En 1948 tuvieron lugar en Londres los primeros Juegos Olímpicos tras 12 años de paréntesis por la Segunda Guerra Mundial

‘XLSemanal’ ha localizado a tres de los deportistas españoles que compitieron allí hace 64 años. Su cuerpo ya no está para récords, pero en sus ojos y en sus palabras brilla todavía la llama olímpica.

Isidoro Pérez, 84 años. Nadador en los Juegos de Londres en 1948. 100 metros. 400 metros y 4 x 200 metros relevos. Campeón de España de 100 metros libres en 1947. Nacido en Madrid. Casado, 3 hijos, 6 nietos. Economista

«El equipo de natación americano te miraba por encima del hombro, como si fuésemos gusanos»

XL. ¿Cómo fueron sus comienzos en la natación en aquel Madrid de los años 40? 

I.P. Desde joven, siempre me ha gustado mucho el deporte. Yo tenía un buen cuerpo; estaba fuerte. Comencé en la piscina de la Isla. Me presenté un día al entrenador y, sin más, le dije. Quiero entrenarme . Y me contestó. Pues empieza .

XL. Y de ahí a los Juegos de Londres. ¿Qué fue lo que más le impresionó?

I.P. Llegar y ver a la gente de allí. Era otro mundo. Era el año 1948 y el pueblo de Londres estaba traumatizado por la guerra. Estaban hostiles, aunque muy educados. Pero, si podían limitarse a decir sí o no, lo hacían. Me llamó mucho la atención que las escaleras mecánicas del metro las usasen para ir más rápido. Yo no he visto ni a una sola persona ir parada en esas escaleras. Y andaban por la calle a gran velocidad, no se paraban a hablar ni a saludarse como aquí. Estaban obsesionados con trabajar para levantar el país.

XL. ¿Cómo recuerda el ambiente olímpico? 

I.P. Era como estar en Hollywood. El equipo de natación americano te miraba por encima del hombro, como si fuésemos gusanos. En la calle llevábamos todos el uniforme olímpico y no se sabía si éramos españoles o franceses o de otra nacionalidad pero no éramos americanos, eso se sabía. El americano era la estrella, era el dios.

XL. ¿Alguna anécdota?

I.P. Una que sucedió tras el desfile. todos los equipos se colocan en el centro del estadio para el juramento olímpico; todas las banderas se agachan para rendir pleitesía al rey Jorge VI y la española ¡no se agachó! El que la llevaba dijo: «Yo no inclino mi bandera ante la pérfida Albión». No recuerdo bien quién era, pero creo que era un boxeador.

XL. ¿Y tuvo consecuencias?

 I.P. Hubo que hacer muchas gestiones diplomáticas para que no nos expulsasen de los Juegos. Más tarde, un directivo me dijo: «Isidoro, por no bajar la bandera hemos tenido que ponernos de rodillas, que ha sido mucho peor».

XL. ¿Cómo le fue en su debut olímpico?

I.P. Me dice el seleccionador. ¿Ves al equipo americano?, pues míralo bien porque en el agua no les vas a ver ni los pies . Yo mentalmente era muy fuerte y no me importó. Iba mentalizado para batir el récord de España [que ya era mío], pero tuve una salida nula y ya no pudo ser.

XL. ¿Hubo repercusión mediática al volver a España?

I.P. No nos hicieron ni caso. Volvimos a nuestra vida normal. Los únicos que estaban contentos eran nuestros padres.

XL. No participó en más Juegos, ¿por qué?

I.P. Ya estaba retirado, tenía 24 años y debía trabajar para ganarme la vida. He trabajado siempre diez horas diarias. No tenía tiempo para nada más.

XL. ¿A qué se dedicó?

I.P. Soy economista y especialista en impuestos. Trabajé en la Administración; luego, en una empresa privada; y, más tarde, puse mi despacho.

XL. Volvamos a Londres, ¿qué más descubrió allí?

I.P. Me hice muy aficionado al baloncesto y me sigue gustando mucho verlo en la tele. ¡Ah! porque otra cosa es que allí teníamos televisión en los barracones. ¡Allí descubrí la televisión!

