Santiago Segura siempre soñó con una estrella de Hollywood para su ‘Torrente’. Pues bien, la ha conseguido: Alec Baldwin es el nuevo villano de la saga. Si es usted de los que se preguntan: ¿qué hace un tipo como él en una película como esta?, le invitamos a seguir leyendo. Por Fernando Goitia

«Tú dispara sin parar y nosotros posamos». Se encienden los focos, y Alec Baldwin y Santiago Segura forman pareja cómica por arte de magia. Segura dirige a Baldwin en Torrente 5: Operación Eurovegas, pero ante la cámara del fotógrafo es el actor neoyorquino quien toma los mandos. Y el madrileño lo sigue fascinado. Durante diez minutos hacen todo tipo de poses, como si se conocieran de toda la vida, hasta que fotógrafo y modelos se dan por satisfechos. «Bueno, y ahora la entrevista», apresura Baldwin. Un hombre locuaz, socarrón y directo que lo mismo imita a Robert de Niro y a Marlon Brando que reflexiona sobre cine y política, mientras bromea con su director, le aconseja profesionalmente y declara su entrega total al detective más chusco y despreciable que haya proyectado sus andanzas sobre una pantalla de cine.

XLSemanal. Santiago, ¿le dan mucho la brasa con el tema de si igualará en taquilla a Ocho apellidos vascos?

Santiago Segura. Muchísimo. Me tensa un poco, la verdad, porque repetir el éxito de esa película es impensable. Es como comprar lotería y que te digan si te gustaría que te tocase el gordo. Me encantaría, pero sabes que las posibilidades son nulas. Aunque, oye, el décimo está comprado y las ganas que no falten.

XL. Torrente V en breve alcanzará a franquicias como Rocky, Loca academia de Policía o Viernes 13, que lleva 12

Segura. ¡Uy!, me moriré antes. Aunque podría convertirse en algo del tipo James Bond, que lleva 23. Con otro actor, claro.

XL. ¿Se imagina a otro haciendo de Torrente?

Segura. ¿Por qué no? Nadie es imprescindible.

Alec Baldwin. ¡Torrente solo hay uno, amigo!

XL. Santiago siempre ha dicho que, como no conseguía una gran estrella para Torrente, tuvo que convertirse en una él mismo: estar en todas partes, salir en la tele, hacerse famoso…

Baldwin. La necesidad es la madre de la creatividad.

XL. Bueno, pues ya tiene a su estrella

Segura. Sí, por fin, de las de verdad, de Hollywood.

Baldwin. Santiago contempló cinco opciones antes de llamarme. ¿Javier? No. ¿Antonio? No. ¿Brad Pitt? No. ¿George Clooney? No. Y ahí, desesperado, me llamó.

Segura. [Se ríe]. Sí, a George le hicimos una prueba, pero su español era horrible. El de Alec es mucho mejor.

Baldwin. Magnífico [en español]. Mi mujer es de Mallorca.

XL. ¿Y habla usted español en la película?

Baldwin. Mira, antes de venir, por correo electrónico, le dije: «Yo hablo en inglés y luego me doblas». Y me respondió: «¡Sí, genial! Te doblamos, claro… Pero, mira, también podemos probar con el español. Un texto sencillo, ensayamos». Y yo: «No, no, no». E insistió: «Alec, lo harás de maravilla. Creo en ti. Puedes hacerlo. ¡Eres genial!». Me masajeó el ego y se salió con la suya. Es muy listo este tío.

XL. ¿La respuesta, entonces, es sí?

Baldwin. Bueno, un poquito. Al principio, todos los días tenía dolor de cabeza de ensayar el guion. Le preguntaba a Santiago: «¿Cómo se dice esto? Y él: bla, bla, bla, bla a toda pastilla. [En español]. No, no, así no. Lento, lentísimo».

XL. ¿Y cómo le convenció?

Segura. Fue fácil. Alec quería pasar unas vacaciones en España.

Baldwin. Fue mi mujer. Santiago conoce a sus padres.

Segura. Con familia política de por medio, todo es más sencillo.

Baldwin. Recuerdo que hablé con el cónsul español en Nueva York: «Hábleme de Torrente, por favor». Y me dijo: «Es el tipo más asqueroso del mundo: racista, pervertido, corrupto… Todo lo que pueda odiar, eso es Torrente. Pero a la gente le encanta» [se ríen]. Y le dije: «¡Genial! Deme mi visado, rápido» [más risas].

