Basta de tanto
Cuentan que en la Francia prerrevolucionaria, y gracias a las enseñanzas del filósofo Rousseau, se produjo una extraña fiebre que tuvo como consecuen…
Firmas
¿Ha concluido realmente la Transición?
Si hubiera que elegir dos cuestiones que me permitieron a mí y a otros muchos olvidarnos alegremente del exilio unos años en Gran Bretaña, así como d…
Asalto en La Candela
La Candela parecía una cabaña que acabara de resistir un temporal. Todos sus muebles eran antiguos y crujían, y olía a humedad. Tenía detrás un jardí…
La vida oculta de Fidel
Aún paladeo el placer que me supuso la lectura de Dulces guerreros cubanos, el libro mediante el que Norberto Fuentes, primoroso escritor cubano, aju…
Imposturas
La súbita celebridad alcanzada por el joven y delirante impostor Francisco Nicolás Gómez-Iglesias, bautizado por los medios como 'el pequeño Nicolás'…
¿Hacemos bien en preocuparnos tanto por saber idiomas?
Mi primera hija nació en París, sigue en Francia y habla varios idiomas, en lugar de emperrarse solo en el catalán, que le habían enseñado sus abuelo…
La pizzera de Nápoles
He leído estos días Ieri, oggi e domani, la autobiografía de Sophia Loren. un libro bien escrito -ignoro quién habrá sido el negro, o anónimo autor m…
Un gran pacto taurino
No pretendo con lo que me apresto a escribir dar ningún tipo de munición a la algarabía antitaurina española, tan variada y tan activa, tan vigilante…
Moda
No sé cómo me las arreglo, pero pertenezco a todas las minorías habidas y por haber. Prefiero el té al café, el vino blanco al tinto, jamás he probad…
Una profecía quevedesca
Desde hace algún tiempo leo y releo a nuestros clásicos del Siglo de Oro con la aspiración seguramente vana o inabarcable de empaparme no solo de su …
