Pelean por hacerse hueco en un deporte mayoritariamente masculino. En España, por cada chica federada hay 90 chicos. Casi todas estudian carreras universitarias y muy pocas sueñan con vivir del fútbol. Por Virginia Drake / Fotos: Javier Ocaña y Getty Images

Tres cracs de la selección española femenina de fútbol

Mapi León: defensa y centrocampista

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Mapi León

Es la primera jugadora por la que se ha pagado traspaso entre clubes españoles. 50.000 euros. Tiene 22 años y debutó a los 15 en el Prainsa, de Zaragoza. Tras pasar por el Espanyol y el Atlético de Madrid, juega desde hace un año como defensa central en el FC Barcelona femenino y, desde 2016, en la selección absoluta.

XL. ¿A qué edad empezó su afición?

M.L. Empecé a jugar a los 9 años en el colegio con mis amigos. En esa etapa, los niños son muy crueles y si no juegas bien no te aceptan; pero yo no tuve ese problema porque era bastante buena.

XL. ¿Hasta cuándo jugó con chicos?

M.L. Hasta los 12 o los 13 años, porque a esa edad ya te obligan a jugar en un equipo solo de niñas y a cambiarte en un vestuario aparte.

«No movemos el dinero y la afición que mueven los chicos, pero queremos que se nos reconozca el esfuerzo y se nos pague en proporción»

XL. La Copa del Rey la entrega siempre el Rey y la Copa de la Reina… ¿la entrega doña Letizia?

M.L. En la nuestra desde luego no apareció. la Reina no va a la Copa de la Reina [sonríe].

XL. ¿Qué relación hay entre el Barça femenino y el masculino?

M.L. ¿Entre los jugadores? Prácticamente ninguna, solo nos reunieron un día para hacernos la foto del club todos juntos. Ese día fue la única vez que vi a Messi de cerca [ríe]. Los dos equipos tenemos horarios distintos, campos distintos… y no pasa nada, es lo normal.

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Mapi león durante un partido con su equipo el FC Barcelona

XL. ¿Le molesta que el fútbol femenino esté a años luz del masculino?

M.L. No, entendemos que la afición y el dinero que mueven ellos no los movemos nosotras ni de lejos.

XL. En un club de fútbol nórdico los futbolistas ceden parte de sus ingresos para que las jugadoras cobren muy parecido a ellos.

M.L. Esto es impensable en España, pero nosotras tampoco lo pedimos. Lo que sí queremos es que se nos considere el esfuerzo y el sacrificio que hacemos y se nos pague más proporcionalmente.

XL. ¿A sus partidos acuden más hombres o mujeres?

M.L. Hay de todo. Hasta hace unos años prácticamente solo venían nuestros familiares y amigos. Ahora somos más visibles y eso hace que se anime mucha más gente. Pueden venir unas 1000 personas; pero recuerdo que al Vicente Calderón, en un partido entre el Atlético de Madrid y el Barça, vinieron 14.000.

«No escupo ni digo tacos, pero en el campo voy a muerte. Somos animales»

XL. ¿Por qué cree que el Real Madrid no tiene equipo femenino?

M.L. No lo sé, Florentino no quiere [ríe]. Decían que iban a hacerlo; pero… nada.

XL. ¿Ha escuchado comentarios machistas?

M.L. Yo no los he oído nunca del público. Sí he vivido algún comentario de árbitro prepotente que no admite que le digas que no estás de acuerdo por tal o cual cosa, pero esto ya no ocurre porque en la Liga Iberdrola ahora es obligatorio que nuestros árbitros sean mujeres.

XL. ¿Y los entrenadores?

M.L. Todos son hombres, salvo la entrenadora del Betis femenino.

XL. La llamada de la maternidad las retira, al menos temporalmente. ¿Cómo llevan esta renuncia?

M.L. En España no conozco ninguna futbolista que haya seguido jugando después de tener un hijo, pero en otros países sí las hay. En Inglaterra hay una que tiene tres hijos y que se reincorpora cada vez que termina su recuperación.

