La Unesco ha lanzado una iniciativa mundial para repensar la enseñanza desde la guardería hasta la universidad, una tormenta de ideas global que ha adquirido una dimensión inesperada a causa de la pandemia. La iniciativa se denomina Futuros de la Educación y está en fase de recogida de propuestas. Por C.M. S./Foto: Cordon
El informe de la Unesco se presentará en 2021. Uno de los documentos de trabajo más destacados es el que ha elaborado Common Worlds Research Collective, una red multidisciplinar de investigadores que sostiene que estamos ante una oportunidad única de cambiar el paradigma educativo. Se trata de reconocer que el planeta está herido y que es necesario educar para la supervivencia no solo de la especie humana, sino la de todas las especies que lo comparten.
El trabajo está inspirado en las ideas de la filósofa de la ciencia Donna Haraway, autora de Seguir con el problema, superventas de The New York Times y publicado en España por Consonni. Haraway -bióloga por la Universidad de Yale- es la ecóloga más influyente desde la pionera Rachel Carson, que consiguió erradicar el uso del DDT en las cosechas.
Según muchos expertos, estamos viviendo la transición del Holoceno al Antropoceno, un cambio geológico que conlleva extinciones masivas y un riesgo existencial para la especie humana, que es a la vez culpable y víctima del desastre. El Holoceno se inició con la agricultura hace 12.000 años y el Antropoceno comenzó con la Revolución Industrial hace dos siglos. Pues bien, Haraway considera que el modelo educativo imperante se niega a reconocer que también tiene una parte de responsabilidad en el cambio climático y la explotación insostenible de recursos. «La educación debe asumir un papel esencial para reconfigurar la manera en que reorganizamos el mundo», afirma.
El coronavirus sería una llamada de socorro planetaria que debemos atender, por la cuenta que nos trae. Puede que la propuesta cristalice en una nueva asignatura. Educación para la Supervivencia. Sería un comienzo…
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