo así como desertores , y no nos llaman porque dicen. No, que está en Madrid , como si fuese muy lejos. En Cataluña hay cierta exclusión hacia los que no son de allí. Lo contrario de lo que ocurre en Madrid, donde a los actores catalanes nos tienen muy bien considerados. Madrid es una ciudad heterogénea. Algunos barrios parece que sigan en la época de Franco, son antiguos, incluso en las personas; otros son más abiertos y acogedores; y otros, más intelectuales, donde pervive el sabor de la Movida, con gente creativa y vanguardista. No cambiaría por nada ni ser catalana ni vivir en Madrid.

MARIO GAS, exdirector del teatro español. «¿Quién gana con esto de la rivalidad entre Barcelona y Madrid?»

Me siento madrileño en Madrid y, cuando estoy en Barcelona, me siento de allí; soy bilingüe en todo. Estoy más marcado por mi generación que por mi origen geográfico. Donde más ejerzo de catalán es en Madrid. No soy nacionalista, pero a veces me encuentro con defensores del nacionalismo español que me irritan y defiendo cosas que no tengo necesidad de defender en Cataluña. Ante la rivalidad Barcelona-Madrid, me pregunto. ¿Quién gana con ello? . Los catalanes tenemos la suerte de conocer dos realidades. La catalana y la castellana. Debería existir conciencia en España de que todas las lenguas del país son nuestras; todos sabríamos más sobre nosotros mismos y tendríamos más sensibilidad por el resto de las comunidades.

Catalanes en Madrid. 50 miradas desde la Gran Vía, de Ediciones Lectio, es un libro de la periodista catalana Anabel Abril. Todos los testimonios de este reportaje han sido extraídos del mismo.

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