XL. ¿Se rinde igual en un partido cuando las mujeres tienen ‘esos días’ al mes?

M.L. Yo no he tenido problemas de rendimiento por la regla, pero es muy frecuente que la menstruación se nos vaya durante bastantes meses seguidos, nos pasa a muchas.

XL. Los futbolistas ligan lo que quieren, ¿ustedes también?

M.L. Hay muchos chicos a los que les gusta compartir con una mujer esta pasión. En cualquier caso, la atracción es diferente a la que despiertan ellos entre las chicas.

XL. Durante el partido, ¿adoptan actitudes masculinas: escupen, insultan, dan patadas, se ‘engorilan’… o son más respetuosas?

M.L. Yo no escupo ni digo tacos, pero, cuando salimos al campo, eso es la guerra: vamos a muerte. Incluso entre amigas, las hay que en el terreno de juego son odiosas y, cuando salen, son un encanto. Faltas y patadas también hay, pero no con la maldad que ves en algunos partidos masculinos en los que claramente algunos jugadores han ido a dar. Somos animales en el campo, aunque quizá no tan bestias como ellos.

Privadísimo

  • No había futbolistas en su familia. Su padre es mecánico y su madre cuida de personas mayores.
  • Es de las pocas jugadoras que tiene patrocinador. Adidas le facilita las botas y la ropa.
  • Tiene los brazos llenos de tatuajes.
  • Le apasiona el dibujo y, cuando deje el fútbol, quiere dedicarse a tatuar.
  • Su día a día: desayuna con todas las jugadoras en la Ciudad Deportiva. Entrena hasta la hora de comer y regresa a su casa. Seis días a la semana.
  • «Este año solo he tenido diez días de vacaciones y siete los pasé en la cama porque cogí un virus», dice.
  • En el futuro le gustaría jugar fuera de España y planea retirarse a los 30 o los 31 años.
  • ¿De qué equipo masculino es? ¡Del Zaragoza!

Eunate Arraiza: lateral

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Eunate Arraiza

Esta navarra, de 26 años, nació con sordera total. Hoy juega al fútbol con la ayuda de un implante cloquear en el oído izquierdo y un audífono externo en el otro. Con ellos tiene un 34 por ciento de discapacidad general. Lateral izquierdo en el Athletic Club de Bilbao desde hace seis temporadas, es habitual en las convocatorias de la selección absoluta.

XL. Su padre fue jugador de fútbol en el Lizarra.

E.A. Sí, llegó hasta Segunda División. Supongo que eso hizo que a mí siempre me gustase jugar.

XL. Pese a la sordera que padece, ¿llega a ser una jugadora más?

E.A. Sí, aunque todo me cuesta el triple que a las demás, tanto en el campo como en el terreno educativo. Pero eso nunca me ha detenido, al revés: nunca dejo nada por hacer ni tiro la toalla.

«La sordera no me ha detenido, aunque todo me cuesta el triple que a las demás»

XL. Si no tuviera esta discapacidad, cree que habría llegado más lejos todavía?

E.A. Igual sí; pero eso no se sabrá nunca. Quizá hubiera sido la misma persona que soy, pero sin tener que esforzarme y sacrificarme tanto. Soy una luchadora incansable.

XL. ¿Recuerda qué fue lo primero que oyó en su vida?

E.A. No, porque era muy pequeñica cuando me pusieron los audífonos en los dos oídos: tenía 2 años; pero mis padres dicen que fue mi pisada, que me sorprendía oír el taconeo de mis zapatos y miraba para atrás.

XL. Desde el Gobierno de Navarra aconsejaron a sus padres que fuese a un colegio de sordos, pero…

E.A. Ellos no entendían por qué era mejor eso y me llevaron a uno de teresianas, que era de oyentes. Mis padres estaban seguros de que era mejor que me esforzase más antes que ir a un colegio de sordos. Y yo les agradezco que apostaran mucho por mí desde el principio, porque he salido para adelante con lo que me ha tocado.