XL. ¿Cuál fue la estrella de aquellos Juegos?

I.P. Sin duda alguna, Zatopek. Corría con un trote ‘cochinero’, como dándose patadas en el culo. El estilo era nefasto, daba pena verlo, pero, claro, luego mirabas el cronómetro

XL. ¿Y de las estrellas actuales a quién admira?

I.P. A Nadal. Ya no por el hecho de que sea el mejor, sino por cómo lo hace. porque lo hace trabajando. En el deporte no hay superdotados. Sin esfuerzo, no hay nada que hacer.

XL. ¿En su época había dopaje? 

I.P. No había dopaje. Había, digamos, ‘remedios’. aspirinas más fuertes por si te dolía algo. Había unas de una empresa danesa que eran como Nolotil y las tomaban los atletas. Nadadores, ninguno. Yo pienso que el deporte de élite se pasa de la raya. Nosotros nadábamos 1000 metros diarios y en Londres vimos que el equipo americano nadaba hasta 8000 metros al día. Ahora nadan más de 12.000, ¡son como peces! Y eso no es sano ni para el cuerpo ni para la mente.

Joan Serrat Llobet, 86 años. Portero de warterpolo en los juegos de Londres de 1948. Medalla de oro en los Juegos del Mediterráneo. Nacido en Sabadell. Casado, 4 hijos. Comercial del sector textil

«El deporte hace a las personas más fuertes para luchar en la vida. Y la vida está llena de derrotas

XL. A los 14 años usted, además de nadar, ya trabajaba

J.S.L. Sí, tuve que dejar de estudiar y empecé en el sector textil. Era la industria principal de Sabadell. Toda mi vida he sido comercial de productos textiles.

XL. Y el vendedor de textil llega a los Juegos de Londres ¿qué impresión se lleva?

J.S.L. Una impresión extraordinaria tanto del viaje como de la estancia. Estuvimos en Richmond Park, donde estaba la villa olímpica, unos barracones muy bien instalados. ¡Hasta tenían televisión!Aquello me parecía ciencia ficción. Uno estaba en la piscina y veía len Wembley.

XL. ¿Y cómo recuerda la ciudad?

J.S.L. Yo no había viajado nunca fuera de España y me impactó mucho, sobre todo la limpieza. había muchas ruinas pero extrañamente no había impresión de pobreza, sino de fuerza.

XL. ¿De aquel equipo de waterpolo mantiene usted el contacto con algún compañero?

J.S.L. Pues si le digo la verdad, creo que solo quedamos Oriol Pujol que tiene 90 años y yo. Solíamos vernos, pero ya está muy delicado de salud.

XL. ¿Qué tal fue la competición?

J.S.L. Muy bien. Llegamos a tener diploma olímpico, el octavo puesto. Era emocionante porque en algunos partidos había hasta 4000 personas, un ambiente tremendo. La diferencia era enorme con España.

XL. Volvió a participar en otros Juegos

J.S.L. Efectivamente, participé también en los Juegos de Helsinki en 1952. Pero, antes, en Alejandría en 1951 se celebraron los Juegos del Mediterráneo y allí ganamos la medalla de oro. Ese fue un gran momento.

XL. Para localizarlo, hemos tenido que llamar varias veces. ¡Siempre estaba usted haciendo actividades! A sus 86 años, ¿qué deportes practica?

J.S.L. [Se ríe]. Paro poco en casa. Me gusta jugar al tenis en plan de amigos y también hago natación, unos pocos metros para mantenerme en forma.

XL. También da usted charlas en los colegios del pueblo

J.S.L. No es más que alguna charla con motivo de los Juegos Olímpicos, y lo primero que les recalco siempre es que los estudios tienen que ser lo más importante, porque formarse es lo esencial en la vida. Quizá es porque yo no pude estudiar. Lo que importa es hacer deporte y rodearse de buenas amistades. El deporte que escojan es lo de menos, todos son buenos.

XL. ¿A qué deportistas admira?

J.S.L. Hay varios. Nadal es un chico formidable. Y en fútbol está Messi, que es punto y aparte. Pero no solo por sus éxitos, sino porque son muy rectos.

XL. Creo que lo han invitado a ir a los Juegos.

J.S.L. Ha sido una sorpresa. El Club Natación Sabadell se ha movido bastante, y me han dicho que seguramente seré invitado junto con mi esposa. ¡Esto me ha caído fantástico!