XL. ¿Y le vamos a entender cuando hable en la película?

Segura. Sí, sí. Se le entiende. Se lo he puesto fácil.

Baldwin. Pero no ha sido mi acento más difícil. En Boston rodé The departed, con Scorsese, y todos teníamos que hablar como la gente de allí, estirando las vocales. ¿Sabes qué dijo la gente en Internet? «Alec Baldwin, el peor acento bostoniano de la historia». «Alec Baldwin debería ir a prisión». «¡Maten a Alec Baldwin!» [se ríen].

Segura. Pero Alec es un gran imitador. ¿Lo has visto haciendo de De Niro en Saturday Night Live? Bueno, y a mí [se ríe].

Baldwin. Así es como me dirige [dice una frase ininteligible imitando a Torrente, como si hablara en español a toda leche, y se mueren de la risa]. Es que, cuando se mete en el personaje, lo tienes que ver.

XL. ¿Por qué hacen películas y no cualquier otra cosa?

Segura. A mí, lo confieso, me hubiese gustado ser gigoló, pero la genética no me fue favorable [se ríen].

Baldwin. A mí, me empujó mi padre. Con seis hijos, cuando le pedía que jugara conmigo, me decía: «Diviértete tú solo, hijo». Así que, para no aburrirme, empecé a imitar acentos y a hacer el idiota para entretener a mis hermanos y a los chicos del barrio.

XL. ¿Recuerdan el día en que dijeron a sus padres que querían ser actores?

Segura. A mí me dijeron que bien, pero que me aconsejaban antes acabar alguna carrera para no morirme de hambre. Yo, como debía de querer morirme de hambre a toda costa, me saqué la carrera de Bellas Artes. Con la licenciatura en la mano, ya me dijeron que hiciese lo que quisiese.

Baldwin. Conmigo se volvieron locos. Hacía Derecho en Washington y les dije que me iba a Nueva York a estudiar con Lee Strasberg. Solo un año y luego acabaría la carrera. Fue un año muy duro, sin dinero, estaba desesperado y, entonces, me ofrecieron un culebrón ¡ganaba 400 dólares al día! y dejé las leyes.

XL. ¿Ha leído el guion de Torrente V completo?

Baldwin. Sí, claro.

XL. Hay un latiguillo que se repite en toda la saga…

Segura. [Apurado]. ¡Uy, no, no! No quise…

Baldwin. ¿Ah, sí? ¿Cuál es?

XL. Torrente siempre pregunta a sus compinches: «¡Qué! ¿Nos hacemos unas pajillas?»

Baldwin. Santiago, ¿me enviaste una versión censurada? [Se ríen].

Segura. Sí, sí, es que no quería asustarte.

XL. ¿Le habría asustado leer algo así?

Baldwin. ¿A mí? ¡Noo!

Segura. La verdad es que Alec nos ha dejado acojonados. Para él, Torrente es un riesgo; podría hacer el ridículo, hablando español y tal. Y en el rodaje siempre con buen rollo, sin mamoneos. Yo he trabajado con estrellas que no le llegan al talón y un día te dicen que no trabajan porque tienen la ojera baja o chorradas así. ¡Que eso pasa! Y cuesta dinero, claro.

Baldwin. ¿Esperabas que fuera difícil?

Segura. Lo que digo es que siempre se espera lo peor de una gran estrella de cine y que no ha sido tu caso.

Baldwin. Agradezco que me digas eso.

XL. ¿Capta el humor de Torrente?

Baldwin. En España, por la crisis, la gente necesita reírse. Por eso estamos aquí. Para darles corrupción, racismo, machismo, mujeres desnudas y diversión [se ríen].

XL. Eso quizá sea ahora, pero, cuando se estrenaron las tres primeras, España, decía un político, iba bien…

Segura. Es que igual, si nos reíamos con Torrente, es porque España nunca fue tan bien. Y no me refiero a la economía.

XL. ¿Alguna vez se han planteado una carrera política? Ser el Arnold Schwarzenegger o el Ronald Reagan español…

Segura. Prefiero hacerlo mal en cine que en política. El único mal que le hago a la gente es que se arrepientan de pagar la entrada. Se cagan en mis muertos y ya, pero no les arruino la vida, no desmantelo la sanidad ni la educación ni robo dinero público.