XL. ¿Recibe el mismo trato que el resto de las jugadoras?

E.A. Sí; quizá la única diferencia es que si mis compañeras me quieren decir algo procuran no decírmelo por detrás, para que las oiga mejor. Si me hablan de cara me defiendo bien, por eso siempre tengo que estar en el campo más alerta que las demás.

XL. Si el árbitro pita un fuera de juego, ¿usted sigue corriendo?

E.A. [Ríe]. Igual alguna vez ha pasado, pero el 99 por ciento de las veces suelo oír bien a la árbitra.

XL. ¿Tiene miedo a que le den un balonazo en la cabeza?

E.A. Nunca tengo miedo a nada cuando juego un partido: salgo a disfrutar y a ganar. Si me dan un balonazo en la cabeza, lo afronto y ya está. Y si tengo que rematar no lo pienso y remato con lo que sea [sonríe].

XL. Si le ofreciera un sueño por cumplir, ¿cuál sería?

E.A. Recuperar mi audición, claro. Pero, como es imposible, porque el nervio auditivo está dañado, ahora mi sueño sería ir al Mundial de Francia en 2019. Pero, para llegar a eso, me queda mucho por hacer y demostrar.

Privadísimo

  • Sus padres tienen una granja en Biurrun. Ella piensa dedicarse al campo. También le gusta la caza.
  • Ha estudiado Paisajismo en el Mundo Rural y tiene el Grado Superior en Gestión Agropecuaria.

Amanda Sampedro: centrocampista

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Amanda Sampedro

Tiene 24 años y su padre se encargó de que llevara el fútbol en las venas desde que vino al mundo. Es la capitana del Atlético de Madrid y juega de centrocampista, también lo hace con la selección absoluta. Empezó a estudiar Periodismo, pero lo abandonó por la Fisioterapia, carrera que está a punto de terminar.

XL. Sus padres querían que naciera un chico y no otra niña, ¿se lo contaron así?

A.S. Sí [ríe]. Es que mi padre era muy futbolero, de toda la vida del Atlético de Madrid. Y, después de que naciera mi hermana, quería un chico para que jugara al fútbol con él, pero nací yo. Aun así, se empeñó en que fuera futbolista y… ¡aquí estoy!

XL. ¿Cuándo empieza a jugar en un equipo?

A.S. En tercero de Primaria me cambiaron de colegio y me apunté al equipo de fútbol. Era la única chica, pero hicimos un buen grupo de amigos. Después pasamos casi todos al Mar Abierto, el equipo del barrio. Los chicos me cuidaban mucho, la verdad. Luego fui al Atleti y me subieron muy rápido de categoría.

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XL. A veces sale maquillada al campo, ¿pura coquetería?

A.S. No me suelo echar maquillaje, pero a veces televisan los partidos y ¿quién no se pinta un poco el ojo para estar mejor? Yo soy de ponerme rímel y pintarme un poco, sí: juegue o no es mi rutina. Y he tenido el pelo de todos los colores. Me gusta cambiar de look.

«Soy de ponerme rímel y pintarme un poco, sí. Juegue o no, es mi rutina»

XL. ¿La han mandado a la cocina desde las gradas alguna vez?

A.S. No, nunca; ni he escuchado comentarios machistas. Cuando jugaba con chicos, sí he oído a alguna vez que le decían a un jugador que cómo consentía que le quitara la pelota «una niña». Y, claro, el chico se picaba y la patada que me venía detrás de ese comentario era importante.

XL. Ha dicho que prefiere discutir con árbitros masculinos que con femeninos.

A.S. Yo prefiero discutir con un hombre que con una mujer, siempre lo he dicho, y tengo muchísimos más amigos que amigas. Las mujeres somos mucho más complicadas. Pero la intención de la Liga es fomentar más lo femenino en todos los aspectos y que haya más árbitras, y yo estoy de acuerdo.

Privadísimo

  • Para una cena romántica elegiría a Fernando Torres, pero dice que, pese a ser ‘colchonera’, le gustaría tener las facultades de Cristiano Ronaldo. «¿Y quién no?».
  • En el futuro querría dar clases de Educación Física o entrenar a algún equipo. «Si fuese el Atlético de Madrid femenino, sería la leche»

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