XL. ¿Qué ha sido lo principal que le ha dado el deporte? 

J.S.L. Gracias al deporte he podido viajar. Pero sobre todo el deporte hace más fuertes a las personas para luchar en la vida. Aprendes a ganar y a perder y a aceptar con dignidad las dos cosas. Y eso es muy útil porque la vida está llena de derrotas.

Isidoro Martínez-Vela Ferry, 87 años. Nadador en los Juefos de Londres en 1948. 1500 metros, 400 metros y 4 x 200 relevos. Campeón de españa de 400 libres en 1945, 1946, 1947, 1948 y 1951. Nacido en Barcelona el 17 de enero de 1925. Casado, 3 hijos. Productor, técnico y director de cine

«Nunca he sacado ni cinco céntimos de la natación. Me tenía que comprar incluso el traje de baño

XL. Usted empezó a destacar muy pronto, con solo 15 años ya ganaba pruebas a nivel nacional. ¿A qué edad comenzó usted a nadar?

I.M.-V.F. Recuerdo que con tres o cuatro años ya empecé a flotar en la Barceloneta. Pero empecé a nadar más en serio cuando a mi padre lo trasladaron a Madrid. Allí, me buscaron un sitio para que pudiese seguir nadando y ese lugar fue el Club Canoe. Un día, me vio nadar Pitarch un saltador de la Federación catalana y me inició en la competición porque le pareció que yo tenía cualidades para destacar.

XL. Al llegar a los Juegos ya era un deportista reconocido en España.

I.M.-V.F. Yo tuve la suerte de que, antes de ir a Londres, ya había viajado porque, como usted dice, ya era un nadador de cierta categoría. Había estado en encuentros internacionales en Italia y Portugal, que eran los sitios a los que se podía ir porque el resto estaba prohibido para nosotros por la política. Eran años muy difíciles.

XL. ¿Exploró usted Londres en 1948?

I.M.-V.F. Yo conozco Londres porque estuve después, de modo particular, pero no por mi participación en aquellos Juegos. A este respecto le quiero comentar una cosa. realmente creo que hubiera sido un gesto que la Federación nos hubiese invitado a ir a Londres para ver estos Juegos. Creo que no sería un gasto excesivo porque ¡tampoco quedamos tantos!

XL. ¿A quién le gustaría ver en Londres?

I.M.-V.F. A ese chico que corre los 100 metros lisos, el jamaicano; no recuerdo su nombre [Usain Bolt]. Ese chico me parece un verdadero genio. Y a muchos otros. Aunque el deporte de hoy, sinceramente, me parece demasiado profesional.

XL. Usted, claro, lo vivió de otra forma

I.M.-V.F. ¿De otra forma? Mire, nosotros no recibíamos ni siquiera el traje de baño. Me lo tenía que comprar mi padre. Yo he sido siempre un nadador amateur. No he sacado ni cinco céntimos de la natación.

XL. ¿Cuál ha sido su profesión, su fuente de ingresos?

I.M.-V.F. Yo me dediqué a la cinematografía por tradición familiar. Mi padre era gerente de la Metro Goldwyn Mayer en España. He sido un profesional del sector. unas veces como director y otras como técnico de las producciones de Estados Unidos que venían a rodar a España y necesitaban técnicos que dominasen el oficio, pero también que supieran inglés.

XL. Pero hizo sus propias películas, codirigió El pisito con Marco Ferreri.

I.M.-V.F. Sí, pero me especialicé en los documentales y en las películas deportivas. Tenía mucha amistad con Miguel de la Quadra-Salcedo y también hice documentales con el gimnasta Joaquín Blume y con el ciclista Bahamontes. Este tipo de películas eran mi trabajo y mi pasión.

XL. Echando la vista atrás, ¿cómo valora usted aquellos años?

I.M.-V.F. Nosotros somos una generación perdida, porque fue la generación de la guerra y ni la gente ni el país tenían dinero para el deporte. Podríamos haber hecho mucho más, pero éramos pobres. Nuestra juventud deportiva fue muy mala porque no había medios y, si los había, desde luego a nosotros no nos llegaban.

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