Baldwin. Yo hubo un tiempo en que sí, incluso quería ser presidente de los Estados Unidos. Pero vamos, ahora, ni hablar. Quiero venirme a vivir a España. Pasar aquí seis meses y otros seis en Nueva York.

Segura. Oye, pues a mí me gustaría vivir seis meses en Nueva York. Intercambiemos las casas.

Baldwin. Sí, sí, claro.

XL. Cuando trabaja con Santiago, ¿lo ve como su jefe?

Baldwin. Sí, claro, ¡él es el jefe! [Lo agita por los hombros]. Pero él tiene un problema muy común entre los actores que dirigen. Cuando llegan a la sala de montaje, se dan cuenta de que el único al que nadie ha dirigido es a él mismo. Tú ves a Santiago: da órdenes, pasa de escena a escena, suelta sus frases a todo correr y, de pronto, grita: «¡Corten!».

Segura. [Se ríe]. Es verdad. Al ver Torrente, pienso: «¿Pero quién dirige a ese tío?». El personaje está tan dentro de mí… Estoy pendiente de los demás y me olvido de mí.

Baldwin. Santiago es un tío humilde. No hace cine para verse en la pantalla. Cuando actúa, ves a toda esa gente que admira y que vive en su interior. Cuando nos conocimos, le dije: «Es el quinto e igual te acomodas, pero quiero que me des tu mejor Torrente«. Porque en el cine, si tienes un éxito, ya has cumplido tu sueño. Y Santiago ha conseguido cuatro grandiosos. Deberías estar muy orgulloso.

Segura. Lo estoy, lo estoy [se ríen].

XL. Pero la crítica siempre lo machaca. Y cuanto más éxito, peor. Aunque no parezca afectar a su entusiasmo…

Segura. Si les hiciera caso, estaría en el psicólogo.

Baldwin. Cuando te metes a actor, ¿qué tienes que hacer? No leer una crítica más. En tu vida.

XL. La crítica tampoco ha tenido piedad con usted, ¿no?

Baldwin. Hay un tipo, Rod Lurie, del LA Magazine. Si lee esto, espero que se lo meta bien adentro por el culo. Este señor me sacude de forma sistemática. Pues bien, un día se puso a dirigir una serie de televisión y ¿qué hizo? [Abre bien los ojos, misterioso].

XL. ¿Qué hizo?

Baldwin. Me llamó. Tengo un papel para ti. ¿Te apetece? [Gran carcajada]. Lo mandé a la mierda, por supuesto.

Segura. A mí no me afecta, pero confieso que leo cada crítica de los Rod Lurie españoles [se ríe].

XL. Los actores, además, tienen fama de ególatras y de inseguros…

Baldwin. [Serio]. No es mi caso.

Segura. La prueba irrefutable es que ha aceptado hacer Torrente [se ríen]. ¡A ver qué estrella de Hollywood se metería en semejante embolado!

Baldwin. Eso es. ¿Crees que si pensara en mi imagen estaría haciendo un personaje ridículo en un almacén en medio de la nada en España? [Se ríen].

XL. Una cita de Alec Baldwin, del documental Seduced and abandoned: «En este negocio eres seducido y abandonado una y otra vez». ¿Cuántas veces les ha ocurrido?

Baldwin. Todo el rato. Un día eres importante y al siguiente eres una mierda. Yo ahora, tras el éxito de la serie Rockefeller Plaza, me he convertido para muchos productores en un actor de televisión. Eso, en los Estados Unidos es como un estigma.

Segura. Siempre hay quien cambia de idea y acaba llamando a otro, pero por desgracia seguro que no he sido seducido tantas veces como Alec.

XL. ¿Cómo resumirían su visión del mundo del cine?

Baldwin. Esos mismos que dicen que soy actor de televisión representan la idiotez que reina en el Hollywood actual. Una gente que está transformando todo el negocio. No son productores, son inversores que no saben nada de cine y que solo quieren hacerse ricos. «Te doy cinco millones y me devuelves, al menos, seis». Hacer cine es un riesgo, pero ¿cómo lo reduces? Pues con Hanks, Cruise, Clooney… A los demás nos etiquetan para calibrar tu capacidad de ganar dinero. Están destruyendo la industria, el arte del cine.

XL. ¿Qué hacen si no les ofrecen un papel en mucho tiempo?

Segura. Trabajar en mis propios proyectos.

Baldwin. Yo llamo a mi agente: «¡Ring, ring! ¿Wong Kar-wai? ¿David Lynch? ¿Spielberg? ¿Nadie me ha llamado? Vale, pues acepta eso de Torrente V [se ríen]».

XL. Una curiosidad: ¿Ve usted South Park?

Baldwin. Sí, sí.

XL. ¿Se lo pregunto porque llevan años metiéndose con usted y sus hermanos? En el largometraje que hicieron, incluso matan a toda su familia.

Baldwin. Lo sé. Pero me encanta, es muy gracioso. Mira, cuando hicieron Team America. La policía del mundo, mi agente los llamó para decirles que quería poner mi voz a mi personaje. ¡Se quedaron! [Se ríe]. No les gustó la idea. Me odian.

XL. ¿Tú eres fan de South Park, Santiago?

Segura. Sí, me encanta. Y me encantó Team America. Aunque si fuera Matt Damon seguro que no me hacía gracia. [Lo imitan los dos]. ¡Maaatt Daaamooon! [se ríen a carcajadas].

XL. Jesulín de Ubrique es el nuevo cómplice de Torrente, ¿lo ve como candidato al Goya al actor revelación?

Segura. ¡Ojalá!, pero los premios, si haces comedia Siempre pensé que Jesulín podría hacer un gran papel cómico. Y, de repente, lo meto en la película y resulta que es un gran cómico.

XL. ¿Consigue llevar a cabo todo lo que se propone?

Segura. ¡Ya me gustaría! No veas la de estupideces que se me ocurren que se quedan en nada. Siempre lo intento, pero muchos me dicen que no. ¡Que es lo normal! No creas que todo el mundo está deseando salir en Torrente.

XL. Alec, presentó los Óscar en 2010 con Steve Martin. ¿Le recomendaría a Santiago hacer lo propio con los Goya?

Baldwin. No lo hagas. Eres una estrella de cine. ¿Y quién debe presentar los Goya? Una estrella de televisión. ¿Quién es, digamos, el equivalente a Ellen Degeneres en España?

Segura. Eva Hache.

Baldwin. Pues que lo haga Eva Hache. Es la presentadora ideal.

Segura. Ya lo ha hecho.

Baldwin. ¿Ah, sí? ¡Eh, soy un genio!

XL. ¿Le pagan por presentar los Óscar?

Baldwin. Una miseria. 25.000 dólares. Y tienes que trabajar semanas. Pero aceptas porque es un honor, pasas a la historia de la Academia. Estás ahí, te viene un anciano y te dice: «Señor Baldwin, soy fulanito y fui encargado de producción en La legión invencible, de John Ford». Y tú, flipado. Llega una mujer y te dice: «Señor Baldwin, soy menganita y fui supervisora de guion en Psicosis». Entiendes la dimensión de la industria, el gran corazón del cine, donde se trata igual a todos sus miembros. Perdona que me emocione, pero es que, si trabajas en esto, debes ser siempre consciente de que todos los que te rodean son importantes. Y hablo de equipos que pueden ser de cientos de trabajadores. ¿Y sabes una cosa? La persona con menos talento en un rodaje suele ser el director.

Segura. [Se ríe]. Tiene razón. Eso pasa en todas mis películas.

Baldwin. Sí, sí, es que el mejor ejemplo es Torrente. El director es horrible [Segura se ríe], pero al mismo tiempo este hombre es capaz de llevarte a la Luna.

Torrente el seductor

Fiel a la tradición, Segura reúne a otro torrente de caras conocidas. Además de asegura él descubrirnos el don de Jesulín de Ubrique para la comedia, desplegó sus encantos para captar a la esquiva María José Campanario. Los hermanos Bigotes y Dientes, Fernando Esteso, Julián Díez o Anna Simón también figuran en la lista de invitados.

Nuevo XL Semanal
El nuevo XLSemanal

A partir de ahora consulta los nuevos contenidos en la web de tu periódico

Descúbrelos